El Parlamento de Portugal aprobó este miércoles la despenalización del consumo de drogas sintéticas con una ley que las equipara al régimen de las sustancias clásicas y al mismo tiempo elimina el criterio de la cantidad de dosis a la hora de diferenciar entre consumidor y traficante, a pesar de los recelos expresados por especialistas.

Los diputados le dieron el visto bueno al proyecto elaborado a partir de dos propuestas de los socialistas, que tienen mayoría absoluta, y del líder de la oposición, el PSD (centroderecha), que despenalizan el consumo de nuevas sustancias psicotrópicas.

Las nuevas sustancias se equiparan a las drogas clásicas, para que la posesión destinada al consumo no sea considerada delito.

Diferenciar un traficante de un consumidor

El objetivo es diferenciar entre los traficantes y los consumidores y que estos puedan recibir tratamiento, en un momento en el que aumentaron las hospitalizaciones psiquiátricas vinculadas al consumo de estupefacientes sintéticos, sobre todo en los archipiélagos de Madeira y Azores.

Este enfoque ya se aplica desde el año 2000 en Portugal a las drogas clásicas, con una política basada en priorizar la salud pública.

La ley establecía hasta ahora que la posesión de hasta diez dosis no se consideraba tráfico y no se podía castigar, pero los socialistas fueron más allá y eliminaron el criterio de la cantidad.

A partir de ahora, la cantidad de droga será sólo un «indicio» y no un criterio condenatorio, para que los jueces evalúen con más libertad la situación a fin de determinar si una persona es un traficante o sólo un consumidor.

El desafío de la justicia y las fuerzas de seguridad

«Alguien encontrado con 15 dosis, porque vive en el interior del país y va a un centro urbano a comprar más barata la droga para consumo propio, no puede ser automáticamente tratado como un criminal y condenado a una pena», explicó la diputada socialista Cláudia Santos, en el inicio de la tramitación parlamentaria.

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La propuesta causó recelo entre especialistas, por el miedo a que los traficantes puedan justificar la posesión de drogas al eliminar el criterio de la cantidad.

Varios miembros del Ejecutivo socialista también pidieron «prudencia» a los legisladores e insistieron en que la ley debe permitir que haya una distinción clara entre consumidores y traficantes.

«Conviene no aumentar las dificultades que las entidades policiales y judiciales tienen en el terreno para conseguir hacer lo que deben hacer», sostuvo el ministro de Sanidad, Manuel Pizarro.

El titular de Administración Interna, José Luís Carneiro, advirtió que «debe haber una ponderación muy grande» para que haya una «buena aplicación de la ley por parte de las fuerzas de seguridad».

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