Mientras que en Argentina comienzan a bajar los casos de coronavirus tras el duro impacto que tuvo la cepa Ómicron impulsando la tercera ola de contagios, se supo que un tercio de los bonaerenses que dieron positivo desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020; se infectó solo en el mes de enero de este año.
Desde diciembre y tras el ingreso al país de la variante descubierta en Sudáfrica, la tercera ola de casos de COVID-19 golpeó de lleno, principalmente en la provincia de Buenos Aires, que atraviesa una muy buena temporada de verano a pesar de los contagios y que siguen sin representar síntomas de gravedad gracias a las características particulares de la mutación y la extendida campaña de vacunación.
De acuerdo con las estadísticas oficiales, solo durante los días de enero de 2022 se contagió el 32% de los bonaerenses diagnosticados con la infección desde el inicio de la pandemia. Se trata de 1.040.547 personas sobre 3.254.439 de pacientes infectados desde marzo de 2020.
Ese aumento, que también se detecta a nivel país aunque con un porcentaje más bajo, implicó también una suba, algo más lenta, de la ocupación de camas en terapia intensiva por los pacientes que desarrollan cuadros graves o críticos por la enfermedad.
Durante enero, las internaciones en terapia crecieron un 185% en toda la Argentina. En la semana del 24 de enero,el nivel de ocupación de las camas en UTIs volvió a estar en los niveles de agosto del año pasado, pero en la actualidad ya se realizan cirugías por otras enfermedades que se habían reprogramado.
A diferencia de la primera y la segunda ola, Argentina tuvo a fines de diciembre un incremento de casos con más del 70% de la población vacunada. Ahora, más del 87% tiene el esquema iniciado y el 77% ya completo. Esto explica que si bien el país tiene la triste cifra de 121.273 fallecidos, en enero solo se registraron 4.126, es decir el 3,4%.
