Primer juicio oral por acoso sexual a menores en redes
«Parece una película pero fue realidad», advirtió Raigal en el inicio del debate, el 27 de julio pasado, sobre lo que se demostraría en el juicio. En ese momento, describió que el que llevó al tribunal fue «un caso serial de engaños, persecución, amenazas y abusos». Es que en dos de los casos el acusado mantuvo «contacto sexual» con las víctimas, en el marco del mismo plan de engaños.
Según se evidenció, González desarrolló un modus operandi: con un mismo patrón o mecanismo repetido, contactaba a las víctimas a través de Facebook, mediante un perfil de «adolescente atractivo», y comenzaba conversaciones con ellas hasta ganarse la confianza. Incluso, en algunos de los casos llegó a hacerles creer que existía entre ellos una «relación sentimental (virtual) que le permitía pedirles fotos de ellas desnudas». Luego mediante otros perfiles solicitaba más imágenes y ante la negativa de las víctimas comenzaban las «amenazas», tendientes a «arruinarles momentos, como cumpleaños de 15, o su vida misma». En algunos de los casos llegó a difundir imágenes de las víctimas y contactarse con familiares de éstas. Luego, desde un perfil de «hacker salvador», les decía «que tenían que hacer un video con prácticas de sexo oral y así el hacker ingresaría un virus para eliminar las fotos de la computadora del extorsionador». Siempre era él quien las contactaba con perfiles truchos para hacerse pasar por diferentes personas. «En dos de los casos se concretó ese video», lamentó la fiscal, por lo que le achacó dos hechos de abuso.
Raigal advirtió al inicio del debate: «Tengan en cuenta el lenguaje y los descalificativos al género»; como el «estado de desesperación que les generaba a las víctimas». Ante ello, el tribunal analizó que el imputado «descargó una violencia psicológica extrema»; y que ponía a las víctimas en una «encerrona», «acorralándolas», con mensajes tales como «¿te gustaría que todos te vean así?» o «vas a ser señalada como la más putita». También plantearon que en las audiencias «pudieron apreciarse las dolorosas consecuencias en víctimas y familiares», ante el temor generado.
Tras el fallo, en el Centro de Justicia Penal, la fiscal celebró que «todos los delitos fueron acreditados», en la causa donde se pudo determinar que para cometer los hechos, el acusado se conectaba desde el wifi de una vecina. Ahora, resta esperar los fundamentos del tribunal sobre el monto de la pena para analizar si habrá apelación, ya que se habían pedido 40 años.