Gracias a nuevas observaciones realizadas con el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA, los astrónomos han podido confirmar -tras décadas de evidencia indirecta-, que los restos de los planetas en desintegración se precipitan hacia enanas blancas (esto es, una estrella ya muerta, que ha consumido todo su combustible y expulsado sus capas externas, dejando solo un denso núcleo degradado) en el transcurso de miles de millones de años. El evento observado ocurrió miles de millones de años después de la formación del sistema planetario.

Lo que han visto los astrónomos han sido emisiones de rayos X creadas cuando el material rocoso y gaseoso que rodeaba a la enana blanca G29-38 se calentó a temperaturas increíbles, una vez que pasó el punto de no retorno. Es la primera vez que contamos con la observación directa de este proceso.

Y es que este es el destino que le espera a la mayoría de las estrellas como nuestro Sol: transformarse en una enana blanca (a nuestro Sol le ocurrirá en unos 5.000 millones de años). Hasta ahora, hemos descubierto más de 300.000 estrellas enanas blancas en nuestra galaxia. Intuíamos que muchas acumulan los desechos de los planetas y otros objetos que una vez las orbitaron gracias a observaciones espectroscópicas, que muestran que entre un 25 y un 50% de enanas blancas poseen elementos pesados ​​como hierro, calcio y magnesio que contaminan sus atmósferas.

Pero nunca habíamos visto cómo se precipitaba dicho material hacia la estrella en cuestión.

 

 

Deja un comentario
Mirá También:  3 tradiciones japonesas para relajarse en casa

You May Also Like

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *