En la previa de las vacaciones de verano y con la mayoría de las reservas completas, crece la preocupación por los servicios públicos que podrían colapsar en la Costa Atlántica. A pocos días del inicio de una temporada que por primera vez en casi dos décadas promete una demanda sostenida desde estas fiestas de Fin de Año y por varias semanas consecutivas, la pregunta es cuál será la capacidad y calidad de respuesta que se podrá dar con los servicios públicos.

En primer lugar lo que podría tener alguna saturación es la provisión de agua, que suele tener sobresaltos focalizados por períodos y barrios, la energía eléctrica, que dependerá en buena medida de las temperaturas, y hasta se pondrá a prueba la resistencia de la red cloacal.

Vale destacar que con respecto a los servicios de luz y agua se han tomado previsiones ydesde la Empresa Distribuidora de Energía Atlántica (EDEA- Grupo DESA) confirmaron inversiones que incluye la puesta en servicio de una línea de alta tensión de 132 kv que cubrirá Mar Chiquita y zona norte de Mar del Plata. Otra similar se habilitará en próximos días en Parque Industrial para cubrir el frente sur y, entre otras mejoras, se repotenció una estación transformadora en pleno centro.

El último verano, sin tantos turistas, en determinados sectores de la ciudad los vecinos padecieron cortes de agua. Desde Obras Sanitarias General Pueyrredon aseguran que para esta temporada se reforzaron redes de suministro. “Habrá más de una veintena de nuevos pozos de abastecimiento para afrontar una mayor demanda”, aseguraron desde la empresa.

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Y en cuanto a redes cloacales, parece estar todo bajo control pero la expectativa por una demanda intensa y sostenida pasa por otros distritos. Por ejemplo Pinamar, donde el proyecto de una planta depuradora sigue demorado.

En tanto, otros servicios y actividades tendrán demoras y podrían verse colapsados en el verano de la costa bonaerense. En cuanto a los taxis, se decidió que “los titulares deberán prestar un servicio obligatorio mínimo de ocho horas por día en tres turnos, cubriendo las 24 horas.”, lo que implicaría que un tercio de los 2147 taxis que tiene Mar del Plata debería circular de 21 a 5, la franja que más sufren los usuarios.

Otro problema podrían ser los bancos, ya que encontrar cajeros demandará sumergirse en la siempre muy concurrida zona céntrica o algunas zonas comerciales para sacar dinero en efectivo. Según trascendió, ya hay gestiones de bancos públicos y privados para disponer puestos o trailers móviles en el acceso a la ciudad por Ruta 2, zona Alfar y alguno sobre la costa: “Los meses de pandemia volcaron a mucha gente a medios digitales de pago, lo que le va a quitar presión a la demanda de billetes”, explicó Guillermo Martínez, titular de la Asociación Bancaria de Mar del Plata.

Por último, en cuanto la gastronomía, que vive horas de plena expansión, los locales del rubro que habían cerrado el año pasado por la pandemia reabrieron con la misma u otras firmas y ahora la duda ahora es cómo responderá a una temporada que se prevé récord. “Vamos a necesitar clientes con un mayor margen de tolerancia porque va a haber mucha gente y las condiciones para los comercios han cambiado”, reconoció Hernán Szkrohal, vicepresidente de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica.

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