En los ‘90 saltó del deporte a la política. Impulsado por el entonces presidente Carlos Saúl Menem, Daniel Scioli se involucró en la pelea por el poder. Hoy es un dirigente con mucha experiencia y en su forma de presentarse y expresarse, se parece mucho a su mentor, el fallecido expresidente riojano. Por sus modos, no es un político tradicional. Le cabe bien el rótulo de “personaje”.

Con tono mesurado de voz, que levanta cuando quiere reafirmar una definición, Scioli les responde Mauricio Macri y también a los cristinistas, con dos definiciones de su estilo.

“Me convertí en un dirigente con experiencia, constructor y confiable”, dice en referencia a aquella frase de Macri (“En qué te haz convertido, Daniel”), durante el debate presidencial de 2015.

Productivista. Con discurso de candidato presidencial, Daniel Scioli aseguró que el futuro del país está en hacer crecer el sistema productivo  (Ramiro Pereyra)
Productivista. Con discurso de candidato presidencial, Daniel Scioli aseguró que el futuro del país está en hacer crecer el sistema productivo (Ramiro Pereyra)

Sin nombrarlos, Scioli también responde a los kirchneristas duros, que en algún momento lo acusaron de traidor, por sus diferencias con Cristina Kirchner. “Soy un traidor que nunca traicionó”, dice, antes de soltar la primera carcajada, durante la entrevista con La Voz.

El jueves pasado estuvo en Córdoba, visitando la planta industrial de Iveco en Ferreyra. Lo hizo en su condición de embajador en Brasil, pero también como precandidato presidencial por el Frente de Todos.

–¿Está lanzado como precandidato presidencial?

–Dije acá estoy y cuenten conmigo, porque muchos peronistas me preguntaban si podía aportar en este momento del país. La situación exige que los dirigentes seamos previsibles, confiables y que conozcamos profundamente lo que está pasando. Ser embajador en Brasil me sirvió mucho. Me modernicé, aprendí a entender lo que está sucediendo en el mundo, gané experiencia y ahora tengo una mayor comprensión de la agenda del futuro de los países. Cambio climático, energías alternativas, nuevos procesos productivos. El mundo cambia y hay que capacitarse. No entré en la política para estar en una zona de confort. Soy embajador en Brasil y podría haberme quedado ahí tranquilamente, pero yo quiero comprometerme con el país. Siento que puedo aportar cosas. También tengo muy presente el 49% que me votó en 2015, como candidato presidencial. En aquel momento propuse un camino distinto al que presentó la oposición. El tiempo y la realidad me dieron la razón. Ahora en estas elecciones se van a presentar las mismas opciones: un shock de ajuste, pero más rápido, que ofrece Juntos por el Cambio, y un shock de expansión productivo que es el que yo propongo. La solución para el país no es el ajuste, es producir más. Eso es lo que yo represento. Defender y expandir el sector productivo.

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–¿Habló con el presidente Alberto Fernández y con Cristina Kirchner de su precandidatura?

–Con el Presidente tengo un trato cotidiano. Él me llamó un día y me dijo: “Daniel, tengo un problema con Brasil, por culpa de (Jair) Bolsonaro, con quien me cuesta hablar. Resolveme esa relación”. Los resultados están a la vista. Cuando asumí como embajador comencé una tarea de reconstrucción de la relación bilateral. Habíamos dejado de ser los socios principales de Brasil y terminamos el año pasado con el récord de comercio bilateral de la última década. Resolvimos problemas sectoriales, como la pesca, la uva, el pistacho. Además, el año pasado, Brasil fue un gran proveedor de energía eléctrica, el año pasado. A todo eso lo logré con un gobierno como el de Bolsonaro, con el cual tenemos grandes diferencias ideológicas. Ahora con Lula vamos por un plan integral de profundizar de la relación estratégica. Con la vicepresidenta siempre tuve una relación de respeto, más allá de algunas diferencias, pero siempre dentro del debate en el peronismo.

–¿Qué opinión tiene de la fuerte interna en el Gobierno nacional?

–Hay que ser justos y decir también que hay una fuerte interna en la oposición.

–Pero el Gobierno tiene la responsabilidad de gobernar, en un momento de crisis.

–Cuando llegue el momento de tomar decisiones, acordaremos. Además, están las Paso que es la herramienta democrática para dirimir las candidaturas. Me siento un constructor, un desarrollador, soy confiable y tengo experiencia. Vamos a poner en movimientos a las pymes para dar más y mejor trabajo. Es lo que les dije a los trabajadores de las fábricas en Córdoba, cuando las visité. Estoy acá para defender el trabajo de ustedes. Es lo que hice cuando fui dos veces gobernador de Buenos Aires.

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–Gestiones que fueron cuestionadas por muchos sectores….

–Fui el gobernador bonaerense reelegido con la mayor cantidad de votos ¿esas son las críticas? Orientamos la educación con escuelas técnicas para aportar al sector productivo. Dimos la mayor cantidad de créditos de la historia para el desarrollo de las pymes. No son promesas. Es lo que hice en mis gestiones. Ese es el camino y la solución de fondo para el país. Ahora me preguntan por el debate con Macri en el 2015, cuando el entonces candidato opositor me dijo en qué me había convertido. Me renové, me modernicé, hice autocrítica. Hoy me considero un hacedor, con experiencia y confiable. Por ejemplo, en Córdoba. Cambiemos nos ganó por una amplia diferencia en 2015. Entonces, yo que tengo que hacer, ¿enojarme? Noooo…. Venir, entender, explicar y convencer, sobre lo que quiero para el país.

–¿Su apuesta es ir a la Paso, sin esperar el respaldo del Presidente y la vice?

–Yo hago mis propuestas y la gente ve mi coherencia. Tengo un plan A, que ensanchar el sector productivo del país. Estoy enfocado en eso. No en discusiones sobre quién te apoya o no. Las Paso serán las que determinarán los candidatos, a través del voto de la gente.

–El gobernador Schiaretti es muy crítico del Gobierno nacional, ¿Lo ve afuera del PJ?

–Nadie puede dudar de que el gobernador Schiaretti es peronista. Además, un hombre con una gran experiencia de gestión. Entonces, hay que sentarse con él y escucharlo. Es un productivista nato y estoy seguro que tengo más coincidencias que diferencias con él. Como también con Martín Llaryora, a quien acompañé durante una visita a Brasil. Intercambiamos experiencias y tenemos muchas coincidencias.

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–Schiaretti dijo que el kirchnerismo tiene secuestrado al PJ, ¿qué opina de esta definición?

–Hay que hablar de futuro y de consensos. Mire, cuando llegué a Brasil, antes hablé con todos los anteriores embajadores argentinos. Cuando gané en Buenos Aires, hablé con todos mis antecesores. Hay que dialogar y construir, mirando al futuro, no al pasado.

–¿Qué piensa de la grieta que hay entre oficialismo y oposición?

–Si el pueblo argentino me da una oportunidad, yo termino rápido con la grieta. Y no son palabras. Es lo que hice en toda mi carrera política: dialogar para conseguir consensos. Me relaciono con todos los sectores y soy un conciliador nato. A veces algunos sectores políticos llevan las disputas a niveles que no colaboran con el país. Siempre fui un moderado, pero firme en mis convicciones. Tuve adversidades y las superé. Perdí elecciones y lo tomé con grandeza, como la última presidencial de 2015, cuando perdí por un punto. Me enfoco en lo que me tengo que ocupar para resolver los problemas.

–¿Le ve salida a la crisis que atraviesa el país?

–No sólo que le veo salida, estoy convencido de que Argentina tiene un gran futuro. Tenemos todo para producir más. El mundo necesita lo que nosotros producimos. Cuando llegué a Brasil la relación estaba muy dañada. Me puse a trabajar y revertí la situación. Si no creyera que no hay salida, no haría política. Estoy convencido de que tenemos un gran futuro.

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