Los analistas sostienen que, por ahora, ningún sector de la coalición oficialista saldría beneficiado con la ruptura. ¿Los sigue uniendo el espanto? El riesgo para la gobernabilidad.

Después de la sanción del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional en la Cámara de Senadores, se reconfigura el escenario interno dentro del Frente de Todos, que expuso abiertamente sus diferencias en los últimos días. Se habló con analistas para saber cómo se definen las disputas internas y cuál es el panorama futuro de la coalición gobernante.

El investigador independiente del Conicet y profesor de la Universidad de San Andrés, Diego Reynoso, consideró que existe un escenario de virtual división que aún no se materializó de manera formal y real en una ruptura. “Esta división venía de antes, pero nunca se había llegado a materializar puntualmente sobre una cuestión programática, de una decisión de gobierno. Hasta ahora siempre venía vinculada con cuestionamientos a las estrategias electorales o a ministros. El presidente siempre ha tendido a mediar, incluso al precio de desautorizar a sus propios ministros, con tal de zanjar esas divisiones. Está claro que esa estrategia no funcionó porque el presidente logró que su agenda vinculada al FMI sea aprobada gracias al respaldo de la oposición, más que al de su propia coalición. Desde el punto de vista estrictamente político, se perjudican todos. Una división grande hoy en el FdT implicaría que estemos hablando de dos bloques que pueden estar en el 20% cada uno. Eso beneficiaría directamente a la oposición, de mantenerse unida”, afirmó.

La directora de la consultora Reyes Filadoro y presidenta de la Asociación Argentina de Consultores Políticos, Florencia Filadoro, considera que, si bien la diferencia es muy grande, los distintos sectores del Frente entienden que la unidad es necesaria. “Más allá de cuestiones electorales, es por una cuestión de gobernabilidad. Es esa necesidad de mantenerse en conjunto y unidos, más allá de las diferencias en temas tan centrales y de base. Si bien hay enojos y expresiones muy vehementes, al final del día comprenden, y la necesidad política los lleva a seguir juntos. Más siendo peronistas, la variable política es la que siempre prevalece muchísimo en la cabeza del peronista. La ruptura no es negocio para nadie. Hay un frente resquebrajado que tiene que trabajar mucho internamente sus diferencias y hoy están ante una nueva oportunidad para empezar un nuevo capítulo. Cada tres meses vamos a empezar a tener esta discusión por el FMI con estas revisiones”, sostuvo.

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Con una postura diferente, el sociólogo y profesor de la Universidad de Buenos Aires, Carlos De Angelis, señaló que el Frente ya se rompió y se reconfigurará. “En mi opinión, el Frente de Todos tuvo un final temprano. Obviamente fue exitoso en lo electoral, pero a partir de la votación del Senado se marca el fin. Podemos especular qué significa esto, pero este fin lleva por lo menos como algo seguro que se va a empezar a reconfigurar en otra cosa. Uno podría pensar que Cristina ya tiene tomada la decisión y tiene una hoja de ruta de cuál va a ser su propuesta electoral para el año que viene”, consideró.

“¿Cómo sigue el gobierno? Es la pregunta que nos hacemos todos. Está claro que Alberto Fernández tiene un año y ocho meses por delante que son difíciles porque la hoja de ruta final que se firma con el FMI es muy exigente. Queda muy débil porque el corazón, el centro electoral del FdT, estaba en función de Cristina. Ella ponía los votos y Alberto cierta moderación y una cuota de crítica, y ahora queda solo Alberto con aliados como Massa, la CGT, los gobernadores peronistas, pero no está claro hasta dónde llega ese acuerdo táctico. Además, está la pregunta de cómo se gobierna cuando una parte importante del Gabinete y los altos funcionarios responden a Cristina directamente: Pami, Anses, Ministerio de Interior. Una serie de funcionarios de primera, segunda y tercera línea, que toman decisiones todos los días”, agregó.

En cuanto a los posibles escenarios que se vislumbran, Reynoso sostuvo que hay dos opciones posibles: “Hay que ver si van hacia un camino de abierta fractura, un quiebre de la coalición gobernante que abriría escenarios muy diversos y, otro, hacia una estrategia de cierre programático de la coalición para mediar las diferencias en los otros temas de la agenda de políticas públicas”.

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Ante la consulta sobre si hay sectores que se benefician o perjudican en esta situación, De Angelis consideró que “el albertismo que nunca nació se siente beneficiado, sienten que van a tener mayor margen de acción”. “El Movimiento Evita va a intentar asumir responsabilidades en el Ministerio de Desarrollo Social. Son alegrías chiquititas porque yo no quisiera tenerla a Cristina enfrente, conoce absolutamente cómo funciona el peronismo y el Estado”, agregó.

Por su parte, Filadoro cree que no hay ganadores en esta disputa. “Alberto y Cristina saben y entienden que al final del día tienen que volver a hablar. Hoy por hoy, lo que se observa es que un FdT dividido perjudica más al presidente porque es quien está a la cabeza de esa fuerza. Sergio Massa se destacó durante el debate de Diputados, tiene la viveza y la capacidad de pensar más en el sentido común y aplicarlo a la hora de ejercer su función. No digo que fue un ganador, pero sí una figura que logró destacarse y sacarle provecho políticamente”, afirmó.

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