Unas 46 personas indocumentadas que buscaban ingresar a los Estados Unidos fueron halladas muertas en un camión frigorífico en cercanías a una ruta principal de San Francisco, en Texas, a 250 kilómetros de la frontera con México.
«Los pacientes que vimos estaban calientes al tacto, sufrían de insolación, agotamiento por el calor, y sin señales de agua en el vehículo. Era un camión refrigerado, pero no había evidencias de que hubiese una unidad de aire acondicionado funcionando», informó Charles Hood, jefe de bomberos de San Antonio.
Según se agregó, 16 personas (12 adultos y 4 niños) estaban vivas dentro del camión y fueron trasladadas de urgencia a un hospital cercano.
El vehículo fue hallado cerca de la autopista I-35, una ruta que llega directo a la frontera con México, en medio de una ola de calor que azota a la región con temperaturas cercanas a los 40 grados centígrados.
Por su parte, el gobernador de Texas, Greg Abbott, responsabilizó al presidente Joe Biden por su política implementada de fronteras abiertas.
«Estas muertes pesan sobre Biden. Muestran las consecuencias mortales de su negativa a endurecer la ley», remarcó el gobernador.
A su vez, desde el Vaticano, el papa Francisco lamentó las muertes y pidió una oración para las personas que «perseguían la esperanza de una vida mejor».
«Que el Señor nos abra el corazón y estas desgracias no sucedan de nuevo», afirmó el Sumo Pontífice.
El Papa Francisco recordó además la tragedia ocurrida días atrás en Melilla, cuando 23 migrantes fallecieron al querer ingresar al territorio español cuando intentaron cruzar la frontera desde el norte de Marruecos en búsqueda de un futuro mejor.
