Se sabe: Alberto Fernández y sus ministros conforman un gobierno de comentaristas, en lugar de funcionarios que aportan soluciones a las urgencias de la sociedad.

El discurso del Presidente en el Congreso parecía el mensaje de un candidato. La obligación de abrir las sesiones ordinarias implica un repaso de lo realizado el año anterior y señalar los proyectos que deberán tratar los diputados y senadores nacionales.

Nada de eso. Los proyectos mencionados fueron escasos, mientras que las dos horas de alocución –en buena parte a los gritos y polemizando con la oposición– las dedicó a descalificar a la Corte Suprema de Justicia, a los medios de comunicación y a quienes no responden a sus dictados.

Poco dijo sobre cómo bajar la inflación a niveles tolerables ni cómo mejorar la seguridad. Ambos problemas son las demandas más urgentes de los argentinos.

Alberto Fernández es un panelista diario sobre temas de la coyuntura, aunque parece hablar de una dimensión paralela.

Las frases incomprensibles y alejadas de la realidad son un montón, pero vale citar algunas; por ejemplo, cuando afirmó que los docentes están preocupados por el pago del Impuesto a las Ganancias.

El gremio docente de Córdoba (UEPC) –a menudo cercano con las posiciones políticas de Alberto Fernández– realizó el lunes un paro con el objetivo de que el salario básico alcance a cubrir una canasta básica de alimentos y servicios de una familia tipo. La UEPC no mencionó la preocupación por el tributo.

Los acuerdos sectoriales que impulsó Sergio Massa se diluyeron como agua entre las manos.

La consultora Ecolatina –que fundó Marco Lavagna, hoy al frente del Indec– señaló que la inflación de febrero fue 6,6 por ciento, mientras que los alimentos superaron en promedio el 10%.

Mirá También:  Yolanda González Martín asesinada por la extrema derecha

Los distintos cortes de carne, que también fueron objeto de otro de los anuncios de Massa, registraron alzas por encima del 20%.

A nivel interanual, se superó el techo psicológico del 100%, como ya había sucedido con los precios mayoristas en enero último.

Aún resta conocer el real impacto que tendrá en la inflación la fuerte sequía que afecta a la producción agroganadera, como así también el que provocará la gripe aviar sobre el consumo de pollos y huevos.

Menos ingresos

Los suelos cordobeses soportan el estrés de tres años con escasas lluvias. El efecto La Niña restará 12 millones de toneladas a la potencialidad de los campos en la provincia. En lugar de 41 millones, que es el potencial en condiciones meteorológicas normales, se recolectarán apenas 29 millones.

Esa diferencia supone que el valor bruto de la producción será 4.700 millones de dólares menor al del resultado óptimo.

Los productores locales resignarán ingresos por 3.800 millones, de acuerdo con la proyección de la Bolsa de Cereales de Córdoba.

La caída en el nivel de actividad en el interior se reflejará en 400 mil viajes menos de camiones, en la compra de maquinaria agrícola (los patentamientos ya tuvieron una baja interanual de 21,4% en febrero) y de otros vehículos y en la actividad del comercio minorista.

El economista Gonzalo Agusto graficó esa reducción en los ingresos como equivalente al valor de casi 40 mil departamentos de un dormitorio.

La Federación Comercial de Córdoba (Fedecom) informó que las ventas minoristas de febrero retrocedieron 4,2% en comparación con un año atrás. La caída se repite desde hace varios meses.

Mirá También:  Agua es lo que falta en la Villa Inflamable

La falta de dólares por las menores exportaciones de este complejo agravará el cuadro de reservas del Banco Central. Pero Massa tiene suerte: el Fondo Monetario Internacional (FMI) modificará el acuerdo para que Argentina no caiga otra vez en default.

Un año difícil

Con los principales hombres del Gobierno entretenidos en la disputa por las candidaturas de 2023, el panorama por delante es inquietante.

Juntos por el Cambio, que podría ofrecer una expectativa favorable para la solución de las urgencias, también juega al dominó de las candidaturas. Nada alentador.

La inflación interanual está por encima del 100%; la actividad económica retrocede mes a mes desde agosto de 2022, y la sequía y la gripe aviar complican los planes de la agroindustria.

El panorama exige un Gobierno preocupado y ocupado en mostrar posibles soluciones. Los comentarios, por contrapartida, sólo sirven para los espacios de los paneles televisivos.

Deja un comentario

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *