“Que nunca falte en la mesa de los argentinos el pan de cada día. Danos salud y esperanza para emprender las tareas cotidianas. Alegría y fuerza para soportar adversidades”.

Estas fueron las palabras que la comunidad de la parroquia San Cayetano encomendó a su patrono este domingo. En el barrio Altamira, en el sureste de la ciudad, los fieles de esta iglesia volvieron a reunirse tras las restricciones de la pandemia. En una jornada caracterizada por celebraciones en todo el país, Córdoba vivió la particular fecha con esperanzas.

Desde la parroquia informaron que más de dos mil personas asistieron a las tres misas del día. De este modo, el santo del trabajo —para los católicos— recibió pedidos y agradecimientos durante toda la jornada.

Celebración a San Cayetano en la parroquia de Altamira. (Javier Ferreyra / La Voz).
Celebración a San Cayetano en la parroquia de Altamira. (Javier Ferreyra / La Voz).

El párroco local, Hugo Carrillo, dijo en diálogo con La Voz que “la gente está pidiendo lo básico, que es el pan, el trabajo y la paz”.

“Frente al descrédito generalizado de la sociedad, vemos que los políticos se han propuesto usar bidones de nafta, cuando de ellos se debería esperar todo lo contrario. Sin embargo, proponen el desencuentro, la chicana, la desacreditación”, cuestionó Carrillo con un duro mensaje a los mandatarios del país.

Y en el marco de la celebración por San Cayetano, el titular de la parroquia barrial consideró que las formas que adoptan los políticos “generan violencia”. “La violencia social viene heredada por las actitudes que reprochamos a los políticos”, mencionó.

Por eso, una de las súplicas preponderantes fue el pedido de paz. A la par, miles de feligreses volvieron a solicitar trabajo y que no falte el alimento, fundamentalmente “para los desposeídos”.

Mirá También:  Con lo recaudado por el impuesto PAÍS financiará el Anses y el Inssjp

Volver a la procesión de San Cayetano después de la pandemia

Otro de los aspectos sobresalientes de la jornada religiosa fue el regreso de la procesión por las calles de barrio Altamira, en las inmediaciones de la parroquia San Cayetano.

La primera misa matinal, a las 8, fue celebrada por el arzobispo Ángel Sixto Rossi. Luego, a las 11, el cura Mariano Oberlin, de la parroquia Crucifixión del Señor, encabezó el segundo encuentro. Y a las 18.30, Carrillo ofició la misa vespertina.

Entre medio, a las 11.30, la caravana religiosa recorrió las calles próximas a la parroquia San Cayetano, partiendo desde la calle Río Paraná. La nutrida y parsimoniosa marcha fue intercalando el tradicional rezo del Rosario con los pedidos por la “gente sin trabajo” y por “muchos argentinos a los que les falta el pan”.

El parroco Hugo Carrillo en la celebración a San Cayetano en la parroquia de Altamira. (Javier Ferreyra / La Voz).
El parroco Hugo Carrillo en la celebración a San Cayetano en la parroquia de Altamira. (Javier Ferreyra / La Voz).

“Lo distintivo de esta celebración fue la vuelta a lo comunitario, que fue aquello que rompió la pandemia. Pudimos volver a los gestos en la liturgia, compartir esos gestos tan trascendentales, como darnos la paz entre nosotros”, resaltó Carrillo.

Y según la visión del cura, las comunidades se comprometieron con fortaleza en las súplicas y las oraciones.

Así palpitaron en Córdoba la esperanza en San Cayetano

Oscar Álvarez estuvo presente en el coro que acompañó la misa de las 18.30. En diálogo con este medio, dijo que fue una experiencia renovadora. “Hacía mucho tiempo que no nos encontrábamos para la celebración de San Cayetano. Hoy volvimos a hacerlo para pedir justicia, pan y trabajo”, manifestó.

Álvarez destacó la gran convocatoria que tuvo la procesión. “Participamos varios vecinos que hacía mucho tiempo que no nos veíamos. Pedimos por el pan que está faltando en muchos hogares, como un reclamo general. En nuestros barrios hay serias dificultades con el tema del trabajo”, lamentó.

Mirá También:  Alarma por nuevo virus que no tiene vacuna

El creyente agregó que le pidieron al santo que “escuche a nuestro poder político para que nos devuelvan la dignidad”. Sobre este punto, enfatizó, reclaman el trabajo como un derecho y no como un favor para que les den planes sociales.

“Necesitamos pan, poder encontrarnos entre vecinos y que la justicia vuelva a ser parte de nuestra realidad cotidiana”, concluyó.

Celebración a San Cayetano en la parroquia de Altamira. (Javier Ferreyra / La Voz).
Celebración a San Cayetano en la parroquia de Altamira. (Javier Ferreyra / La Voz).

Lidia es otra vecina del barrio que trabaja como empleada de casas particulares. “Vine a agradecer por el trabajo que tengo, a pesar de que casi no me alcanza para alimentar a mi familia. Pero también hoy rezo para pedir trabajo para mis hijos”, contó.

La súplica de María condensó el espíritu de la jornada: “Cada día somos más pobres, San Cayetano. Pero venimos a agradecer y a pedir por mi marido. No podemos seguir viviendo sin trabajar”, se quebró.

Deja un comentario

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *