La investigación para determinar quién asesinó al jubilado de 92 años que apareció envuelto en una frazada y en una bolsa de arpillera sobre la Ruta 2 sigue avanzando y, en las últimas horas, se conoció el testimonio de la expareja de una de las personas detenidas, que dio detalles sobre el macabro crimen que conmocionó a la ciudad. La mujer indicó que el hombre, acusado de matar a su papá José Antonio García, ejercía violencia contra ella y el jubilado, y hasta amenazó con matar a sus hijas y su propia nieta.
«A mí me ha golpeado siempre, hasta que lo denuncié y me divorcié, y a mi hija más chica la amenazó con matarla a ella y a su hija, que es su nieta», sostuvo. Además, explicó que el acusado «no soportaba más al padre».
Por otra parte, precisó que se había llevado a su padre a vivir con él debido a que el hombre de avanzada edad tenía problemas de salud y no podía valerse por sus propios medios: «José Antonio se desvivía por su hijo, pero él lo trataba muy mal. Era su único hijo y el día que se fue de acá estaba feliz, parecía un nene chiquito». Asimismo, detalló que la causa del crimen puede haber sido el dinero y que también implicada su propia hermana, actual pareja del acusado.
«Él tiene una deuda y José Antonio le puso un plazo fijo a su nombre y el de la pareja. Mis hijas me dicen que creen que fueron ellos los que lo mataron», aseguró.
El detenido, de 62 años, fue capturado en Berazategui por la Policía Bonaerense mientras realizaba una falsa denuncia de «averiguación de paradero» por su padre muerto, sin saber que ya tenía un pedido de captura sobre su cabeza.
En este marco, la Justicia también cree que el motivo del hecho fue por dinero, en medio de una situación de maltrato por parte del hijo al padre. El fiscal Juan Cruz Condomí Alcorta, a cargo de esclarecer el caso, cree que el asesino se aprovechó de la indefensión del jubilado, así como de su delicado estado de salud. Luego, tras el homicidio, el cadáver fue envuelto y arrojado a la vera de la ruta desde un puente en el arroyo Abascay, en las afueras de La Plata.
Por último, vale destacar que la autopsia posterior determinó que la víctima había muerto por una asfixia mecánica y que además recibió varios golpes antes de ser asesinada. La calificación del delito fue «homicidio doblemente agravado por vínculo y alevosía» y la pena, si es condenado culpable, podrá ser de prisión perpetua.
