El equilibrio de fuerzas nucleares y la contención en el desarrollo armamentístico dieron pie en las últimas décadas a varios pactos entre Estados Unidos y Rusia.

Entre ellos, el más reciente es el conocido como Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (Start, por su sigla en inglés). Este convenio es precisamente el que el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció este martes que ha decidido suspender.

Lo hizo durante el discurso que pronunció ante la Asamblea Federal de su país, el primero desde que ordenara la invasión militar a Ucrania el 24 de febrero de 2022.

El primer Tratado de Reducción de Armas data de hace más de tres décadas.

La descomposición de la Unión Soviética reconfiguró las relaciones entre Washington y Moscú y, tras el pulso de la Guerra Fría, llegó el momento de ciertos gestos, también en materia armamentística.

El texto inicial suscrito entre ambas potencias militares en 1991 apuntaló sucesivos intentos y renovaciones que alcanzaron su punto de mayor intensidad en 2010, cuando Barack Obama, entonces presidente de Estados Unidos, y Dimitri Medveded, empuñando las riendas políticas de Rusia en ese momento, suscribieron la tercera versión del Start.

El acuerdo entró en vigor al año siguiente y establece un límite más ambicioso que el de acuerdos anteriores al limitar a 1.550 las ojivas nucleares que los dos países pueden tener desplegadas. No obstante y pese a que las dos partes se cruzaron críticas ácidas durante los últimos años, técnicamente habían acordado prolongar estos compromisos hasta febrero de 2026.

Garantías y transparencia

El tratado contempla garantías en materia de inspecciones y transparencia, en la medida en que cada una de las dos potencias firmantes necesita tener claro que la otra está cumpliendo su parte.

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El Departamento de Estado norteamericano recoge en su página web datos de septiembre de 2022 que avalan dicho cumplimiento: con 1.420 ojivas por parte de Estados Unidos y 1.549 en el caso de Rusia.

Sin embargo, en enero último el gobierno de Joe Biden acusó a Moscú de incumplir los términos acordados, al vetar la presencia de inspectores en sus territorios tras la teórica vuelta a la normalidad tras una fase de paralización por la pandemia de Covid-19 y ya con la ofensiva militar en Ucrania en pleno apogeo.

Arsenales, ¿sin control?

Una hipotética ruptura del Nuevo Start implicaría que los arsenales de las dos mayores potencias nucleares del mundo no tendrían ninguna limitación por primera vez desde la década de 1970, en plena Guerra Fría.

Vladimir Putin anunció este martes la suspensión de la participación de Rusia, aclarando que por ahora no es un “abandono”.

El presidente ruso esgrimió en varias ocasiones la amenaza nuclear desde que dio orden de iniciar la invasión de Ucrania el 24 de febrero de 2022. Este martes aseguró que Rusia “debe estar preparada para realizar ensayos nucleares si Estados Unidos los lleva a cabo primero”.

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