Las inmobiliarias buscan este artilugio par protegerse de la inflación. En varias ciudades del mundo los contratos son por 10 años. 

Uno de los aspectos más complicados de tener una economía indexada por alta inflación es lograr un consenso sobre la regulación de los alquileres inmobiliarios. Mientras en varias ciudades del mundo los contratos son por 10 años y con precio «controlado» (el mismo del primer mes al último), en Buenos Aires se firman por apenas dos y con ajustes semestrales.

Según un estudio privado, tras la crisis financiera y la devaluación que arrancó en 2018, los propietarios «perdieron rentabilidad» en 2019 y ahora plantean acuerdos en dólares para cubrirse. Así como los precios de venta se pactan en dólares mientras los salarios de los trabajadores son en pesos, el mercado inmobiliario no duda en plantear la posibilidad de extender esa opción para la renta de la vivienda permanente.

A la par, en el Congreso espera la Ley Nacional de Alquileres que introduce ciertos controles y una «flexibilización» de los requisitos, pero también que el ajuste del precio sea por inflación, una cuestión por demás controversial. De hecho, en plena recesión, los contratos «a ojo» que no anticiparon los niveles de inflación terminaron beneficiando a los inquilinos.

Así lo confirma el estudio de Zonarop, que asegura que en 2019, por segundo año consecutivo, los precios de los alquileres ajustaron por debajo de la inflación. En 2018, los alquileres acumularon una suba de 36% con una inflación de 48%. Y el año pasado fue de 32,8% contra el 54% oficial.

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Ocurre que, al mismo tiempo, «la historia de los precios de los alquileres expone que la dinámica salarial marca un límite a la velocidad de ajuste del alquiler: sus valores no pueden subir mucho más que lo que sube el ingreso de los asalariados que son quienes deben pagar a fin de mes«, según se evaluó ZonaProp

La plataforma inmobiliaria concluyó: la rentabilidad del alquiler se redujo a la mitad: cayó desde el 5,6% del precio de compra en diciembre 2017 al 2,7%. El nivel más bajo de los últimos 8 años.

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