La Renga viene haciendo una gira por varios puntos del país y llegó a La Plata para brindar tres recitales en el Estadio Único «Diego Armando Maradona». En ese marco, miles de fanáticos vinieron a la ciudad para apoyar a la banda de Mataderos y algunos de ellos se instalaron con carpas, colchones y frazadas durante toda una semana en la rambla de 32.

Los seguidores comenzaron a aparecer en las inmediaciones del estadio provincial el viernes pasado, un día antes del primer recital que brindó el grupo. Sin embargo, tras ese concierto, muchos decidieron quedarse, ya que La Renga todavía tenía diagramados otros dos shows; uno de ellos el miércoles pasado.

Pero de golpe y en medio de la polémica por la suspensión de clases llegó la peor noticia: Chizzo Nápoli amaneció ese miércoles con fiebre, dolor de garganta y la banda anunció la suspensión del banquete; cuando en la rambla de la 32 ya se vivía una verdadera fiesta de previa. «El show fue modificado para el 7 de mayo», anunciaron.

La mala noticia golpeó a los rengueros. Pero sobre todo a los que se vinieron desde lejos a La Plata. Algunos, los que tenían entrada para el miércoles, no pudieron plantar bandera en la ciudad y esperar diez días hasta el 7 de mayo para ver el show (La Renga informó a que quienes no pudieran hacerlo se les devolvería el dinero del ticket).

Sin embargo otros decidieron quedarse, bancar la parada y resistir. Una buena cantidad de «Los mismos de siempre» quedaron varados en la rambla a la espera de los próximos recitales, soportando las inclemencias del tiempo y rebuscándoselas para generar ingresos que les permitan comer y continuar viviendo en nuestra ciudad.

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Tras la presentación que fue suspendida por la indisposición médica del cantante de la banda, 0221.com.ar se dirigió hasta el lugar y conoció de primera mano las increíbles historias de quienes desafían los límites de la pasión por la banda.

Uno de los grupos de la rambla estaba conformado por tres hombres y una mujer que viajaron desde del sur de Buenos Aires, Rosario y Chubut. Llegaron el viernes pasado a la ciudad y no tienen entrada para ingresar al estadio. Aseguran que vinieron a La Plata para disfrutar de lo que se vive en los alrededores del recital; pero se las rebuscan en el semáforo para intentar juntar plata y sacar el ticket. Esa es la esperanza. 

Ahora, venden artesanías y piden ayuda para sustentarse y así aguantan la estadía de La Renga en la ciudad. «Somos del sur de Buenos Aires, Rosario y Chubut, vinimos el viernes, pasamos lluvias y frío, nos falta un lugar para higienizarnos, pero seguimos a La Renga a todos lados», contó Pamela. Y agregó: «El miércoles me levanté re motivada porque tocaba La Renga y me fui a laburar a un semáforo, pero al rato nos avisaron que se había suspendido».

Respecto a cómo están atravesando su estadía en la ciudad, explicaron que «es diferente a otros lugares, es mucha ciudad. Acá es más bravo por el entorno, la Policía. En otros lugares es más tranquilo, los vecinos suelen acercarse y darnos comida y abrigo».

Son las 17 horas, empieza a bajar el sol y el frío asoma en la ciudad. Con un vistazo sobre una de las arterias más grandes de la ciudad se pueden ver varios fuegos que se empiezan a prenderse para combatir el clima y cocinar la cena.

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A los pocos metros aparece otro grupo de rengueros acampando. Ellos llegaron en las últimas horas con entradas para el recital suspendido y ahora se quedarán a la espera de poder asistir al concierto de este fin de semana.

Uno de los integrantes, que es de Entre Ríos y vende sahumerios para poder pasar sus días en la ciudad, cumplió años el miércoles con la noticia del show cancelado. Fue un baldazo de agua fría, pero decidió quedarse hasta el sábado e intentar ingresar con su ticket, que en realidad corresponde para la presentación del 7 de mayo.

El joven estaba acompañado por amigos de Santiago del Estero, La Pampa y La Matanza, quienes también hacían malabares en los semáforos, vendían artesanías y se las arreglaban para conseguir algo de dinero: «Somos de varios lados distintos y siempre venimos a los banquetes, hacemos de todo un poco», contaron. Sobre la relación con los vecinos, indicó que «hay gente piola, hubo algunos problemas con otra gente, pero nosotros nos llevamos bien con los vecinos».

Así pasan las horas «Los mismos de siempre» en la ciudad. Este viernes se espera que la histórica banda de Mataderos vuelva a probar sonido y, si el estado de salud de Chizzo mejora, el sábado será el segundo banquete. Los fanáticos vienen siguiendo a La Renga a lo largo y ancho del país en el marco del tour «Alejado de la Red»,  que tiene como próximo destino Corrientes.

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