Un equipo de investigadores italianos ha descubierto que muestras de cerebro preservadas en Milán y que datan de principios del siglo XVII han dado positivo en cocaína, una droga estupefaciente altamente adictiva. Este hallazgo es sorprendente, ya que se creía que el consumo de esta sustancia había surgido ya en el siglo XIX y que era consumida por personajes históricos famosos como el padre del psicoanálisis, Sigmund Freud. Sin embargo, este hallazgo revela que deberíamos adelantar la fecha de inicio de consumo de cocaína incluso 200 años antes.
Hallan cocaína en el cerebro de unos individuos del siglo XVII (¿desde cuándo consumimos esta droga?)
Un hallazgo inesperado
El consumo de cocaína se remonta, a poco después de la conquista de América, al siglo XVII; apunta, por tanto, este descubrimiento. Y todo esto a pesar de ser conocedores de que su uso se popularizó en Europa durante el siglo XIX, después de que la droga fuera aislada químicamente de las hojas de coca y comenzara a consumirse de manera recreativa.
Sí que existen numerosas pruebas de que masticar las hojas del género Erythroxylum, conocida como planta de coca, fue un pasatiempo popular durante siglos en América del Sur (se trataba de dosis muy bajas). Pero se pensaba que el consumo en Europa no habría comenzado hasta mediados del siglo XIX cuando los químicos descubrieron cómo purificar la droga y se comenzó a extender su consumo.
¿Cuándo llegó este narcótico a Europa?
Pero en una antigua cripta italiana del siglo XVII, los investigadores han encontrado dos cerebros momificados de forma natural que contenían restos de cocaína. ¿Casi dos siglos antes? Así es. La cámara, que servía a un hospital de Milán en aquella época (el Ospedale Maggiore), había permanecido clausurado herméticamente hasta hace poco tiempo, por lo que se descartaron los contaminantes ambientales como posible fuente de los restos de la droga.
Tras trasladar en frascos sellados y esterilizados los cerebros de la cripta con un equipo de protección supervisado por toxicólogos, los investigadores iniciaron el análisis de los restos momificados. Encontraron nueve tejidos cerebrales en total. Uno de ellos era un hombre de entre 30 y 45 años con signos de sífilis terciaria; el otro no estaba unido a su esqueleto, así que no pudieron precisar muchos más datos del otro individuo.
La mayoría de los historiadores creen que el consumo de cocaína no proliferó en Europa hasta el siglo XIX
“Se realizaron análisis toxicológicos en cerebros humanos preservados que revelaron la primera evidencia del uso de Erythroxylum spp. en Europa antes del siglo XIX”, escriben los autores, especialistas médicos y biomédicos de la Universidad de Milán y la Fundación IRCCS Ca’ Granda, en su estudio publicado en la revista Journal of Archeological Science, “retrocediendo nuestra comprensión de la presencia de la planta por casi dos siglos. Dado que la planta no estaba incluida en la farmacopea hospitalaria detallada, es posible que no se haya administrado como remedio medicinal, sino que se haya utilizado para otros fines”.
Al menos dos cerebros preservados enterrados en la cripta muestran evidencia de los componentes activos de la planta de coca: cocaína, benzoilecgonina e higrina. Este último, en particular, indica que estas dos personas de finales del Renacimiento masticaban las hojas o ingerían un té infusionado con coca poco antes de su muerte y entierro en el hospital italiano que fue uno de los más famosos de Italia en su momento. Dado que no se encontró evidencia del uso de estas hojas con fines medicinales, los investigadores sugieren que la razón detrás de su consumo era puramente recreativa. Y no eran personas adineradas, sino de medios modestos, ya que su lugar de entierro y el método de sepultura indicaban pobreza, lo que contradice con la creencia de que se trataba de una droga de lujo, sino que más bien las hojas de coca debían ser una sustancia barata y abundante incluso para los menos resueltos económicamente.
Los cerebros momificados estaban en una antigua cripta italiana
La investigación no solo revela un aspecto fascinante del pasado europeo, sino que también suscita preguntas interesantes sobre las complejidades socioculturales de aquella época, ya que esta es la evidencia más antigua de coca en Europa por más de dos siglos.
«Los efectos de la planta, incluida la reducción del hambre y la sed, así como una sensación de bienestar, eran conocidos y controlados por los españoles y posteriormente difundidos al resto de Europa», escriben los expertos, exponiendo que Milán estaba gobernada por los españoles en aquella época. Quizá esta conexión directa con las costumbres de América del Sur no sea tan descabellada teniendo en cuenta que la evidencia histórica escrita muestra que los marineros españoles eran más que conscientes de los efectos de la planta de coca que consumían habitualmente los lugareños y una vez el conocimiento del Nuevo Mundo se extendió por Europa, es más que posible que el comercio marítimo posibilitara esta conexión entre el lugar de origen de la planta de coca y la ciudad de Milán en el siglo XVII. Aunque también hay que tener en cuenta que las exportaciones a través del Atlántico eran bastante limitadas en aquella época, por lo que la historia, lejos de estar resuelta, parece un poco más compleja de lo que parece.
Seguimos descubriendo páginas del pasado oculto de Europa.
La toxicología forense revela la presencia de la droga en el tejido cerebral a principios del siglo XVII.
Referencias:
- Gaia Giordano, Mirko Mattia, Lucie Biehler‐Gomez, Michele Boracchi, Alessandro Porro, Francesco Sardanelli, Fabrizio Slavazzi, Paolo Maria Galimberti, Domenico Di Candia, Cristina Cattaneo, Forensic toxicology backdates the use of coca plant (Erythroxylum spp.) in Europe to the early 1600s, Journal of Archaeological Science, Volume 170, 2024, 106040, ISSN 0305-4403, DOI: https://doi.org/10.1016/j.jas.2024.106040.