Pocas horas después de conocerse la detención de Lautaro Ordóñez (20) por haber embestido y arrastrado el pasado domingo a dos policías sobre el capó de su auto en el Cerro de las Rosas, de la capital provincial, comenzó a conocerse que tenía pendientes multas de tránsito, un incidente en el lago Los Molinos y la denuncia de una joven que asegura que fue violada por él cuando ella tenía 16 años, en febrero de 2020.
Tras viralizar un video en el que formulaba pública denuncia en las redes, “HA” presentó la denuncia penal ante el Polo de la Mujer, que recayó en la Fiscalía de Delitos contra la Integridad Sexual del 2° Turno, a cargo de Ingrid Vago. Además de hablar brevemente con algunos medios, la joven que hoy tiene 18 años relató a La Voz pormenores de lo que vivió la madrugada del 24 de febrero de 2020, cuando -asegura- Ordóñez abusó sexualmente de ella.
Un mes antes, a mediados de enero de ese año, ella había cumplido 16 años. En esa ocasión, una pareja de amigos fue a visitarla y le dijo que irían con un conocido, que era Lautaro. En aquella oportunidad, según su relato, tuvieron una reunión en la que él se emborrachó e hizo cosas raras, como arrojar las zapatillas a una fuente y luego sacudirlas para empapar a todos.
La noche del 23 de febrero volvieron a verse en la misma casa del padre de HA, en un barrio privado de Villa Warcalde. Los mismos cuatro estuvieron en esa reunión, si bien en esta ocasión la pareja amiga se retiró a otra zona de la casa y dejó solos a HA y a Lautaro, contó la joven. En ese momento, los dos comenzaron a acomodar lo que quedó de la cena.
“Él se me insinuó, pero no me daba buena vibra, como que algo no me cerraba”. Estaban en la zona del garaje, donde hay un baño y un lavadero al que llevaban los utensilios, cuando él intentó besarla y hacer “otras cosas”, sostuvo HA.
Más tarde, Lautaro fue al baño e hizo algo que la joven relata conmocionada: “Me retumbó mucho, salió del baño con los pantalones y el bóxer bajo, hasta los tobillos”. HA continuó su relato: “Yo, con 16 años recién cumplidos, me asusté, me puse extremadamente incómoda… no sabía si llorar, si llamar a alguien”. La joven recuerda que “él se hacía el ebrio”, pero cuando los amigos volvieron para ver qué pasaba, enseguida se levantó los pantalones, para disimular. En esa situación, ella le hizo una seña a la otra joven, pero esta no le entendió. Luego de un rato, la otra pareja se retiró de vuelta.
HA cuenta que Lautaro y ella volvieron a quedar solos y él insistió con lo mismo. Pronto él la llevó hacia el living, la empujó y la hizo caer en un sillón. Allí se colocó un preservativo y se le echó encima. “Yo empecé a llorar –recuerda HA– y él comenzó a decir cosas bastante turbias. Las tengo clavadas en la mente”. La joven se atreve a pronunciar sólo una de esas frases: “Te gusta cómo te la doy, putita”.
Ya habiéndola accedido, mientras estaba llorando, él hizo un movimiento, se quitó el condón y lo arrojó al piso, relata la denunciante. “Esa fue mi primera vez y yo no sabía cómo funcionan algunas cosas. Tenía miedo mortal a quedar embarazada”, explica, y añade que eso la hizo reaccionar.
La joven relata que, una vez suelta, lo empujó con más fuerza, se acomodó el short y le dijo “Lautaro, vestite”, a lo que recibió varias negativas, aunque ella repetía la misma frase. “Dale, no seas así”, insistía él. Esa “discusión” duró unos 15 minutos, según el tiempo que ella calcula, de acuerdo a su vivencia.
Su descripción de la escena agrega que él la perseguía por todo el living, “como una especie de pingüino, con los pantalones en los tobillos”, mientras ella lloraba y escapaba.
Luego de largos minutos de estar con los pantalones bajos, Ordóñez fue al garaje y allí se encontraron con la pareja de amigos. “Se juntó con su amigo y los dos comenzaron a reírse a carcajadas”, relató ella cuando Lautaro le contó al otro joven lo que había pasado. Ella le contó a la chica que Lautaro había abusado de ella y le pidió que, por favor, los echara de su casa. La otra joven los empujó y, a pesar de que se resistieron, logró que pasaran por la puerta de uno de los portones del garaje y cerró.
Allí ella contó que no sabía si gritar o correr, por temor a que él la golpeara. No obstante, aseguró que él le tiró de los cabellos y la agarró con fuerza.
Sucia
Al irse los hombres, HA se quebró en llanto y no podía hablar. Quien hoy es su amiga la acompañó al menos durante una hora. Luego, la chica que vivía en el mismo barrio se fue caminando a su casa.
Ella subió a su habitación y de inmediato sintió el olor de él en su pelo, su ropa y su cara. La sensación le hizo dar arcadas, según relata. “Creo que tuve lo que dicen es un ataque de ansiedad. Me sentía sucia, vi que tenía un ‘chupón’ en el cuello y enseguida llamé a mi papá por teléfono” celular, que estaba en su habitación. “Más o menos entendió algo, se dio una idea de lo que le pasó y me dijo que me quedara tranquila”.
Si bien le contó algo, sólo se animó a decirle que la había tocado. El padre le pidió que se bañe, que se acueste y que descanse. “No sé cuánto tiempo estuve bajo la ducha, pero me refregué hasta lastimarme la piel. Traté de sacarme el olor y la mugre. No sé cuántas veces me lavé el pelo”, relata HA, para repetir: “Salí de la ducha y me sentía sucia”. Recién en octubre pudo hablar y contar la verdad, primero a una hermana, luego a la madre y después a su padre.
La joven vuelve atrás y dice que al día siguiente Lautaro le llamó para decirle que ya había tomado medidas con el alcohol y que no se acordaba de nada. Sin embargo, a sus amigos les contaba que habían tenido relaciones consentidas y que ella se había enojado porque se quitó el preservativo.
Cuando lo vio en los videos y se enteró por sus amigos lo que había hecho con su auto en contra de los policías, ella tomó el impulso de hacer la denuncia. Ahora, opina sobre lo que él hizo: No, no fue reacción o instinto. Ese fue Lautaro; es una persona violenta, impulsiva, que se da cuenta de todo lo que hace. Usa lo del alcohol como excusa, pero sabe perfectamente lo que hace”.
Pedido de restricción
HA fue acompañada durante el diálogo por su abogado, Daniel Villar, quien comentó que además de la denuncia pidieron a la fiscal Vago ser tenidos como querellantes en la causa. Además, el letrado sostuvo que solicitaron una serie de medidas, entre las cuales plantearon peritajes interdisciplinarios a la joven y al denunciado.
De igual modo, pidieron a la fiscal que se ordene restricción de acercamiento y de contacto a Lautaro con la denunciante, como así también el mismo impedimento a miembros de la familia del joven.
Villar comentó que, si es necesario, pedirán habilitación de feria para que puedan cumplirse las medidas solicitadas.
Este diario intentó dialogar con los defensores de Ordóñez, pero no fue posible obtener su versión.
