El fiscal Andrés Godoy imputó por favorecimiento de evasión culposa a los dos guardiacárceles que tenían que cuidar y no lo hicieron al preso que se escapó el pasado lunes a la noche del Hospital Córdoba, en la Capital. Se trata del violador serial Emilio Zacarías Bustos, quien fue recapturado horas después tras un dato preciso que recibió la Policía.

El fugado fue detenido en el domicilio de un allegado en barrio Avellaneda.

Zacarías Bustos había sido trasladado desde la Cárcel de Bouwer hasta el Hospital Córdoba para la realización de una de sus habituales diálisis. En plena sesión en un consultorio, el preso logró escaparse.

¿Cómo hizo? Sucede que al hombre le faltan dos dedos de una mano. Al parecer, aprovechando esa situación, logró zafar de las esposas y, ante un descuido, de dos jóvenes penitenciarios que debían montar guardia en una de las puertas del consultorio, se terminó escabullendo.

Precisamente, por este motivo, hasta ahora el reo no ha sido imputado.

Distinta es la situación de los penitenciarios, quienes sí quedaron imputados, aunque no detenidos.

El delito de favorecimiento de evasión culposa prevé una multa monetaria.

En paralelo, el Órgano de Control Disciplinario de las Fuerzas de Seguridad dejó en situación pasiva por seis meses a los dos empleados del Servicio Penitenciario de Córdoba.

El preso cumple condena por cinco violaciones contra mujeres en domicilios de Villa Allende y barrio Yapeyú en Córdoba.

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