La familia de María Esperanza Díaz, de 26 años, relata que la joven se mudó a Estados Unidos «en busca del Sueño Americano”. Sin embargo encontró el peor final. A los cinco días de su llegada la policía la encontró muerta en una vivienda deshabitada.
La joven venezolana, que vivía en Neuquén, se había instalado en la ciudad de Charlotte, en Carolina del Norte. Los vecinos de la vivienda donde se produjo el hallazgo del cuerpo informaron que la casa había estado desocupada por un largo período de tiempo pero habían notado movimiento de varias personas en la última semana y el portón abierto.
“Llegó el viernes, sana”, dijo su familia. “Se quedó en la casa de una de sus amigas y, según esa amiga, salieron el viernes. Luego, el sábado, su amiga dijo que un par de tipos que conocía los buscaron de la casa de los amigos de María”, agregaron.
Las primeras hipótesis apuntan a una sobredosis pero sus familiares insisten en que ella no consumía drogas, por lo que la investigación deberá considerar la posibilidad de que otra persona le haya suministrado esas sustancias.
