Para Milei, el problema es que “hay un doble estándar: para que el Estado me esclavice, sí. Ahora, si yo quiero disponer de una parte de mi cuerpo por el motivo que fuera, ¿cuál es el problema?”.
Un brazo por una casa
No es la primera vez que el libertario se expresa de esa manera sobre la venta de órganos. Días atrás, en el debate televisivo del canal Net Tv que lo puso frente a Juan Grabois, se mostró a favor de que un individuo pueda disponer la comercialización de su cuerpo, incluso para intercambio de mercancías, como podría ser un brazo a cambio de una casa.
“Si alguien se lo quiere vender, ¿cuál es el problema?”, dijo el legislador, a lo que el dirigente social le respondió: “Te aseguro que vas a encontrar mucha gente dispuesta a vender su brazo a cambio de una vivienda para su familia. Ahora eso es una inmoralidad, es una monstruosidad que no se puede aceptar, porque eso es la imposición de la perversión del poderoso”.
Pero Milei no se quedó ahí sino que esbozó un intento de argumentación para la insólita propuesta: “Ese es el error. Porque decís que el tipo decida sobre su cuerpo, si quiere utilizarlo para financiar algo, para dárselo a los hijos. Y en el fondo, cuando tenés un Estado que te saca el 50%, como que te hubiera cortado la mitad del cuerpo, es muchísimo peor. Lo que pasa es que se hace con una pátina distinta, pero el resultado final es muchísimo peor porque no te sacó la pierna, te sacó la pierna, te sacó el brazo, te sacó la mitad de los órganos, lo único que hizo fue ser eficiente en cómo robarte, para que tenga una pátina distinta”.