El día después de que una chica platense denunciara en los medios a su padrastro por abuso sexual, su hermana salió a desmentirla y a contar su versión. «Pido que sea tratada por un psiquiatra, ya que está desvariando y con gente mentirosa como ella la sociedad corre peligro», dijo.
Estefanía L. es una joven de 24 años que nació en nuestra ciudad y se fue a vivir a Bariloche. Dijo en una entrevista televisiva que su padrastro la abusó desde los 7 años. Incluso también contó -siempre según su versión- otras cuestiones familiares: «Mi hermana está enamorada de su violador, tiene 24 años y no se da cuenta». «De chica vivía escondida, además me escondieron de mi papá», reveló.
«Mi fastidio actualmente es que hace casi dos años que la causa no avanza. Este tipo sigue actualmente siendo la pareja de mi mamá y por eso decidí alejarme. Tanto ella como mi hermana no creen en los hechos», contó y agregó: «Quiero que la investigación avance y que la Justicia actúe para condenarlo». Pero al día siguiente, su hermana sintió la necesidad de limpiar la imagen de ella y fundamentalmente de su padrastro, porque asegura que es inocente y que la denunciante «está desvariando».
Eugenia L. negó todo lo que su hermana dijo: «Cuando ella manifiesta los hechos que vivió dentro de la casa, siempre estábamos mi mamá y yo, siendo imposible hacer semejante barbaridad sin que nos diéramos cuenta. Además, jamás estuvo secuestrada y no perdió año de escolaridad». «En ese momento, ella iba y venía de la casa del padre biológico, a quien también denunció por abuso y los jueces no pudieron comprobar nada luego de varias pericias psicológicas, y se archivó la causa», contó.
Incluso, fue más allá y la acusó de agredir física y psicológicamente a ella y a su mamá: «Era una persona con mucha disconformidad con el grupo familiar; generaba permanentes roces y peleas; fue creciendo y los problemas se fueron haciendo más grandes, nos agredía física y psicológicamente a mí y a mi mamá; aproximadamente a los 14 años hizo una segunda denuncia por abuso a una persona mayor de edad y también quedó en la nada y se archivó».
También contó que la denunciante tuvo problemas con su expareja: «Se peleaban y se arreglaban, hasta que en la última pelea no aceptaba que esa relación había terminado, entonces intentó suicidarse. Y cuando se fue de nuestra casa, en medio de una discusión feroz, nos manifestó ‘les voy a cagar la vida'».
«Después denunció a mi papá de corazón y como no le bastó, hace escraches en las redes. Al encontrar que no hay forma de comprobar nada, manifiesta que la Justicia es lenta. La fiscal le solicitó pericias psicológicas y psiquiátricas porque temen por su salud mental. Intenta destruirnos como familia», contraatacó su hermana, siempre en defensa de su padrastro, «una persona de 60 años que siempre tuvo un rol intachable, jamás tuvo un problema con nadie y lo único que hace es levantarse todos los días para ir a trabajar al puesto de diarios que viene de una trayectoria familiar. Él nos llevaba a la primaria, a la secundaria, nos aconsejaba, nos cuidaba. Mi mama también es una excelente mamá, siempre nos cuidó».
«Él es inocente, no juzguen sin averiguar; yo hablo con pruebas y fundamentos. Lo voy a defender con uñas y dientes. Mi hermana Estefanía es una mentirosa, nunca existió abuso», cerró.
