En un mundo donde la tecnología ha facilitado la comunicación instantánea y las reuniones virtuales, programar un encuentro sigue siendo un dolor de cabeza. ¿Cómo es posible que, en una era tan avanzada, una tarea tan simple como encontrar una hora para reunir a un grupo de personas se haya vuelto tan frustrante? Investigadores de la Universidad Case Western Reserve decidieron abordar este problema aparentemente trivial con las herramientas de la física y las matemáticas, y sus resultados revelan algo sorprendente: la dificultad de coordinar horarios no es solo cuestión de paciencia, sino un reto matemático de gran magnitud.
El estudio, publicado en el European Physical Journal B por Katherine Brown, Harsh Mathur y Onuttom Narayan, utiliza modelos estadísticos para desentrañar por qué la tarea de programar una reunión se complica tanto cuando el número de participantes aumenta. Lejos de ser un simple problema de organización, sus hallazgos muestran que la coordinación de múltiples personas para elegir un horario común es un desafío que escala de forma exponencial. Y eso, según los investigadores, lo convierte en un problema “exponencialmente difícil”, similar a los que enfrentan los científicos en la física o la informática.
Este es el motivo científico por el que coordinar una reunión te parece una pesadilla. Foto: Istock / Christian Pérez
La matemática detrás del caos
Para entender por qué coordinar horarios es tan complicado, los investigadores partieron de un modelo básico. Imaginemos una situación en la que queremos encontrar un horario de reunión entre varias personas. A cada participante se le da una lista de posibles horarios y se le pide que indique cuáles puede y cuáles no puede atender. A medida que aumenta el número de personas involucradas, la probabilidad de que todas estén disponibles en un mismo horario disminuye drásticamente.
Este fenómeno tiene su base en la combinatoria (una rama de las matemáticas que se ocupa de contar, ordenar y analizar las posibles combinaciones y permutaciones de un conjunto de elementos): cada vez que un participante descarta un horario, se reduce la cantidad de opciones comunes posibles.
Pero lo que hace que este problema sea tan interesante desde un punto de vista matemático es que la disminución no es lineal, sino exponencial. En otras palabras, si tenemos solo a tres personas intentando coordinar un horario, el número de posibles combinaciones viables no disminuye tanto; pero cuando llegamos a cinco o más participantes, la probabilidad de encontrar un horario que funcione para todos comienza a caer de manera drástica.
En ocasiones, encontrar un día para una reunión es más complicado de lo que parece. Foto: Leonardo.ai / Christian Pérez
Un reto que crece exponencialmente
El estudio de Case Western Reserve se apoya en un concepto clave de las matemáticas: el crecimiento exponencial. Cuando el número de participantes aumenta, el número de horarios que deben revisarse también lo hace, pero de forma exponencial. Esto significa que, por ejemplo, si coordinamos una reunión con cinco personas, necesitamos revisar una cantidad mucho mayor de horarios que si solo tuviéramos tres participantes, y el esfuerzo requerido se multiplica a medida que añadimos más personas al grupo.
Los autores del estudio demostraron que, a medida que el número de participantes crece, la probabilidad de éxito para encontrar un horario común cae abruptamente. Para grupos de cuatro personas, la probabilidad de que exista un horario común aceptable sigue siendo relativamente alta. Sin embargo, para cinco o más personas, la probabilidad de éxito cae a menos del 50%, y sigue disminuyendo de manera drástica conforme se añaden más individuos.
Este comportamiento puede compararse con un fenómeno físico conocido como “transición de fase”. Al igual que ocurre cuando el agua pasa de estado sólido a líquido o viceversa, hay un punto crítico en el que el sistema —en este caso, la búsqueda de un horario común— sufre un cambio abrupto. En el caso de las reuniones, este “punto de transición” ocurre cuando el número de personas llega a un umbral en el que es prácticamente imposible encontrar un horario que funcione para todos.
No siempre las personas están del todo disponibles. Foto: Leonardo.ai / Christian Pérez
Más allá de la programación de reuniones
Aunque este estudio se centró en un problema tan cotidiano como programar reuniones, sus implicaciones van mucho más allá. Los autores sugieren que este mismo tipo de análisis matemático puede aplicarse a una amplia gama de problemas en los que se necesita llegar a un consenso. Desde algo tan trivial como decidir qué aperitivos pedir en un restaurante hasta escenarios complejos como la redacción de informes sobre políticas internacionales, la dificultad de encontrar un acuerdo entre varias personas sigue las mismas reglas que la programación de reuniones.
Un ejemplo relevante es la creación de acuerdos climáticos internacionales. En estos casos, cada país tiene sus propias restricciones y prioridades, lo que hace extremadamente difícil llegar a un consenso que todos puedan aceptar.
El estudio sugiere que este tipo de problemas puede analizarse utilizando los mismos modelos matemáticos empleados para estudiar la programación de reuniones, destacando la utilidad de las matemáticas para abordar problemas complejos de toma de decisiones grupales.
Mujer de negocios hablando con sus colegas durante una reunión en una sala de juntas. Getty Images/iStockphoto
La física y las matemáticas de lo cotidiano
Lo más increíble de este estudio es cómo conecta un problema cotidiano con conceptos de física avanzada. Harsh Mathur, uno de los autores, señala que el fenómeno de las “transiciones de fase” —un concepto clave en la física— puede observarse en la programación de reuniones. Así como el hielo se derrite en agua cuando la temperatura alcanza un punto crítico, la probabilidad de éxito en programar una reunión disminuye drásticamente cuando se alcanza un umbral en el número de participantes.
Este paralelismo entre fenómenos físicos y problemas de organización demuestra que las matemáticas y la física pueden ofrecer perspectivas valiosas para entender y resolver desafíos cotidianos. En este caso, la dificultad de coordinar una reunión no es solo una cuestión de disponibilidad o falta de organización, sino un reto profundamente arraigado en las reglas del azar y la estadística.
La solución no es tan simple
Aunque el estudio aporta una comprensión profunda de por qué coordinar reuniones es tan difícil, las soluciones prácticas no son tan fáciles de implementar. Los autores sugieren que, en teoría, el único modo de garantizar que una reunión pueda ser programada con éxito es aumentar exponencialmente el número de horarios posibles a considerar. Sin embargo, esto rara vez es factible en la práctica, ya que los calendarios de las personas suelen estar limitados por compromisos previos.
Entonces, ¿cómo podemos mejorar la programación de reuniones? Aunque el estudio no ofrece una solución definitiva, sugiere que comprender la matemática detrás del problema puede ayudarnos a ser más realistas en nuestras expectativas. En lugar de frustrarnos cuando no podemos encontrar un horario común, deberíamos entender que el problema no es de organización, sino de probabilidad.
Este estudio pone de manifiesto que las matemáticas no solo son útiles para resolver problemas abstractos, sino que también pueden ayudarnos a entender los desafíos que enfrentamos en nuestra vida diaria. La programación de reuniones, lejos de ser un simple problema de organización, es un reto matemático complejo que sigue las mismas reglas que los fenómenos físicos como las transiciones de fase.
Así que la próxima vez que intentes coordinar una reunión y te resulte imposible encontrar un horario adecuado para todos, no te desesperes. Recuerda que lo que estás enfrentando no es solo un problema logístico, sino un desafío matemático profundamente arraigado en las reglas de la probabilidad.
Referencias:
- Brown, K., Mathur, H. & Narayan, O. Scheduling meetings: are the odds in your favor?. Eur. Phys. J. B 97, 120 (2024). https://doi.org/10.1140/epjb/s10051-024-00742-z