Los albañiles se miran entre sí, apesadumbrados. Apoyan en el suelo los baldes con la mezcla de cemento. Junto a los baldes dejan las paletas para untar los ladrillos. «¿Se para la obra, jefe?», pregunta uno. No recibe respuesta. El jefe se encoge de hombros y se aleja. La pared está a medio hacer.

En la calle, un grupo de vecinas y vecinos mira en silencio. Habían participado con esperanza de la ceremonia de inauguración de un Centro de asistencia a mujeres e infancias. Se habían ilusionado. Pero no sigue. Es una escena que empieza a verse en las barriadas populares.

Al escuchar la historia Carolina Berardi, de 30 años, economista del Centro de Economía Política Argentina, sostiene que un gobierno surgido de la alianza de Libertad Avanza con el PRO podría provocar «problemas de financiamiento» a la provincia. Señala que sería un golpe «el cóctel de apertura de importaciones» junto con «caída de la actividad económica, pese a la «buena imagen» del gobernador, incluso entre los opositores.

–Milei dijo que la obra pública se termina, que no hay plata.

–Milei viene planteando sacarla de un plumazo. En la provincia de Buenos Aires hay mucha obra pública. Si Milei cumple con su palabra habría dos grandes pérdidas. Una es la construcción de los Centros Territoriales Integrales de Políticas de Género y Diversidad. Los venía llevando adelante el Estado nacional en todo el país. Están dedicados al abordaje de las situaciones de violencia por motivos de género. La otra pérdida sería la de los Centros de Desarrollo Infantil, también en todo el país. Esto es más grave.

–Es que para la provincia de Buenos Aires tendría consecuencias importantes terminar con la infraestructura para el cuidado infantil. Construir un Centro nos permite garantizar derechos de las infancias. Pero también permite a las madres poder salir a trabajar. Eliminar esa obra tendría una doble connotación negativa. Sin el Centro infantil, las mujeres no tienen con quién dejar los hijos y no se pliegan al mercado laboral. Estás perdiendo capacidades, derrochando potencialidades. Milei no cree en la existencia de una brecha de género, así que esto no entra en su marco teórico. Según estadísticas oficiales, los Centros para la infancia abren espacios de acompañamiento y protección de derechos a niñas y niños de 45 días a 4 años de edad en las localidades más vulnerables. De los 500 proyectados en todo el país, incluida la provincia bonaerense, 116 están finalizados y el resto en distintas etapas de ejecución. El otro Plan Nacional contempló 30 Centros Territoriales para atender la violencia de género y diversidades. En el distrito bonaerense, está en marcha el de Mercedes y hay dos finalizados, uno en La Plata y otro en Morón.

Hágalo usted mismo

Berardi es rosarina y se graduó en Ciencia Política en la Universidad Nacional de Rosario. Pero su vocación era la economía «En la mayoría de las universidades nacionales no se dicta economía política que no sea en términos ortodoxos, y se elimina el componente político». Lo compensó con la diplomatura en Economía del CEPA.

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–¿Qué otro sector bonaerense saldría golpeado con una eventual «obra pública cero»?

–El de agua potable y cloacas por lo que significaría la privatización de AYSA ¿Quién va a hacer el alcantarillado y quién las cloacas, si como dice Milei no tiene sentido económico? ¿Quién lo va a pagar? De hecho, cuando AYSA estuvo en manos privadas no se hicieron. Y la provincia tiene serias deficiencias en ese sentido.

–La designada canciller Diana Mondino dijo que ‘la gente del barrio’ debe hacer las cloacas.

–Sí, y cuando le preguntaron de dónde van a sacar la plata los vecinos, respondió que de la reducción de impuestos. Pregunto: ¿Cuántos impuestos paga una persona de un barrio popular bonaerense? Pagará IVA, en todo caso, cuando va a comprar el pan. Siempre y cuando le den una factura, sino ni siquiera.

–¿Eso es liberalismo?

–Hasta Adam Smith, el padre del liberalismo, decía que la infraestructura debía estar en manos del Estado. Milei ni siquiera es de esa corriente. Él es un liberal libertario. Smith no se atrevió a tanto.

–¿En qué corriente encuadra a Milei?

–Reivindica lo que es el marginalismo revolucionario. Es una corriente de pensamiento muy minoritaria, por no decirlo de una manera despectiva. Es muy marginal. Está más a la derecha de la ortodoxia.

–¿Una cloaca tiene sentido económico?

–Tiene sentido social.

–Las constructoras ya empezaron a despedir gente.

–Primero amenazaron con echar trabajadores. Ahora mandan telegramas de despido. Y eso que todavía es grande la necesidad de agua potable y cloacas.

–¿Los más ricos no podrían aportar financiamiento?

–Depende. Siguiendo la idea de Milei, las personas podrían decidir si quieren invertir o no, por ejemplo, para hacer un camino rural.

–De hecho, los caminos rurales los hizo estos años el gobernador Axel Kicillof.

–Pero muchos de los beneficiados estos cuatro años votaron a Milei.

Volver al futuro

–Otras de las ideas que agita Milei es la privatización. 

–Si se vuelve a manos privadas y sin tener un Estado que financie la obra pública, esto será muy difícil.

–¿La provincia podrá resistir recortes financieros?

–Para que te des una idea, del total de recursos provinciales, el 50% proviene de la Nación.

–¿De impuestos coparticipables?

–De todo tipo. Los coparticipables representan el 33 por ciento del presupuesto de la provincia. Si le sumamos otras transferencias, es un 17 por ciento más.

–¿Se podrían suprimir sin piedad?

–La eliminación de algunas fuentes financieras tiene que pasar por el Congreso. Es el caso del Fondo de Incentivo Docente, dinero que por ley se transfiere a las provincias.

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–¿No hay otros recursos?

–Está el Fondo del Fortalecimiento Fiscal. Lo crea Alberto Fernández en 2020 a partir de la revuelta policial. Se le sacó una parte de la coparticipación a la ciudad de Buenos Aires. Ese Fondo, Milei lo debe tener entre ceja y ceja.

–Kicillof ya desde antes critica el reparto de coparticipación federal. 

–Es que Buenos Aires es la más perjudicada. Aporta el 40 por ciento de la masa coparticipable, pero sólo recibe el 22 por ciento, cuando además concentra casi el 40 por ciento de la población del país.

–¿Milei podría eliminar la coparticipación tal como declaró?

–Lo dijo en campaña. Pero ahora se desdijo porque necesita la unanimidad de las provincias. La coparticipación representa el 57 por ciento en promedio de las provincias. Si se lo sacás, las asfixiás, las fundís. Por eso hasta Gerardo Morales puso el grito en el cielo y dijo que no pagaría los sueldos.

–¿Los gobernadores resisten?

–Los gobernadores de Juntos por el Cambio advirtieron y pegaron para poder sentarse a negociar. Ofrecen gobernabilidad a cambio de algún beneficio. Eliminar transferencias generaría problemas financieros. Provincias y municipios necesitan esa plata.

–Kicillof suele hacer comentarios sobre la relación entre las distintas instancias del Estado.

–Por eso el gobernador tiene muy buena imagen, incluso entre los intendentes opositores. Es muy valorada la gestión. Hizo obra pública en todos los municipios, sin discriminar. Fue sustantivo el cambio que hubo entre los cuatro años de María Eugenia Vidal y los cuatro de Kicillof. Se ganó respeto y entonces el ‘fantasma’ de Cristina Kirchner no operó, aunque él sea del riñón de la vicepresidenta.

–¿Cómo impactaría en la Provincia una recesión aguda?

–No hay proyecto de provincia sin proyecto de país. Si Milei lleva adelante ajuste y privatizaciones como los que plantea, invariablemente impactará en la actividad económica provincial.

–¿Dónde ajustaría Milei?

–Puede tocar el compre sin IVA. O recortar el Potenciar Trabajo. O recortar los bonos a los jubilados de la mínima. O la ayuda a los informales que dio Sergio Massa. Todo eso es menos consumo privado. Menos compras en supermercados y almacenes. Ya sucedió con Mauricio Macri. Ahí se perdieron 276 mil puestos de trabajo y gran parte estaba en la provincia de Buenos Aires.

–¿La movilidad jubilatoria la puede tocar?

–No, porque necesita el Congreso. Pero podría suprimir a sola firma los bonos a jubilados de la mínima. Deberían cobrar 55.000 pesos en diciembre. O suprimir el refuerzo alimentario.

–¿Qué podría pasar con las Pymes?

–Ahora tienen los créditos del Banco de Inversión y Comercio Exterior, del Banco Nación, del Banco Provincia. Todos con tasas subsidiadas.

–¿Podrían mantenerse?

–Supongo que salvo los del Bapro el resto podría acabarse. En ese caso habría un mayor costo financiero para todas las empresas. Sería un cóctel con apertura de importaciones, caída de la actividad por baja de ingresos. No lo podrías contrarrestar con la Provincia.

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–¿Cuánto aporta al país la Provincia?

–El 40 por ciento de su Producto Interno Bruto. Es el motor productivo nacional.

–¿Qué podría pasar con los subsidios a las tarifas?

–En algunos casos deben pasar por audiencias públicas. Pero también es una decisión de política económica. La traba a la quita puede ser judicial pero no política.

–¿Por vía judicial se puede frenar?

–Milei puede quitar los subsidios inmediatamente. La respuesta judicial, sea cual sea, podría venir después.

–¿No se arriesga a una confrontación social?

–Milei dice que el ajuste va a caer sobre la política. Pero si frenás la obra pública, eso cae sobre los trabajadores y sobre las empresas. Es irreal que todo el ajuste lo vaya a pagar la política. ¿Quién va a pagar una boleta de servicios con 200 por ciento de aumento?

–¿Qué pasará sin subsidio al transporte?

–En la provincia son fundamentales los trenes para movilizarse. Imaginar la privatización de ferrocarriles es tener un boleto de 1.100 pesos. Son de base 40.000 pesos por mes. Un golpe al bolsillo.

–¿Y el mantenimiento ferroviario?

–Ni hablar. Ya lo vivimos: deterioro de las vías, de los vagones y con la tarifa que se te ocurra.

–Milei dijo primero que ajustaría el prespuesto un 15 por ciento. 

–Fue cambiando. Ahora dice que será del 5 por ciento y que el 10 por ciento restante es recortar deuda cuasifiscal, como las Leliqs. Seguimos sin saber dónde hará el ajuste.

–No me da la cuenta.

–Hice una cuenta. Sin pasar por el Congreso, recortaría 5 por ciento al sacar todos los bonos de jubilados de la mínima, todos los Potenciar Trabajo, el refuerzo a informales, toda la obra pública, y todos los subsidios energéticos y al transporte.

–¿Y al eliminar ministerios?

–Si elimina el de Mujeres y Género, caerían el programa Generar, que golpeará a municipios bonaerenses, o el programa Acompañar para mujeres en situación de violencia, el Acercar Derechos con espacios de atención. Son muchos en la Provincia. Sería un desafío para el ministerio de Género bonaerense llenar algo de ese vacío.

–Nos quedan las escuelas y universidades.

–Preocupa mucho el financiamiento a las universidades recién creadas por ley que están en la provincia, como las de Pilar y El Delta.

–¿Qué pasará con el petróleo?

–Si YPF se retira como empresa estratégica, la Provincia podría perjudicarse como petrolera. Hay dos grandes proyectos: el de la explotación off shore en las costas de Mar del Plata y el Gas Natural Licuado, en alianza con la firma Petronas de Malasia, que podría ser en Bahía Blanca.

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