Desde este domingo, cuando arribe proveniente de Lisboa, el nuevo entrenador de Talleres, el portugués Pedro Caixinha, deberá afrontar una etapa de trabajo más que contra reloj y que no le permitirá casi tiempo para descansar.
Caixinha conoce al plantel por los muchos videos del equipo que vio desde el momento que el presidente Andrés Fassi lo llamó por primera vez para tentarlo a venir a la “T”. Mañana tendrá sus primeros minutos al frente de los jugadores.
Y sólo dispondría de cuatro días para comenzar a trabajar en campo hacer diagnósticos y tratar de que sus dirigidos incorporen rápidamente al menos dos o tres conceptos básicos de su credo futbolístico.
Esto si es que el partido contra Gimnasia, en La Plata, por la octava fecha de la Copa de la Liga Profesional se juega el viernes 1 de abril, como se presume y desean en la “T”.
Si pasa para el domingo 3 todo se le complicaría porque ayer se confirmó que el primer compromiso de la “T” por la Fase de Grupos de la Copa Libertadores será el miércoles 6, a las 19, en el Mario Kempes, frente a la Universidad Católica de Chile.
Muy poco tiempo para empezar a afrontar tantos desafíos por delante y más siendo un DT desconocido para el medio argentino.
Caixinha será el primer técnico portugués en dirigir en el país y el primer europeo en hacerlo en Talleres, después de dos uruguayos: Luis Cubilla, en la temporada 2003; y Alexander Medina, desde mediados de 2019 a fines de 2021.
Hacer pie en un país, fútbol y club nuevos requiere también de mucho trabajo, algo a lo que no le saca el cuerpo el entrenador que viene de ser despedido de Santos Laguna un mes atrás, después de sumar dos puntos en seis fechas en la Liga MX (lo mismo que le sucedió a su antecesor Ángel Guillermo Hoyos en la Copa de la Liga local).
Según quienes trabajaron o fueron dirigidos por él, es un obsesivo del entrenamiento, le dedica varias horas diarias al trabajo de campo y fuera de él; y pasa mucho tiempo viendo videos de los equipos rivales para planificar los partidos.
Además, habrá que ver cómo le cae, en los primeros semblanteos, a un plantel que viene sospechado de no haber “bancado” a Hoyos, pero que en los dos partidos del interinato de Javier Gandolfi, respondió en gran forma con dos triunfos seguidos: en la Copa Argentina frente a Güemes de Santiago, y contra Godoy Cruz.
Comprobarán en el campo si el portugués es el entrenador temperamental, gritón y de pocas pulgas que pintan los videos. No es lo que piensa, por ejemplo, el volante central uruguayo Fernando Gorriarán, a quien dirigió recientemente en el Santos Laguna. “No es gritón ni tiene mal carácter, con nosotros nunca tuvo problemas. Le importa mucho la persona, el costado humano del jugador, algo que para nosotros es muy importante”, según le dijo ayer a Mundo D.
El papel de Gandolfi
Caixinha llegará acompañado de tres colaboradores extranjeros, no anunciados todavía desde el club, pero que habrían trabajado con él en el club mejicano y serían el español José Francisco Belman González, asistente técnico y entrenador de arqueros; el portugués Pedro Fernandes Malta, asistente técnico y analista de videos; y su compatriota, el preparador físico Oscar Miguel Farias Fialho Tojo. A ellos se sumarán Gandolfi y “el profe” Mauro Ceruti, entrenador y PF institucionales.
El papel de Gandolfi volverá a ser clave en estos pocos días antes de jugar contra el Lobo platense. Seguramente el nuevo DT se apoyará mucho en él, ya que ha demostrado tener llegada al plantel, conoce a cada jugador e influyó en la reconversión anímica y futbolística del equipo. Y habrá que ver si tratará de no meter mano en el equipo que le dio dos triunfos seguidos a “Cobija” o si optará por hacer algunos cambios.
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