La Universidad Nacional de La Plata (UNLP) quedó posicionada como la mejor universidad de Argentina según el ranking regional para América Latina de Times Higher Education (THE), una prestigiosa revista semanal de Londres que es una de las principales referencias en el campo de la educación superior a nivel mundial. «Para la UNLP es una muy buena noticia, porque si bien nuestra posición en los rankings no son un fin en sí mismo, sí los reconocemos como una referencia que permite evaluar el impacto que tienen las políticas y los programas institucionales que llevamos adelante en la cotidianidad», dice Martín Aníbal López Armengol, rector de la UNLP.
Times Higher Education evaluó 214 instituciones de educación superior, y la casa de estudios de la capital bonaerense ocupó el puesto 28, convirtiéndose así en la universidad mejor posicionada del país. La publicación del Reino Unido destacó a la UNLP por su desempeño en áreas significativas como la enseñanza, la investigación, la vinculación con la industria y su perspectiva internacional.
Desde la UNLP señalaron que, en este ranking, la casa de estudios de la capital bonaerense sobresalió principalmente por la calidad de su enseñanza, su producción científica y su apertura internacional, e indicaron que su posición en el ranking «no sólo subraya el nivel de excelencia que ha alcanzado», sino también «su compromiso por mejorar continuamente para ofrecer educación superior de calidad e inclusiva, aún en el actual contexto de crisis que define un complejo escenario para el financiamiento de las instituciones de educación superior en Argentina».
Desde la llegada de La Libertad Avanza, las universidades nacionales fueron especialmente perjudicadas por las decisiones del Gobierno nacional. El punto más alto de ese accionar tuvo lugar cuando el presidente Javier Milei vetó la Ley de Financiamiento Universitario, norma que destinaba 738.595 millones de pesos para financiar a la educación superior. Además de ello, la pérdida del poder adquisitivo en los salarios de docentes y no docentes rondó el 30 por ciento, y hasta hubo carreras que no aceptaron más inscripciones, como el caso de dos carreras de informática en la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ).
Al ser consultado por ello, Armengol sostiene a este diario que «siempre es complejo brindar educación pública y de calidad en Argentina», ya que la gran mayoría del país «concibe a las universidades como un bien público social y un derecho humano universal», cosa que quedó demostrado en ambas marchas universitarias federales, donde millones de argentinos defendieron la educación superior. El rector de la UNLP señala que esto lleva a las autoridades «a tener muy claro que debemos ser universidades abiertas e inclusivas», pese a que el Gobierno nacional de turno no lo vea así.
«Con este Gobierno nacional y con todos los gobiernos siempre buscamos una relación armoniosa y de mutuo beneficio», remarca Armengol, que a su vez advierte que «es lógico que necesitamos del apoyo del Gobierno nacional», aunque en la realidad Milei y compañía opten por otro camino. Armengol subraya que «es necesario el financiamiento de todas las actividades universitarias», ya que «una gestión nacional también requiere del aporte que hacen las universidades en todas sus aristas».
«Las universidades son instituciones muy bien consideradas por la mayoría de nuestra sociedad porque que aportan conocimiento para la innovación y para el desarrollo de un país», sostiene el rector de la UNLP, y agrega: «En términos individuales y colectivos somos una institución que inspira, que transforma y que le da la posibilidad a muchos de los ciudadanos que acceden al sistema universitario a formarse disciplinariamente, a formarse como ciudadanos y a colaborar en un país mejor, que es lo que necesitamos».
El rector de la UNLP hace especial hincapié en que el desafío de las autoridades de todas las casas de estudio es brindar la posibilidad de que «todos aquellos que aspiren a estudiar tengan la posibilidad de hacerlo», pero no así nomás, sino «hacerlo de una manera que le permita al estudiante obtener las herramientas, los instrumentos y la información que necesitan para ejercer la profesión».
Como la situación de las universidades es cada vez más compleja y dificulta que eso ocurra, el rector señala que «eso genera una permanente tensión en Argentina». Sin embargo, Armengol afirma cuál es el rumbo: «Tenemos que brindar una educación de calidad y ser una institución con un claro sentido de responsabilidad social, porque el sistema universitario se debe a nuestra sociedad, que es la que financia el funcionamiento de las mismas».
Días atrás, el Gobierno de la provincia de Buenos Aires anunció el Programa de Infraestructura Universitaria, mediante el cual invertirá más de 26 mil millones de pesos para las universidades nacionales situadas en territorio bonaerense, para financiar 38 obras de infraestructura que fueron abandonadas cuando La Libertad Avanza llegó al poder. Gracias a la firma de ese convenio, la UNLP continuará una de sus obras más importantes en la facultad de Trabajo Social.
Armengol afirma: «Esto forma parte de una decisión de la gestión provincial de colaborar con el financiamiento del sistema universitario, y es una decisión que en estos momentos nos viene muy bien para consolidar el funcionamiento de nuestros programas y la presencia de las universidades en distintas ciudades del interior de la provincia de Buenos Aires».
El ranking
La metodología utilizada por el ranking Times Higher Education América Latina evalúa a las universidades según 18 indicadores de desempeño, que están encuadrados por cinco áreas claves, que son la enseñanza, el entorno de investigación, la calidad de la investigación, la perspectiva internacional, y su interacción con la industria.
Según explicaron las autoridades, en esta edición regional del ranking las ponderaciones se ajustaron para «reflejar las características específicas de las instituciones en economías emergentes». Por ese motivo, cada área clave tuvo un porcentaje particular a la hora de formular la evaluación general.
La enseñanza fue el área que más peso tuvo con un 35 por ciento, ya que allí se midió la reputación académica, la formación del cuerpo docente e investigador y los ingresos institucionales. El entorno de investigación ocupó un 33,5 por ciento del resultado final, y estuvo enfocado en la reputación y productividad de la investigación, así como en los ingresos derivados de esta actividad. Un 20 por ciento significó la calidad de la investigación, cuyo análisis se centró en la producción científica y el impacto de las citas.
La perspectiva internacional, que evalúa la proporción de estudiantes y docentes internacionales y la capacidad de las universidades para establecer redes de colaboración, representó un 7,5 por ciento para la revista a la hora del análisis, mientras que el área de industria, con un 4 por ciento, se encargó de ponderar los ingresos generados por la transferencia de conocimientos y el grado de innovación a través del registro de patentes.
Armengol, que es licenciado en Administración y magíster en Dirección de Empresas de la UNLP, y especialista en Marketing de la Universidad Argentina de la Empresa, dice a este diario que «existen muchos motivos» que explican los ítems en los cuales se destaca a la UNLP». Al repasar algunos de ellos, el rector de la UNLP recuerda a BuenosAires/12 que la casa de estudios de La Plata tiene 119 años de vida, lo que para él representa «una tradición de calidad educativa y de producción científica que la distinguió desde su misma fundación».
Según destaca el rector, el posicionamiento en el ranking y el reconocimiento educativo en ciencia y técnica «lleva consigo vinculaciones con distintas instituciones del ámbito educativo y científico tecnológico no sólo de Argentina, sino de todo el mundo». Armengol advierte: «Desde la gestión de la UNLP realizamos un trabajo continuo para adecuar nuestras políticas y nuestros programas científicos, tecnológicos y educativos a las nuevas realidades, que es el gran desafío. Durante ese trabajo, tener una confirmación que destaca a nuestra universidad en su tradicional educación de calidad es una gran satisfacción».
En esta edición del ranking, la UNLP compartió el Top 50 latinoamericano con otras instituciones argentinas, como la Universidad Austral, que ocupó el puesto 43, y la Universidad Nacional de Córdoba (UNC), que alcanzó el 47. Sin embargo, dentro del Top 100 regional, también figuró la Universidad Nacional de San Martín (UNSaM), que fue posicionada en el puesto 52. Por debajo del puesto 150, a su vez, fueron destacadas la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), y la Universidad Nacional Arturo Jauretche (UNAJ).
A nivel latinoamericano, el ranking quedó encabezado por las casas de estudio brasileñas, ya que este fue liderado por la Universidade de São Paulo, seguido por la Universidade Estadual de Campinas y la Universidade Federal de Rio de Janeiro. El cuarto puesto fue para la Pontificia Universidad Católica de Chile, que había sido la mejor de latinoamérica en la edición anterior del ranking.