Una espera que lleva 10 años
Tal como sucedió en audiencias preliminares que se desarrollaron semanas atrás en torno del comienzo y los preparativos para otros juicios de lesa humanidad que permanecen atrasados en la jurisdicción de La Plata, las querellas insistieron en la puesta en marcha del debate bajo un sistema de etapas.
No presentaron objeciones al inicio remoto de la etapa de lectura de acusaciones e indagatorias. Las querellas unificadas de las Secretaría de DDHH de la Nación y la Subsecretaría de DDHH de la Provincia platearon la posibilidad que el debate se realice en etapas y que se comience por el material probatorio fílmico, de lectura y de los testimonios de aquellos testigos que por encontrarse en otras jurisdicciones o en el exterior estaba previsto que declararan de modo remoto, informaron desde el gobierno provincial.
“Para la etapa de producción de prueba solicitamos que haya una nueva ronda de discusión respecto de cómo seguir”, añadió la abogada querellante de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre Guadalupe Godoy. «La intención es oportunamente evaluar, en función de la situación sanitaria, la posibilidad de que puedan retomarse las audiencias de forma presencial con protocolos y condiciones adecuadas», precisó la subsecretaría bonaerense en un comunicado.
La garantía de la publicidad del debate fue otro de los puntos reclamados por las querellas. Las partes solicitaron que las audiencias se transmitan a través de la Comisión Provincial por la Memoria y el medio autogestivo La Retaguardia, ambos con autorización para hacerlo.
El juicio es uno de los más esperados en la jurisdicción ya que lleva casi una década de elevado a juicio. Después de varios amagues, y luego de que finalmente el TOF 1 de La Plata contara con los tres jueces subrogantes necesarios para funcionar, había fijado fecha de inicio para este debate el 5 de mayo pasado. Sin embargo, la pandemia de covid-19 y el aislamiento social, preventivo y obligatorio que se ordenó en todo el país para evitar su propagación obligó a su reprogramación. En el medio, uno de los magistrados renunció al tribunal, que debió buscar un nuevo integrante. Finalmente, Ricardo Basílico ocupó el puesto vacante, que compartirá con los jueces de San Martín Walter Venditti y Esteban Rodríguez Eggers.
A partir de la unificación de varios tramos de las dos causas que investigan los crímenes que tuvieron lugar en los centros clandestinos conocidos como pozos de Banfield y Quilmes, los más grandes que funcionaron dentro del Circuito Camps, con involucramiento fuerte de la Policía bonaerense, repasará secuestros, torturas, homicidios, abusos sexuales y apropiaciones de bebés cometidos contra 419 víctimas. Se prevé que cerca de 400 personas ofrezcan testimonios. Según lo previsto por el TOF, que tiene a su cargo por lo menos otros tres juicios de lesa humanidad en La Plata –los que repasarán los crímenes de 1 y 60, el centro clandestino El Infierno y la Comisaría 8va– el debate contará con audiencias semanales.
Entre los 19 imputados se encuentra el genocida Miguel Osvaldo Etchecolatz. También se sentarán en el banquillo de los acusados quien fue ministro de Gobierno bonaerense durante la dictadura Jaime Lamont Smart y Juan Miguel Wolk, que espera el debate preso en su casa de Mar del Plata, sin condena. Desde que las causas fueron elevadas a juicio, tres represores involucrados en los crímenes de Banfield y Quilmes fallecieron sin ser juzgados.