El diputado radical por La Rioja Héctor Olivares murió ayer producto de las heridas que sufrió por un disparo a metros del Congreso, el jueves pasado. En el mismo ataque había fallecido casi de inmediato el funcionario riojano Miguel Yadón, quien habría sido el blanco de los disparos. Los responsables ya fueron detenidos, aunque el hecho aún no fue esclarecido.

Los disparos que hirieron a Olivares y mataron a Yadón conmocionaron a todos los espacios políticos y anoche dirigentes de todos los sectores lamentaron su muerte. El presidente Mauricio Macri decretó 48 horas de duelo nacional.

El estado de Olivares, internado en el Hospital Ramos Mejía desde el jueves, siempre fue muy grave. Los disparos habían afectado su corazón, pulmones y riñones. Y debió ser sometido a dos cirugías para intentar mitigar los daños. Uno de los últimos partes médicos indicaba que seguía en “estado crítico”, y que había presentado “una falla multiorgánica”, pero seguía “con soporte vital y estable, bajo asistencia mecánica respiratoria”. Ese diagnóstico fue difundido ayer a la mañana. Por la noche, falleció.

Su familia había expresado, horas antes de conocerse la muerte, el agradecimiento por todas las muestras de afecto recibidas hacia el dirigente radical. “La familia Olivares agradece todas las muestras de afecto, cadenas de oración y apoyo y agradece especialmente al Hospital Ramos Mejía por lo que están haciendo por la recuperación de Héctor”, indicaron.

“Murió Héctor Olivares. Con mucha tristeza acompañamos a su familia y a sus seres queridos. Exigiremos justicia y que los asesinos cumplan una condena efectiva”, señaló la Unión Cívica Radical, a través de un comunicado. La ex presidenta Cristina Kirchner dio a conocer sus condolencias para la familia de Olivares y, desde el Gobierno, lo propio hizo el ministro de Interior, Rogelio Frigerio, quien lamentó la “triste noticia”.

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Los presuntos autores de los asesinatos fueron atrapados horas después del hecho. Se trata de Juan José Fernández y Juan José Navarro Cadiz, detenidos junto con otros familiares y allegados. También secuestraron el auto y el arma calibre 40 que fueron usados para el ataque. Si bien el gobierno alimentó la hipótesis de un crimen político o de un atentado de «las mafias», las especulaciones pronto viraron hacia una venganza personal, aunque todavía no hay certezas.

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