La intempestiva (aunque no sorpresiva) renuncia del ahora ex ministro de Economía, Martín Guzmán, y la corrida cambiaria que su salida del Gobierno generó a comienzos de julio, provocó un alza generalizada de los precios de la economía argentina.

Y derivado de ello, fuertes restricciones en el acceso a insumos productivos y una menor disponibilidad de artículos de primera necesidad, por ejemplo alimentos.

El relevamiento que mes a mes realiza La Voz sobre las principales cadenas supermercadistas de la ciudad de Córdoba dio cuenta de todo lo anterior. De hecho, el valor de la canasta de productos alimenticios y de limpieza e higiene del hogar para una familia tipo de clase media se encareció un impresionante 8,69 por ciento en el mes que acaba de terminar, llegando a 57.580 pesos, unos 4.600 más que en junio pasado.

El de julio fue el tercer mayor incremento de la canasta en un mes, siendo sólo superado por las subas de febrero (9,2 por ciento) y marzo (12,6 por ciento), cuando el inicio de la guerra en Ucrania impactó de manera directa sobre el precio de los principales commodities mundiales.

Luego, los precios se desaceleraron levemente, aunque estacionándose en un nivel elevado, del orden del cuatro o cinco por ciento mensual.

Así, en lo que va del año (siete meses), la canasta del súper acumula un alza del 58,3 por ciento: a comienzos de enero, costaba 36.383 pesos. Y en los últimos 12 meses, el aumento llega al 77,5 por ciento.

“No tenemos cerrado aún el número final de julio. Pero en las primeras tres semanas, la suba promedio era del 7,9 por ciento. De todos modos, las modificaciones en las listas de precios no se han detenido en el final del mes, por lo que estimamos que el incremento final rondará entre el 9 y el 10 por ciento”, le dijo a este diario Víctor Palpacelli, presidente de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba (Casac).

Según el directivo, los aumentos fueron generalizados alcanzando a casi todos los rubros. Aunque destacó los fuertes incrementos en ciertas categorías de consumo masivo, como los aceites, el azúcar o los lácteos, con alzas que superaron el 30, 40 y hasta el 50 por ciento en el mes.

Desde el Centro de Almaceneros de Córdoba, que agrupa a los comercios barriales, la expectativa es que la suba de los precios llegue a los dos dígitos en julio.

“Nosotros hicimos un corte a los 21 días de julio, y el aumento promedio en alimentos ya nos dio 13,86 por ciento. Pero en la última semana siguieron llegando listas nuevas”, aseguró Vanesa Ruiz, directora ejecutiva de la entidad minorista.

Mirá También:  El costo oculto de ir a estudiar
Los alimentos subieron casi el 9% en un solo mes en Córdoba. (La Voz / archivo)
Los alimentos subieron casi el 9% en un solo mes en Córdoba. (La Voz / archivo)

Sorpresa y resignación

Al recorrer los salones de ventas de los cuatro súper e hipermercados que releva La Voz, la postal era la misma: escasas personas deambulando por los pasillos, changuitos con pocos productos en su interior y caras que mostraban una mezcla de sorpresa y resignación.

Frente a las góndolas los clientes se detenían más de lo habitual. Primero intentando procesar los nuevos precios que encontraban frente a sus ojos; segundo, comparando marcas para identificar una alternativa más económica; y tercero, porque muchas veces no hallaban el producto que necesitaban.

La consulta a los repositores estaba a la orden del día, como buscando alguien que explicara dónde estaban las cosas y por qué estaban tan caras.

En las líneas de cajas –quizás también porque era fin de mes–, las filas que más se movían eran las de menos de 15 o 20 productos. Y no pocas personas terminaban dejando en ese punto productos sin comprar: el ticket final era mayor a lo previsto, y el dinero definitivamente no alcanzaba para pagar la cuenta.

“El mes pasado, frente a la suba de precios, los consumidores adoptaron dos comportamientos. Primero, los que podían, buscaron stockearse de productos antes de que siguieran aumentando. Pero luego, dejaron de comprar porque se quedaron sin dinero”, explicó Palpacelli.

“Es por eso que las ventas –estimó–, medidas en unidades, caerán cuatro puntos en el mes”.

En los almacenes y despensas de barrio, la baja en la demanda fue aún mayor. “Calculamos una merma en las ventas superior al siete por ciento. Julio termina siendo el peor mes del año en este sentido”, calificó Ruiz.

Rubro por rubro

Tal como lo confirmaron los referentes de los comercios minoristas, el mes pasado casi no hubo productos que no registraran subas de precios, por lo general muy significativas.

El rubro que más aumentó fue el de los lácteos, con un ajuste del 10,9 por ciento. La leche fluida se encareció un 7,7 por ciento, con el sachet de primera marca superando los 154 pesos. En lo que va del año, la suba de la leche es realmente alarmante, con un alza que supera el 50 por ciento.

Si bien hay algunas marcas más económicas, que ofrecen el litro en torno a los 125 o 130 pesos (especialmente en versiones larga vida), algunas presentaciones llegan a superar los 200 pesos por litro.

Un capítulo aparte se lo llevan los quesos, con incrementos muy fuertes en apenas 30 días. El queso rallado, por caso, aumentó un 21,5 por ciento en el mes, lo mismo que los tipos semiduros, que se venden a más de 200 pesos los 100 gramos.

Mirá También:  Docentes, médicos y estatales: ¿quiénes cobrarán el bono de $20.000 de la Provincia?
Los quesos, tanto los bandos como los duros, tuvieron fuertes incrementos. (José Gabriel Hernández)
Los quesos, tanto los bandos como los duros, tuvieron fuertes incrementos. (José Gabriel Hernández)

La manteca también subió mucho, un 32 por ciento, para dejar el paquete de 200 gramos en primera marca en torno de los 400 pesos.

Por su parte, los productos secos y empaquetados subieron siete puntos en promedio, aunque el rubro se mostró relativamente “contenido” por el mantenimiento en el precio del pan francés (270 pesos), producto que tiene una alta ponderación en la canasta.

El resto de los artículos subieron, y mucho. El aceite aumentó casi 40 por ciento; los fideos secos, 27,3 por ciento; las gaseosas de primera marca, 16,8 por ciento; el café torrado 14,7 por ciento; y el azúcar, 10,3 por ciento.

Los otros productos de estas góndolas aumentaron por debajo de los 10 puntos, pero todos por arriba del cinco por ciento.

Las carnes tuvieron un alza general del 9,7 por ciento, aunque explicada por la ausencia en algunos supermercados de los cortes del programa oficial que ofrece precios especiales de saldos exportables.

De todos modos, el kilo de nalga de novillito ya ronda los 1.500 pesos, y en algunos centros comerciales el lomo se vende en torno a los dos mil pesos.

El pollo, por suerte, estuvo relativamente estable, siendo la opción de carne más económica, con un valor promedio de 309 pesos por kilo.

Infografía: Las subas más significativas de julio de 2022
Infografía: Las subas más significativas de julio de 2022

Los productos de limpieza del hogar y aseo personal aumentaron 8,4 por ciento, con los jabones de tocador (+39,3 por ciento) y el papel higiénico (+25,6) destacándose entre las subas del mes.

Finalmente, la denominada “góndola verde” también contribuyó al encarecimiento de la canasta general. En pleno invierno, casi todas las frutas y verduras mostraron alzas fuertes en sus precios, tal el caso de la cebolla (+65,2 por ciento), el zapallo tipo anco (+44,6), la papa (+35,5), y la banana (+25,7).

Se agudizan los faltantes

Con los precios volando por los aires, en julio se agudizó la falta de algunos productos y marcas en góndola.

La restricción en el aceite, que era el producto que mostraba más problemas de provisión tanto en las grandes superficies como en los pequeños comercios, se intensificó el mes pasado al punto que algunos negocios directamente no tenían unidades para ofrecer a sus clientes.

En uno de los centros comerciales sucedió que los repositores aparecieron en el pasillo respectivo con un palet de cajas de aceite, y no llegaron a colocarlo en la góndola ya que los clientes que estaban en el momento se llevaron todo, respetando la cuota de cuatro envases por familia.

En algunos súper, el aceite de girasol de litro y medio se vendía al valor definido por el fideicomiso acordado entre las aceiteras y el Gobierno nacional, de alrededor de 300 o 350 pesos. Pero en otros, el precio de venta al público para la misma presentación llegaba a superar los 700 pesos.

Mirá También:  Guido Lorenzino le reclamó a Facebook que mejore sus estándares de ciberseguridad

Así como con el aceite, también se pudieron ver góndolas semivacías en el caso de algunas marcas de arroz, azúcar, harina y café. En este último caso, el faltante de producto es realmente notorio, particularmente entre las marcas más reconocidas del mercado.

“Hay industrias alimenticias que están produciendo por debajo de sus posibilidades, y ello lleva a que entreguen mucha menos mercadería de la que necesitamos”, dijo Víctor Palpacelli, titular de la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Córdoba (Casac).

La venta de aceites sigue cuotificada en la mayoría de los súpermercados. (La Voz)
La venta de aceites sigue cuotificada en la mayoría de los súpermercados. (La Voz)

“A ello se suma –explicó–, que mucha gente se asusta con la suba de precios, y en ciertas categorías hace compras de varias unidades, lo que también presiona sobre nuestros stocks”.

Desde el Centro de Almaceneros de Córdoba, Vanesa Ruiz sumó entre las familias de productos con problemas en la provisión a las yerbas y algunos lácteos. “Aunque mejoró mínimamente la provisión de algunos productos básicos, siguen sin llegar completos los pedidos a los comercios minoristas”, subrayó.

Índice fernet

En julio, todas las bebidas –tanto las con y sin alcohol– sufrieron fuertes aumentos de precios. Desde las gaseosas y los jugos, hasta los vinos y las cervezas. Incluso el agua mineral. La suba promedio se ubicó entre el 10 y el 20 por ciento.

Pero hubo un producto que se destacó del resto: el fernet. Esta tradicional bebida italiana, muy popular entre los cordobeses, que principalmente la toman con gaseosa cola y hielo, aumentó un 30 por ciento en el último mes.

La botella de 750 cm3 de la marca más conocida y demandada pasó de los casi 1.000 pesos que costaba en junio a 1.300 pesos en julio.

Sumando una gaseosa cola de 2,5 litros de primera marca (que ya cuesta 350 pesos), el combo fernetero llega a 1.650 pesos, como mínimo. Y sin contar los hielos…

Menú diario

Según el relevamiento de los precios de los alimentos que realiza también mes a mes la Defensoría del Pueblo de la Provincia de Córdoba, en julio una familia tipo de cuatro integrantes necesitó entre 1.500 y 1.600 pesos por día para preparar los cuatro menúes diarios: desayuno, almuerzo, merienda y cena.

Hace un año, para preparar en la casa las mismas comidas se necesitaban alrededor de 950 pesos por día. La diferencia ronda el 70%.

Según el relevamiento de la Defensoría, en julio el precio de los alimentos, tomando las opciones más económicas, se encareció un 7,03 por ciento.

Deja un comentario

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *