A Martín Guzmán siempre se lo acusó de no tener cintura política. En realidad, a lo largo de sus 18 meses al frente del Palacio de Hacienda, dio muchas muestras de esa debilidad.

Sin embargo, a la hora de pegar el portazo, pensó como un político: hizo pública su renuncia mientras hablaba en un acto del PJ la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, su peor enemiga dentro del Gobierno nacional.

Aunque su salida no fue algo extraño, en un contexto del fracaso de su gestión en la lucha contra la inflación y con el dólar por las nubes, tomó por sorpresa que fuera en este momento.

Pulseada. Cristina Fernández generó la renuncia de varios ministros. Martín Guzmán fue sólo el último. Sergio Massa suena como un posible sustituto. (La Voz / Archivo)
Pulseada. Cristina Fernández generó la renuncia de varios ministros. Martín Guzmán fue sólo el último. Sergio Massa suena como un posible sustituto. (La Voz / Archivo)

Guzmán eligió el momento preciso para no dejar dudas sobre quién es la responsable de su salida. Mientras Cristina Kirchner seguía marcando sus diferencias con las políticas económicas en Ensenada, en pleno conurbano bonaerense, con una platea de puro cristinismo, el ahora exministro lanzó su tuit con su renuncia.

Las versiones dicen que, el viernes, Guzmán le pidió al presidente Alberto Fernández las renuncias de todos los funcionarios cristinistas que manejan el área de Energía.

Ante la negativa del jefe del Estado, el ministro creyó que tenía perdida su larga pulseada con la poderosa vicepresidenta. Y se fue.

Guzmán consideraba “clave” el sector energético, porque es el área que más dólares requiere para las importaciones de combustible y de gas.

El ahora exministro tenía el lápiz rojo para cerrar los grifos a la utilización de dólares, pero el sector de Energía está manejado por funcionarios que sólo reciben órdenes de Cristina Kirchner.

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Además, para Guzmán, el faltante de gasoil, que tantos dolores de cabeza le está generando al Gobierno nacional, es pura incapacidad del secretario de Energía.

También le dispara culpas al diputado Máximo Kirchner. El hijo de la vicepresidenta, de manera inexplicable, en acuerdo con el sector petrolero, el año pasado decidió disminuir los cortes de biocombustibles en los combustibles líquidos. Según los expertos –y también Guzmán–, esa es una de las causas para la crisis del gasoil.

No va más

Martín Guzmán llegó al gabinete nacional por decisión de Alberto Fernández. La propia Cristina Kirchner admitió en público que ella no influyó en la elección del ministro más sensible del gabinete del Frente de Todos.

Durante el primer año, el ministro tuvo una relación con algunas tensiones, pero de mucho diálogo y discusión con la vicepresidenta.

Guzmán fue quien acordó con los bonistas privados externos, en 2020. Con el FMI, en marzo pasado, y acaba de refinanciar la deuda con el Club de Paris. El título de ministro de la deuda no le queda mal.

El quiebre entre Guzmán y Cristina Kirchner se dio por el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Nunca se pusieron de acuerdo. El entonces ministro le explicaba –en interminables charlas– que el acuerdo era el “más beneficioso” que se podía lograr, en un contexto de riesgo de default.

El 22 de marzo pasado había un vencimiento de deuda de 2.800 millones de dólares y, si no había acuerdo, el país caía en cesación de pagos.

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Mientras, Cristina Fernández y su hijo Máximo Kirchner estaban convencidos de que había que esperar, y de que, por el contexto mundial de crisis económica pospandemia, se podía acordar en condiciones más favorables.

Con el aval del Presidente y con el apoyo mayoritario de Juntos por el Cambio, Guzmán firmó el acuerdo con el FMI.

Encima, con una derrota política para la vicepresidenta. En el Senado, el bloque del Frente de Todos se dividió y sólo 13 senadores y senadoras cumplieron la orden de Cristina Kirchner de no votar el acuerdo.

Cristina Fernández no perdona a quienes creen que le generaron una derrota política o electoral. Florencio Randazzo puede dar fe de eso. Aunque hay excepciones. Alberto Fernández trabajó siempre en contra del kirchnerismo, desde que dejó la Jefatura de Gabinete, en julio de 2008, hasta diciembre de 2018, cuando se reconcilió con la expresidenta.

La otra es Sergio Massa. El presidente de la Cámara de Diputados derrotó el Frente para la Victoria en Buenos Aires, en 2013, pero en 2019 se subió al tren victorioso del Frente de Todos. Es más, ahora algunos lo mencionan para ocupar el caliente sillón que acaba de dejar Guzmán.

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