Las merecidas clasificaciones de Talleres y Vélez a los cuartos de final de la Libertadores, tras superar respectivamente sus cruces de octavos frente a Colón y River, determinaron que los caminos del presidente albiazul, Andrés Fassi y Alexander Medina vuelvan a cruzarse.
El cruce más cercano será el 3 o 4 de agosto, cuando jueguen la ida en Buenos Aires el equipo dirigido por Pedro Caixinha y el conducido por “el Cacique”, el entrenador que llevó a la “T” a la Fase de Grupos, a la final de la Copa Argentina y al tercer puesto de la Liga Profesional pasada.
Ambos construyeron una sociedad exitosa, a la que sólo le faltó coronarse con un título y que arrancó cuando el DT uruguayo llegó de la mano de Fassi, a mediados de 2019, en reemplazo de Juan Pablo Vojvoda. Era un desconocido en el fútbol argentino, como el portugués Caixinha, quien a fines de marzo pasado ocupó la plaza que dejó Guillermo Hoyos, preso de los malos resultados.
Pasaron ya seis meses y medio desde aquel 23 de diciembre en el que Medina le comunicó a Fassi que no seguiría en el cargo, dos semanas después de la caída por penales frente a Boca, en la final de la Copa Argentina, en Santiago. Un lapso en el que trascendieron diferencias entre ambos por los refuerzos, el plantel que se armaría para la próxima temporada y los jugadores que se irían. A la vez, se hablaba de ofertas de distintos clubes para “el Cacique”, incluida la de la seleccción uruguaya.
Fueron días tensos, de versiones encontradas e indirectas mediátcas recíprocas, en los que Medina recibió una oferta jugosa en dólares del Inter de Brasil que terminó aceptando, pero después de hacerlo esperar a Fassi dos semanas y retrasarle la búsqueda de un nuevo cuerpo técnico, que recién pudo designarse el 14 de enero y con la pretemporada iniciada.
Por ende, la relación entre ambos se tensó. “El Cacique” se llevó al Inter al PF Alexis Olariaga, una pieza clave en el gran rendimiento físico del plantel albiazul, y habría intentado que jugadores tan importantes como Valoyes, Santos y Díaz siguieran el mismo camino. Eso no sucedió, pero hubo mucho ruido en la línea, más allá de que los protagonistas se cuidaran de hacerlo público.
La relación se dobló, pero no se rompió, dirían los radicales. Después de un tiempo, los llamados teléfónicos entre Medina y Fassi volvieron y con ellos las consultas recíprocas. Es más: el DT le pidió una opinión antes de aceptar la propuesta de Vélez.
Fassi lo refrendó ayer, cuando Mundo D lo consultó sobre el reencuentro que le espera con el DT charrúa. “Son las cosas lindas del fútbol. El hecho de que Alexander llegara hace unos años, sin que se lo conociera y sin experiencia en el fútbol argentino, habla de que las decisiones que vamos tomando en Talleres son las correctas. Estoy muy contento por él, por su muy buen cuerpo técnico y por Alexis Olariaga. Se lo merecen”. Y agregó: “Me pone muy contento que nos podamos enfrentar, así es el fútbol. Le tocó a Kudelka, en su momento, enfrentar a Talleres. Alexander es un gran técnico que llegará a dirigir a grandes equipos. Le dio protagonismo a un Vélez que estaba caído”.
