Una de las principales hipótesis que manejan los investigadores del crimen de Harold Canelo Crespín (40), el albañil cuyo cuerpo fue encontrado desmembrado, el 18 de agosto pasado, en un terreno baldío de Pontevedra, partido bonaerense de Merlo, es que el hombre habría sido víctima de un «plan macrabro elaborado con tiempo», por su pareja y dos personas más, con la intención de ser despojado de su casa, su auto y otras pertenencias, indicaron las fuentes.
Para los investigadores, la mujer con quien Canelo Crespín habría tenido una relación de pareja, Eliana Rocío Anabela González (36), fue «el cerebro» del plan y habría cometido el crimen junto a otro hombre, Víctor David Luján. Ambos quedaron detenidos acusados de ser coautores de «homicidio calificado». En tanto, la tía de Eliana, Norma Beatriz González, quedó imputada por «encubrimiento».
Según el fiscal a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción Nº 6 del Departamento Judicial de Morón, Sergio Dileo, el móvil del crimen habría sido el apoderamiento de todos los bienes del albañil, quien vivía solo y no contaba con familiares o allegados.
Las fuentes también aseguraron que el caso está «prácticamente esclarecido» gracias a la confesión de Norma González, y a las declaraciones de vecinos, quienes confirmaron el vínculo que la principal acusada mantenía con la víctima.
«Ya tenemos a todos los implicados detenidos y el caso está esclarecido en un 95 por ciento. Solo faltan algunas pericias y vamos cerrando el círculo», dijo a Télam una fuente con acceso al expediente judicial. Y destacó: «La velocidad con la que se trabajó» para descubrir la maniobra delictiva.
«Un plan macabro elaborado con tiempo»
«A Eliana la conoció en la iglesia, hacía uno o dos años que tenían una relación. Él decía que estaba bien, contento, pero era muy reservado», afirmó Julio, un vecino del barrio, en declaraciones al programa Cortá por Lozano. Canelo Crespín «trabajaba mucho para construirse su casa, la fue haciendo muy de a poco, con lo poco que iba ganando, compraba los materiales y la construía», sostuvo.
La principal hipótesis de investigación apunta a que «el plan macabro fue elaborado con tiempo», por Eliana González y Víctor David Luján, desde el momento en que la mujer «se dio cuenta de que su víctima no tenía familiares en el país y estaba solo».
De acuerdo a la reconstrucción de los hechos, Eliana golpeó a Canelo Crespín, con una botella, en la cabeza, y éste quedó desmayado; luego, Luján lo apuñaló varias veces. Posteriormente, lo descuartizaron y colocaron sus restos dentro de un bolsón utilizado para cargar arena. Finalmente, lo arrojaron a cien metros de su propia casa, en la calle Espejo 1245 de la localidad bonaerense de Pontevedra, en el partido de Merlo.
Hallazgo
El jueves 18 de agosto, cerca de las 17, cuatro chicos de 12 años que jugaban al fútbol en un descampado ubicado en la calle Espejo, entre Portela y Victorino de la Plaza, encontraron el cuerpo mutilado de Canelo Crespín y dieron aviso a un vecino, quien llamó al 911.
El cadáver estaba boca abajo, sin sus miembros y con una remera roja levantada hasta los hombros, dentro de una bolsa semiabierta. También se halló en el lugar un bolso deportivo negro con dos cuchillos, una hoja de sierra blanca, una frazada verde estampada, una sábana blanca con vivos rojos, una camisa a rayas y un jean con cinto negro, todas las prendas con manchas de sangre.
La autopsia arrojó que Canelo fue asesinado de, al menos, tres puñaladas en el cuello y que presentaba múltiples heridas de arma blanca en la cabeza, tórax y espalda, además de golpes.
Eliana González y David Luján se negaron a declarar en sus respectivas indagatorias; mientras que la tía de Eliana, Norma González, señaló que su sobrina y Luján mataron al albañil.
«Ella (Norma González) declaró que es inocente, que no sabía lo que había pasado, que ella solo la llevó en su auto a su sobrina hasta el lugar», dijo a Télam un investigador. Sin embargo, «quedó implicada a raíz de las contradicciones», pues ella había dicho también que su sobrina «quería quedarse con la casa y con el Ford Escort de la víctima, es decir, ya sabía del plan criminal», cerró la fuente.
