El pesar por la muerte de la periodista y docente Felisa Stangatti invadió a sus familiares, allegados y colegas, quienes durante toda la jornada del jueves la recordaron con enorme cariño. Tanto su pasión en el ejercicio de la docencia en la Facultad de Periodismo como su profesionalismo y calidez en las relaciones que estableció en su trabajo en la comunicación institucional o en distintas reparticiones públicas, fueron los valores más destacados.
Felisa tenía 42 años y falleció después de pelearle a una grave enfermedad, generando un inmenso dolor en quienes conocían su situación y consternación entre los que no estaban al tanto. La noticia de la muerte fue difundida por la Facultad de Periodismo donde daba clases: «La Facultad expresa su profundo dolor y tristeza por el fallecimiento de nuestra compañera Felisa Stangatti, docente de Periodismo», fue el mensaje. Rápidamente, las expresiones de tristeza se multiplicaron, así como las condolencias para sus familiares.
Había nacido el 27 de diciembre de 1979 y se identificaba como peronista. No era para menos, pues había nacido en el seno de una familia netamente identificada con ese movimiento y en la ciudad que es considerada su cuna. Era hija de Mariana González y Luis «Gato» Stangatti, histórico dirigente de Berisso, donde fue funcionario y luego enfrentó a otro líder, como era Néstor Juzwa.
La relación con él y su legado marcaron una huella tan indeleble que decidió trasladar a su cuenta de Twitter @lahijaD, donde se identifica como «peronista por herencia y por convicción».
Su pérdida es considerada enorme tanto para la docencia como para la comunicación institucional en la provincia de Buenos Aires, donde en la última etapa se desempeñó en el Ministerio de Comunicación Pública. Pero el vacío más profundo es para su familia: Alejandro, su pareja, y sus dos hijas, Helena y Carola, de 10 y 6 años.
Felisa era una reconocida profesora, ávida lectora y referente académica en materias de lectoescritura, así como para tesistas que se dedicaban a la investigación o a la producción de textos literarios o de no ficción. «Era una compañera comprometida y con una gran vocación docente. Acompañamos a sus familiares y amigos/as/es en este doloroso momento», dijeron desde la Facultad de Periodismo. En las redes sociales, varias personas la recordaron y valoraron su compañerismo, su esfuerzo como docente y sus usuales recomendaciones de libros.
Su trayectoria profesional la llevó a convertirse en una referencia como vocera responsable de la comunicación institucional, especialmente en los últimos gobiernos peronistas de la provincia de Buenos Aires. Por ejemplo, formó parte del equipo de Jefatura de Gabinete y fue vocera del Ministerio de Economía, cuando esta última cartera era conducida por Alejandro Arlía.
Su labor en esas áreas la llevaron a asumir la Gerencia General de Comunicación y Vínculos Interinstitucionales de ARBA, cuando Martín Di Bella era el titular de esa agencia recaudadora, también durante el gobierno de Daniel Scioli. Ya en el mandato de Axel Kicillof, se insertó en el Ministerio de Comunicación Pública a cargo de Jesica Rey, donde era directora.
Felisa se reconocía como militante y abrazaba sus causas con pasión y sin condicionamientos. Su identificación con el movimiento feminista fue otra de sus banderas. Ya enferma, su última participación en Twitter sintetiza dos de sus más fuertes posicionamientos: fue el 8 de marzo último, con un retuit a Cristina Fernández de Kirchner en el día internacional de la Mujer Trabajadora.
Madre, compañera, colega, trabajadora, militante. Felisa Stangatti, partió demasiado joven, pero su cálida sonrisa será siempre recordada por quienes la conocieron y compartieron aunque sea algún momento con ella.
