«Logramos que la Ciudad no se quede con nuestro edificio», señaló una mamá emocionada a Tiempo. De la jornada participaron legisladores, referentes sociales y gran parte de la comunidad educativa.

La Plaza Arenales del barrio de Devoto es un punto de encuentro de miles de personas que, a diario, disfrutan del aire libre. A dos cuadras de ese lugar, se encuentra el emblemático Palacio Ceci, construido en 1913 por el ingeniero Alfredo Ceci, quien vivió en ese edificio junto a su familia por casi 25 años. Hoy en ese lugar funciona la Escuela Especial N° 28, Profesor Bartolomé Ayrolo, donde asisten estudiantes con discapacidad auditiva y que reciben una formación integral. La comunidad educativa de esta escuela siempre mantuvo con fondos propios la infraestructura del palacio y cuando le pidió al gobierno porteño que se haga cargo de los gastos, éste comenzó un proceso de vaciamiento de todo el edificio con un objetivo: convertir al lugar en parte del Distrito del Vino.

El rechazo fue tomando fuerza y la comunidad educativa se organizó para resistir la entrega del Palacio. Este miércoles se movilizaron y consiguieron su objetivo: Que el gobierno de la Ciudad no se quede con el edificio ubicado en Av. Lincoln al 4300.

Seguramente la movilización de esta jornada, en defensa de la educación pública, será recordada como una de las más contundentes; como ocurrió con la resistencia a la UniCABA o las manifestaciones que se oponían al cierre de los secundarios nocturnos. En esta ocasión como en otras tantas, la comunidad educativa resistió y no entregó las llaves del Palacio a las autoridades del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Tanto Lucia Feced Abal, Subsecretaria de Coordinación pedagógica y equidad educativa porteña, como el subsecretario de bienes del Estado de la Ciudad, se fueron con las manos vacías.

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Durante un encuentro acordaron iniciar una «mesa de trabajo con el Ministerio de Educación porteño» para evaluar el proyecto de remodelación del Palacio. El entendimiento se definió  durante una reunión dentro de la escuela, con la presencia de legisladoras y legisladores del Frente de Todos y de la Izquierda, junto a representantes de los gremios docentes de Unión de trabajadores de la educación (UTE) y de la Asociación docente de la Ciudad de Buenos Aires (Ademys).

“Una vez más Larreta pone los bienes del Estado al servicio del mercado, pero esta vez no pudo y junto a la comunidad educativa vamos a seguir resistiendo”, señala a Tiempo el Secretario de Educación Especial de UTE, Jorge Godoy. “Todas nuestras fuerzas están en cada comunidad educativa que lucha, es por eso que vamos a seguir defendiendo este espacio que constituye históricamente a la comunidad sorda”, agrega.

Durante el encuentro que llevaron adelante funcionarios de Larreta junto a referentes políticos y educativos de la Ciudad, la subsecretaria de Coordinación Pedagógica y Equidad Educativa local, reconoció que «el Palacio requiere restauración y eso se va a hacer con personal especializado» y estimó que la obra tendrá una duración de alrededor de dos años.

“Logramos que la Ciudad no se quede con nuestro edificio”, manifestó a Tiempo Patricia Falconi, mamá de un ex estudiante de la escuela. Ahpi vemos como los funcionarios se fueron del edificio con mucho miedo pensando que la comunidad educativa los iba a agredir, pero ellos no se dan cuenta que están hablando con miembros de una escuela que nos enseñó ante todo respeto”, agrega emocionada Patricia y remata: “Las llaves no se van a entregar y logramos conformar una mesa de trabajo”. Maestras y maestros, como estudiantes y familias de la escuela Ayrolo, se enteraron de que el gobierno porteño quería sacarles el palacio, por un tuit de la Ministra de Cultura y Turismo de Mendoza, Nora Vicario, que luego tuvo que borrar: «La ministra visitó el Palacio Ceci, futura Casa del Vino en el Distrito del Vino en CABA. Un espacio y vidriera para mostrar las bodegas y experiencias ecoturísticas de Mendoza”, decía el mensaje publicado en sus redes sociales y que alertó a la comunidad educativa porteña.

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