La denuncia fueron realizadas por casos en el Penal de Los Hornos y en una comisaria bahiense

La Comisión Provincial por la Memoria denunció que las mujeres detenidas en la cárcel de la localidad platense de Los Hornos y en una comisaría de la ciudad de Bahía Blanca son sometidas a malos tratos, aislamiento prolongado, violencia sexual, requisas denigrantes a sus cuerpos, a escasa alimentación y deficiente atención sanitaria.

La presentación se efectuó en sendos hábeas corpus en favor de las presas de la Unidad Penal Nº 8 del Servicio Penitenciario Bonaerense y las alojadas en la comisaría 6ª de Bahía Blanca, con jurisdicción en la zona de Villa Rosa.

«Durante las inspecciones realizadas por el Comité Contra la Tortura se constató la vulneración sistemática de los derechos humanos junto al ejercicio de violencias machistas como una forma de disciplinamiento físico y moral», expresó la Comisión Provincial de la Memoria (CPM).

En una visita reciente se constató que la seccional policial bahiense de Villa Rosa tiene una orden de clausura dictada en 2012, a pesar de lo cual aloja presas «en condiciones de hacinamiento extremo y en ese contexto, una mujer perdió un embarazo y nunca recibió asistencia médica ni psicológica».

Frente al incumplimiento de la decisión judicial y ante la gravedad de este hecho, la CPM presentó un habeas corpus colectivo en el Juzgado de Garantías Nº 3 de Bahía Blanca reclamando que, para cumplir con la orden de clausura, se prohiban nuevos ingresos a esa comisaría y que se adopten medidas para el traslado de las mujeres detenidas a alcaidías o unidades penitenciarias.

En esa dependencia, «cinco mujeres estaban encerradas en un mismo calabozo de dimensiones pequeñas sin ventanas y dormían en el suelo por falta de colchones, sin baño, por lo que debían orinar y defecar en un tacho o en bolsas plásticas».

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En el caso de las detenidas en la cárcel de Los Hornos, se denunció que «muchas son sometidas a aislamiento extremo sin motivos, lo que genera angustia a las presas, que llegan a recurrir a autolesiones para poder ser oídas en sus reclamos».

Hay un uso de la violencia sexual ejercida, fundamentalmente, a través de requisas de extrema gravedad: las detenidas son requisadas teniendo que exhibir sus cuerpos ante otras detenidas, ante el personal médico y/o penitenciario. Son obligadas a desnudarse por completo, para luego pasarles el escáner portátil entre las piernas, sobre la vagina y el resto del cuerpo», se detalló.

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