Pero dejemos atrás el día y adentrémonos en la noche. Durante el mes de marzo las constelaciones de invierno irán dando paso a las constelaciones primaverales. Las Pléyades, Orión y Tauro se pondrán cada vez más pronto, aunque aún serán visibles durante las primeras horas de la noche. Orión y Tauro albergan dos fantásticos ejemplos de estrellas rojas: Betelgeuse y Aldebarán. Ambas son bastante brillantes y con un color claramente más rojizo o anaranjado que otras estrellas como Rigel, también en la constelación de Orión. La constelación del Can Mayor, con Sirio a la cabeza, también irá desapareciendo. Sirio es la estrella más visible del cielo nocturno. Esta estrella es en verdad un sistema doble, formado por una gigante azul, responsable del brillo que observamos desde la Tierra, acompañada de una enana blanca, una estrella de la masa del Sol pero del tamaño de la Tierra.

Durante marzo irán cobrando protagonismo algunas constelaciones como Géminis, Cáncer, Leo o Virgo. Estas constelaciones, a pesar de resultar muy conocidas por ser parte del horóscopo, son más difíciles de identificar que otras como Orión. Castor y Pollux, la cabeza de los gemelos, nos permiten situar a Géminis. Si, una vez localizadas, desplazamos la vista hacia el este, llegaremos a Régulo, la estrella más brillante de Leo. Doblando la distancia recorrida llegaremos a Spica, la estrella más brillante de Virgo.

En lo que a la Luna respecta, empezaremos el mes con una luna nueva, que alcanzará su mínimo brillo el miércoles 2 de marzo por la tarde. Unas dos semanas después, el 18 de marzo, tendrá lugar la luna llena, que alcanzará su máximo brillo poco después del amanecer. Esta luna llena apenas 2 días antes del inicio de la primavera es la responsable de que este año la pascua caiga tan tarde. La iglesia utiliza la primera luna llena de primavera para asignar el día que ocurrirá ese año el llamado domingo de resurrección.

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Los planetas tendrán este mes de marzo bastante juerga, ocurriendo varias conjunciones entre 2 de ellos y hasta entre 3 de ellos, con un poquito de Luna incluida. El principal problema para observar todo esto será que ocurrirá muy cerca del Sol y sólo será visible al amanecer y durante poco tiempo. Empezamos el mes con Venus y Marte situados muy próximos, pero con Saturno y Mercurio todavía más juntos. Tanto que podrán verse juntos a través de prismáticos o telescopios de pocos aumentos. Durante la mañana del 21 de marzo, Júpiter y Mercurio también se situarán muy juntos, aunque esto será muy complicado de llegar a visualizar, ocurriendo unos minutos antes del amanecer. 

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