La derecha discute abiertamente «flexibilizar» el mercado común, como pide Bolsonaro, por los buenos números del candidato blanco Lacalle Pou, adelante del Frente Amplio.

Próximo al río se observa un edificio emblemático de Montevideo que data de 1909, de estilo pintoresquista, donde funciona la sede del Mercosur.  Supo ser el Parque Hotel, que emulaba a los hospedajes de la costa francesa. Bien podríamos imaginar a sus huéspedes leyendo el diario El País, que el año pasado cumplió cien años. Ese medio, tradicionalmente vinculado al Partido Nacional (Blanco),  habla «del Mercosur que se viene», que según los expertos, «podría ser más flexible», siguiendo los designios del mandatario brasileño Jair Bolsonaro.  Aún con contradicciones, Uruguay con el Frente Amplio (FA) tuvo un papel simbólico a favor de la integración regional y reforzó el apego a los principios democráticos en una región corrida a la derecha.

Es precisamente «flexibilizar» el bloque integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay la propuesta del candidato blanco Luis Lacalle Pou, en una alianza que abarca  desde la ultraderecha de Cabildo Abierto, pasando por los colorados hasta la pretendida socialdemocracia del Partido Independiente. «Trabajar por una flexibilización de las reglas del Mercosur relativas a la búsqueda de otros acuerdos comerciales por parte de los Estados miembros», señala el programa.

De cara al ballottage de este domingo 24 de noviembre, el exsenador lidera los sondeos con una intención de voto de entre 49 y 51,5 por ciento ante el frenteamplista Daniel Martínez, quien obtiene un apoyo de 43 a 44,5 por ciento.

Mientras que todo el merchandising del Partido Nacional sugiere que «está bueno cambiar», el del Frente Amplio apuesta por «defender las conquistas» y continuar avanzando, tras 15 años de gobierno. «Vamos por el cuarto FA», enuncia una pintada en alusión a un cuarto mandato de la coalición progresista. Martínez, exintendente de Montevideo, es una apuesta a la renovación en un espacio dominado por líderes históricos como José Pepe Mujica y Tabaré Vázquez.

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«Creo en un Mercosur con un nivel de colaboración enorme. Nuestro objetivo es sumar, trabajar y hacer que nuestros pueblos se hermanen. El Mercosur siempre tuvo la meta inconclusa de la complementariedad», dijo Martínez. Además, el candidato socialista defendió el acuerdo del bloque sudamericano con la Unión Europea. «Uruguay lo defendió y lo negoció aunque todavía hay un montón de capítulos, sobre todo industriales, que quedaron para seguir negociando».

Lacalle Pou afirmó en el último debate con Martinez que fue un error de la coalición de centro-izquierda no haber acordado un Tratado de LIbre Comercio (TLC) con Estados Unidos en 2007. Un asunto que generó un fuerte debate al interior del FA y que se zanjó archivando la iniciativa.

La primera vuelta del 27 de octubre coincidió con los comicios en Argentina. Días antes Alberto Fernández y Daniel Martínez se encontraron en Buenos Aires dando muestras de cercanía y buen entendimiento. Y luego, como presidente electo, Fernández viajó a Montevideo para reunirse con Tabaré Vázquez y con Daniel Martínez con la mira puesta en la segunda vuelta. Los puentes se tendieron además como integrantes del Grupo de Puebla.

Juan Castillo, senador del Frente Amplio por el Partido Comunista, habló con este diario sobre el significado de la elección en el país vecino. «Si teníamos que identificar en Uruguay una cara visible de un gobierno neoliberal esa era la de Macri. Subió con un discurso y puso en práctica otra cosa, que fue gobernar para los ricos y las clases dominantes». Castillo, que fue dirigente sindical 29 años, puso en contexto la derrota de la derecha en Argentina. «Macri es la expresión pública del neoliberalismo en la región;  condenó al pueblo a la miseria y al hambre en uno de los países más ricos de alimentos. Que esa concepción reaccionaria y neoliberal haya sido derrotada es una muy buena señal para el resto de los pueblos de Sudamérica».

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Hay quienes prevén una fuerte disputa ideológica entre el mandatario de Brasil, Jair Bolsonaro, y Alberto Fernández, los socios más grandes del Mercosur. Citado por El País, el analista Agustín Iturralde se pregunta por un escenario hipotético: ¨¿Qué pasa si Brasil se va del Mercosur y nos ofrece irnos con ellos?. Es nuestro principal cliente en la región».

Con todo, es sabido que Bolsonaro dijo que se encuentra «más alineado a los pensamienos liberales y económicos» de Lacalle Pou y no asistirá a la toma de posesión de Alberto Fernández, el 10 de diciembre. El mandatario ultraderechista brasileño va a ser el anfitrión de una cumbre del Mercosur el 5 de diciembre.

Juan Castillo dijo casi sorna que «Bolsonaro faltó a la clase de diplomacia. Hizo declaraciones inoportunas, no saludó a Fernández reconociendo el triunfo y además dijo que sintoniza con Lacalle Pou. Si yo no tuviera argumentos para decirles a mis compatriotas por qué tienen que votar a Martínez alcanza con que lean y escuchen a Bolsonaro». Y agrega: «frente a una Sudamérica convulsionada tendríamos que valorar los cambios que ha habido en Uruguay, los avances en materia de derechos y equidad social»,

El Golpe en Bolivia

El grave escenario en Bolivia, un estado asociado al Mercosur, se metió en los debates en Uruguay.  El gobierno de Tabaré Vázquez condenó el golpe de Estado y cuestionó al uruguayo Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos. «En Bolivia se produjo una ruptura del orden institucional (..) el secretario general de la OEA se ha excedido nuevamente en sus funciones al reconocer a la señora Jeanine Añez como presidenta interina, cuando se trata en realidad de una autoridad de facto». Además,  el senador electo José Mujica envió una carta a la autoproclamada presidenta para que cese la represión.

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Sin embargo, en la coalición opositora se escucharon voces disímiles. Ernesto Talvi, expresidenciable del Partido Colorado, aseguró que Lacalle Pou coincide con Cancillería en calificar la situación de Bolivia de golpe. «Hablé con el doctor Lacalle Pou y coincidimos en el fraude electoral, reconocemos las graves irregularidades que denunció la OEA, pero también reconocemos lo irregular de la forma en que Evo Morales fue destituído».

El senador electo discrepó con la postura de Guido Manini Ríos, de Cabildo Abierto. El excomandante del Ejército sostuvo que las Fuerzas Armadas en Bolivia «se pusieron del lado del pueblo». Talvi, que suena para Cancillería, le refutó: «¿qué pensaríamos los uruguayos si un presidente organiza un fraude?. ¿Què pasaría si el comandante en jefe de las Fuerzas Armadas le sugiriera al presidente que tiene que abandonar el poder?, cómo lo llamaríamos a eso?.

De uno y otro lado, coincidieron en elogiar el sistema electoral uruguayo.

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