Hace 466 millones de años, la Tierra podría haber tenido un anillo parecido al de Saturno que duró decenas de millones de años, lo que podría haber provocado caóticos impactos de meteoritos en la superficie de nuestro planeta y alterado significativamente el clima del planeta, según sugiere una nueva investigación que recoge la revista Earth and Planetary Science Letters.
El sistema de anillos de la tierra
Según los expertos, este hipotético anillo podría haberse formado gracias al resto de un asteroide gigantesco desgarrado por las fuerzas de marea de nuestro planeta tras pasar el límite de Roche de la Tierra, que es la línea teórica en la que un cuerpo en órbita, que se mantiene unido solo por su propia gravedad, se desintegrará debido a las fuerzas de marea ejercidas por el cuerpo más grande que orbita, algo que depende de las densidades tanto del cuerpo primario (el cuerpo más grande) como del cuerpo secundario (el cuerpo en órbita).
Y los investigadores afirman haber encontrado indicios claros de que la Tierra pudo haber tenido un sistema de anillos hace cientos de millones de años en un descubrimiento que desafía la comprensión de la historia antigua de la Tierra.
Eugenio M. Fernández Aguilar
¿Cómo han llegado a esta conclusión?
Los científicos han estudiado 21 cráteres de impacto de asteroides en la Tierra que datan de hace casi 500 millones de años, durante un período conocido como el pico de impacto del Ordovícico, el segundo período de la Era Paleozoica, después del Período Cámbrico en el que la Tierra experimentó importantes transformaciones geológicas y ambientales, ya que los continentes se dispersaron y gran parte de la tierra se situó en el hemisferio sur. Fue uno de los períodos más fríos de la historia y vio un aumento dramático en la tasa de meteoritos que impactaban la Tierra. Pues resulta que los investigadores exponen que estos cráteres fueron el resultado de objetos más grandes en un anillo previamente no identificado que fueron sacados de la órbita y se estrellaron contra la Tierra; lo cual es extraño dado que el 70 por ciento de la corteza continental de la Tierra se encuentra fuera de esta región.
“Utilizando modelos de cómo se movieron las placas tectónicas de la Tierra en el pasado, mapeamos dónde estaban todos estos cráteres cuando se formaron por primera vez. Descubrimos que todos los cráteres están en continentes que estaban cerca del ecuador en este período, y ninguno está en lugares que estaban más cerca de los polos”, apuntan los autores.
Es extremadamente improbable que los 21 cráteres de este período se formaran cerca del ecuador (a 30 grados del ecuador) si no estuvieran relacionados entre sí. Por poner un ejemplo, sería como lanzar una moneda de tres caras 21 veces y obtener cruz hasta 21 veces. Para los expertos, la mejor explicación a toda esta evidencia geológica es que un gran asteroide -de quizá más de 12 kilómetros de diámetro– se rompió durante un encuentro cercano con la Tierra formando un anillo orbitando alrededor de la Tierra.
«Durante millones de años, el material de este anillo cayó gradualmente a la Tierra, creando el pico de impactos de meteoritos observado en el registro geológico», comentó Andy Tomkins, de la Escuela de Tierra, Atmósfera y Medio Ambiente de la Universidad de Monash y autor principal del estudio. «También vemos que las capas de rocas sedimentarias de este período contienen cantidades extraordinarias de restos de meteoritos. Lo que hace que este hallazgo sea aún más intrigante son las posibles implicaciones climáticas de un sistema de anillos de este tipo».
Otra consecuencia más
Además de este hallazgo insólito, los investigadores afirman que la presencia del anillo terrestre habría proyectado una sombra sobre la Tierra, bloqueando la luz solar y contribuyendo a un importante evento de enfriamiento global conocido como Hirnantiense, el último periodo del Ordovícico del Paleozoico, reconocido como uno de los más fríos de los últimos 500 millones de años de la historia de la Tierra con temperaturas frías, una gran glaciación y una caída drástica del nivel del mar.
Se necesitan más pruebas para apoyar la hipótesis, pero la antigua teoría de los anillos podría explicar muchos aspectos de la historia de la Tierra. Por ejemplo, este descubrimiento plantea, asimismo, nuevas preguntas sobre la posibilidad de que otros sistemas de anillos antiguos pudieran haber influido en el desarrollo de la vida en la Tierra.
«La idea de que un sistema de anillos podría haber influido en las temperaturas globales agrega una nueva capa de complejidad a nuestra comprensión de cómo los eventos extraterrestres pueden haber dado forma al clima de la Tierra», concluyen los autores.
Según los investigadores, no es inusual que los planetas atrapen asteroides. Se estima que la Tierra atrae un objeto de varios kilómetros de tamaño a una órbita temporal aproximadamente una vez cada 10 millones de años.
Referencias:
- Andrew G. Tomkins et al, Evidence suggesting that earth had a ring in the Ordovician, Earth and Planetary Science Letters (2024). DOI: 10.1016/j.epsl.2024.118991