Las peñas que celebran el Éxodo Jujeño en Córdoba están muy altas en la consideración de Peteco Carabajal.

Es que en una de ellas, la celebrada en 1996 y en la cancha de básquet de General Paz Juniors, el folklorista santiagueño grabó en vivo con una banda de apoyo suntuosa e invitados de la talla de Mercedes Sosa, León Gieco y Víctor Heredia.

Resultó el disco Historias populares, un mojón que consolidó su estatus solista tras varias décadas de sembrar chacareras y cosechar amor de pueblo como miembro de proyectos colectivos (Santiago Trío, Los Carabajal, MPA y Santiagueños) o como alma gemela de su comprovinciano Jacinto Piedra, fallecido en 1991.

Ya sólo por este antecedente le resulta especial a Peteco su regreso a la peña del Éxodo Jujeño de este viernes, en el Comedor Universitario.

Pero hay un dato más: a diferencia de aquel Juniors de 1996, en el que su nombre encabezó una vibración artística colectiva, aquí llega como un miembro más de Riendas Libres, un cuarteto que comparte con Ricky Chazarreta (guitarra) y sus hijos Homero Carabajal (piano) y Martina Ulrich (batería y percusión).

“Fue hermoso aquello de celebrar semejante fiesta popular con Mercedes, León y Víctor; y de aprovechar la vibración que generó para grabar en vivo”, dice Peteco en Zoom con VOS.

“Recuerdo que por entonces trabajaba con (el mánager) Fernando Iborra. Me contó la idea de los estudiantes jujeños y le dije ‘de acuerdo, dale, vamos a meterle’. Ellos habían trabajado duro para darle un marco increíble. Ese vivo es impresionante, todos los temas famosos cantados por miles de personas”, añade.

“Ahora reaparecen para convocarme con Riendas Libres y permitirme volver al Comedor Universitario que es un espacio muy vinculado a la tradición peñera de Córdoba. Estoy muy agradecido por eso y ojalá que salga todo bien, que a la gente le guste lo nuestro”, completa.

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-¿Por qué esta formación que primero fue trío y luego se expandió a cuarteto?

-Porque en 2017, más o menos, sentí que la cosa solista ya estaba. Los caminos santiagueños es mi último disco en esa condición. Lo hice con Juancho Farías Gómez, Jorge Cumbo, Daniel Patanchón, Martina y Homero… Y después de publicarlo, sentí que ya estaba. Si insistía como solista, hubiera sido pura inercia. Me refiero a eso de juntar repertorio para presentarlo con este grupo o con aquél para mantener mi nombre a flote. Tenía ganas de volver a la mística de pertenecer a un grupo. De tener una opinión más, no la única. Sacarme un poco de las espaldas el tener que jugármela solo. Por más que tengas un grupo muy unido como respaldo, al ser solista todo responsabilidad tuya.

-Pero seguiste optando por la variante familiar.

-Seguí con Homero y Martina por la cercanía. Y con Homero empezamos a trabajar juntos en la composición, algo muy lindo para mí. Es un compañero muy justo, porque tiene condiciones para la composición musical y otras para escribir. Es bueno escribiendo, haciendo melodías, tocando, arreglando. He decidido seguir ese camino con ellos. Y he decidido ser uno más a pesar que ellos me dicen “el líder”. Yo descanso. La estamos llevando adelante con simpleza.

“Peteco Carabajal sabe que evitar la referencialidad es una misión cada vez menos imposible, entonces Riendas Libres se aggiorna como cuarteto y amortigua la música con un tinte que no se limita”, dice un respaldo promocional de la banda, caracterizada como “una pequeña orquesta de resiliencia” y a punto de publicar Un viaje, su disco debut.

-Al ser parte de un grupo vas en contramano de una tendencia general que entroniza al nombre propio.

-Fue a propósito. Eso se correspondió con los ‘90, años de individualismo de nuestra sociedad, y ha hecho (aún lo hace) que las cosas bajen de calidad.

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-¿Por qué creés que es así?

-Porque un artista que recién comienza, que tiene el toque de suerte que se necesita para sobresalir, se lo considera creador y resulta que no lo es, que es el mercado el que lo pone como tal. Sus canciones son del productor en gran medida y para atender una demanda puntual. Ya van 10 años o más que la música popular no genera repertorio para el futuro. Son canciones livianas, que pueden ser exitosas y hasta lindas, pero son livianas. Ante eso dije “Voy a dar una muestra de que se puede hacer música popular de otra manera”. Y revaloricé el trabajo en grupo porque, básicamente, ha sido mi escuela. Los Carabajal, cantando en familia, respetando y marcando una línea de repertorio. MPA después, Santiagueños con Jacinto Piedra y Juan Saavedra. Si Jacinto hubiese permanecido con nosotros, hubiésemos seguido… No sé. He quedado solo en ese momento y le hice caso a León Gieco, que me decía “¿Y vos cuándo vas a grabar tus propias canciones?”

-León fue clave para que seas solista, entonces.

-Me alentó, sí, pero ya tenía en claro que debía hacer lo mío. Y me he nutrido de compañeros para poder hacerlo. Hoy es el tiempo de Riendas Libres y lo mío sigue a su modo. Me veo como Yupanqui: cuando me toque cantar solo, lo haré sentado y contando historias entre temas… Pero la cosa de adrenalina y apuesta, la llevo adelante con Riendas Libres. Hay otros planes para destacar…

-¿Cuáles? Te escucho.

-Llevo cerca de 48 años de trayectoria porque empecé con Santiago trío, junto a Roberto Carabajal y Shalo Leguizamón. Bueno, vos volvemos a juntar. Estamos cantando mejor y tenemos todo repertorio nuevo, sin nada que responda a un requerimiento de mercado. Por otro lado, grabaré todas las composiciones que hice en la pandemia, junto a Lito Vitale y con aportes de “Popi” Spatocco, Luis Gurevich y León. Se titulará Legado popular y lo iré subiendo a medida que lo vaya realizando, con orquestas de todo el país. Será mi De shuaia a La Quiaca personal.

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-¿Seguís de cerca la evolución del folklore o de la música de raíz nativa o te enfrascás en tu propia vibra? ¿Has escuchado algo que te haya conmovido?

-No hace falte que indague porque todo me llega. Cada cosa que se graba, me la hacen llegar. Cuando me subo al auto escucho en Radio Nacional lo nuevo, lo de antes. Veo que ese entusiasmo que hemos despertado en los ‘80, recién a partir de 2000 o 2010 les está llegando. Y tratan de aprovecharlo sin profundizar mucho. Sin curtirla, digamos. De pronto, en un grupo se ponen un montón de atuendos superficiales que le corresponden a un rockero o a un cantante latino. Y las composiciones van por ese lado, una mezcla de rumba flamenca con taquirari. Y suman charanguito para que resuene folklórico pero es un híbrido. Pareciera que se mueren por tener el propio reguetón… Y con la chacarera pasa lo mismo…

-¿Sí?

-Dime qué chacareras tienes en la memoria de las 10 mil que se han hecho en la última década. Todos quieren pegarla. Por un lado me da bronca, pero por otro digo “mejor para mí”.

En vivo

Riendas Libres actuará este viernes en la conmemoración de los 210 años del Éxodo Jujeño, a realizarse en el Comedor Universitario. Los organizadores convocan a las 22. Completan la grilla Capi Nieva, Proyección Salamanca, Sabor Canela y Coroico. Anticipadas a $1.100 en Disquería Edén (Obispo Trejo 15) y en www.edenentradas.com.ar.

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