Talleres dejó atrás todos los condicionamientos que marcaron su preparación para el clásico con Instituto (lesiones de dos titulares como Juan Carlos Portillo y Juan Rodríguez, la llegada tardía de la selección de Colombia por parte de Diego Valoyes ) y la racha de tres partidos sin ganar (el 1-2 ante Vélez, el 1-1 con Defensa y el 0-1 con Banfield) en la que había perdido la lucha con sus limitaciones dentro de la cancha y lo había llevado a otra contra los fallos arbitrales, el VAR y la AFA.

La “T” apeló a un esquema básico y elemental que le dio grandes réditos desde el inicio mismo del juego hasta terminar con 3-0 sobre Instituto. Ejecutó a la perfección el contraataque con la inteligencia de un Rodrigo Garro, al que su condición de ex Instituto no le pesó nunca.

La forma inicial de la derrota fue el primer mazazo: Talleres arrancó ganando por arriba con el tanto de Matías Catalán ante un rival que sabe jugar muy bien en ese rubro con un córner ejecutado por Garro. Luego, aguantó con Guido Herrera, al momento en el que Instituto había logrado el control de los espacios que necesitaba para poder empatar y lo ejecutó con los ingresos de Diego Valoyes y David Romero mas los tantos del ex Instituto y de Sosa.

Así, en los cambios de Javier Gandolfi, también estuvo la diferencia.

Va el detalle de las claves

  • Garró pegó primero y segundo. Fue la figura del partido. Comenzó insultado por todo el Monumental y maltratado por el fondo albirrojo, hizo jugar a Talleres cada vez que pudo. Fabricó el córner del 1-0 de Matías Catalán y que él mismo usó para habilitarlo, hizo el 2-0 parcial que empezó a bajarle la cortina al juego y se fue reemplazado en silencio. Uno respetuoso y que impuso el reconocimiento de todo un estadio, que lo vio germinar.
  • Guido Herrera y compañía. Instituto dispuso mayoritariamente de la pelota, pero cuando supo qué hacer con ella y le llegó profundo, Talleres hizo subir a escena a Guido Herrera. El arquero albiazul dispuso se agigantó: le tapó el empate a Santiago Rodríguez; luego, Catalán sacó en la línea ante que Martínez convirtiera y finalmente se quedó con el mano a mano final ante el propio “Maravilla”.
  • Los cambios. Quedó dicho que el gol de Garro a los 19 minutos del complemento (recibió de Ramón Sosa, la paró y sacó el zurdazo bajo que batió a Carranza) quebró la reacción de Instituto y que el de Sosa llevó el partido a la goleada. Sin embargo, fueron los ingresos de Diego Valoyes y David Romero los que lo provocaron. El colombiano, que aguantó bien la pelota, cambió de frente para Sosa que se había cruzado de banda y esperó a Garro para que marcara. En el 3-0, Romero asistió al paraguayo.
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