José Edgardo Echegaray, alias «Pepito», fue condenado a prisión perpetua más la declaración de reincidencia por el crimen de Abril Bogado, una nena de 12 años que fue ejecutada de un disparo en la cabeza en el marco de un asalto ocurrido en Ringuelet. La pequeña fue atacada cuando volvía a su casa junto a su familia luego de una fiesta familiar. 

La sentencia al acusado se conoció este martes en la audiencia final del juicio contra Etchegaray, un peligroso delincuente con antecedentes penales que había salido de prisión poco tiempo antes del crimen perpetrado el 5 de noviembre de 2017. El violento episodio que conmovió a la ciudad ocurrió cuando la familia regresaba de una fiesta de casamiento a bordo de un Renault Sandero color bordó. En momentos que estaban por guardar el vehículo en el garaje de la vivienda de calle 510 entre 10 y 11, aparecieron dos ladrones que amenazaron a la familia, pero como se encontraban trabadas las puertas de la Sandero, uno de los asaltantes efectuó un disparo de arma de fuego que impactó en la frente de la nena.

La fiscal de juicio, Helena de la Cruz había solicitado la condena por los delitos de “tentativa de robo calificado por el uso de arma de fuego, agravado por la participación de menor de edad en concurso real con portación de arma de guerra calificada por registrar antecedentes por delito doloso contra las personas, concurriendo materialmente con homicidio criminis causae agravado por su colisión con arma de fuego y por la participación de menor de edad en concurso real con robo calificado por el uso de arma de fuego agravado por la participación de menor de edad en concurso real con portación de arma de guerra calificada por registrar antecedentes de delitos dolosos contra las personas en concurso material con portación de arma de guerra calificada por registrar antecedentes de delitos dolosos contra las personas”. El planteo fue acompañado por los abogados de la familia Bogado. La sentencia por unanimidad fue en el sentido de lo requerido por el bloque acusatorio.

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Como planteo subsidiario planteó una condena de 45 años de prisión más la declaración de reincidencia en caso que los jueces consideren que se trató de un homicidio en ocasión de robo y no de un criminis causae, es decir, matar para lograr consumar el delito o procurarse la impunidad. Pero el Tribunal Oral Criminal V de La Plata entendiò que se trató de un hecho de homicidio criminis causae (matar para lograr la impunidad o asegurarse el resultado del delito).

Por su parte el defensor oficial consideró que Echegaray no participó de la tentativa de robo y que al habérsele escapado el disparo, la calificación del homicidio es culposo agravado por su comisión con arma de fuego, o, eventualmente de homicidio en ocasión de robo y solicitó se aplique una pena por homicidio culposo agravado. La defensa oficial apelará la sentencia ante el Tribunal de Casación de la provincia de Buenos Aires.

Tras los alegatos de las partes el acusado hizo uso del derecho a decir unas palabras antes que los jueces se retiren a deliberar. En ese marco volvió a pedir perdón a la familia de la menor.

EL CASO

El 5 de noviembre de 2017 cambió para siempre la vida de la familia Bogado-Pupo. Esa madrugada un sujeto asesinó a la menor Abril Bogado, tras dispararle una bala en su cabeza, en el marco de un asalto. Se cumplieron 4 años de aquel salvaje y sanguinario episodio que sacudió al país.

Por este caso ya fue juzgado un menor. En primera instancia recibió una pena de 11 años de prisión por el delito de “homicidio en ocasión de robo”, pero esa sentencia fue apelada y en Casación los jueces Carlos Ángel Natiello autor del voto que adhirió Mario Eduardo Kohan, entendieron que se trató de un “homicidio criminis causa) como plantearon la fiscalía y los abogados de la familia. La pena fue elevada a 20 años de prisión. Cabe recordar que los menores son receptores de penas más leves que los adultos, tienen una escala penal atemperada en relación a los mayores.

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En este nuevo debate es juzgado “Pepito” Echegaray, un conocido delincuente de la zona norte del Gran La Plata con frondosos antecedentes penales. Al momento de hecho hacía poco tiempo que había salido de prisión. Está señalado de ser el autor del disparo. Estuvo varios días prófugo, pero fue descubierto en 505 entre 5 y 6 de Villa Castells, donde un policía le disparó en una de sus piernas y lo desarmó. Tras su captura gritaba (sin que nadie le preguntara) “no la quise matar a la nena, se me escapó el tiro”. Esa confesión la repitió en distintas reparticiones a la que fue trasladado en varias ocasiones.

Los investigadores dieron con el acusado ya que fue delatado por vecinos (algunos con prontuario). “Pepito” fue procesado por “homicidio criminis causa” (matar para consumar el hecho o lograr la impunidad), entre otros delitos que cometió esa noche y al momento de su detención. En caso de ser hallado culpable lo espera una pena segura de prisión perpetua.

En la primera audiencia de este juicio declararon los padres y el abuelo de la víctima. Sus relatos fueron desgarradores, tal como adelantó 0221.com.ar en su edición de este jueves 4 de noviembre.

El caso fue juzgado en el Tribunal Oral Criminal V de La Plata integrado por Carmen Palacios AriasEzequiel Medrano y Marcelo Giorgis. La acusación estuvo en manos de la experimentada fiscal Helena De La Cruz y la familia Bogado fue representada por los abogados Sebastián Bouvet y Romina Lelli Pervieux.

 

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