La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) advirtió una relación entre las vacunas contra el coronavirus y el síndrome de fuga capilar, y finalmente actualizó su listado de posibles efectos secundarios relacionados con las vacunas contra el Covid-19.
En su informe de farmacovigilancia, la entidad identificó una posible relación entre las vacunas de Pfizer y Moderna y un rebrote de síndrome de fuga capilar entre quienes las recibieron.
El descubrimiento surgió a raíz de los 11 casos registrados por todo el mundo después de la exposición de aproximadamente 559 millones de dosis. Los profesionales de la salud, tras este estudio, recomiendan que todas las personas que ya sufrieron dicho síndrome consulten con un médico antes de la inoculación.
¿DE QUÉ SE TRATA?
«El síndrome de fuga capilar sistémica es un trastorno poco frecuente caracterizado por brotes repetidos de fugas masivas de plasma de los vasos sanguíneos a las cavidades y músculos del cuerpo cercanos. Esto da como resultado una caída brusca de la presión arterial que, si no se trata, puede provocar una insuficiencia orgánica«, explica detalladamente la página web oficial de Mayo Clinic.
Sin embargo lo que siente el paciente que padece de este síndrome no solo es ese problema puntual, sino varios efectos secundarios más de manera simultánea, que pueden llegar a ser los siguientes:
«A medida que se extravasa el líquido del torrente sanguíneo, disminuyen el volumen sanguíneo y la presión arterial. Esto puede provocar la falta de oxígeno y nutrientes esenciales para la función normal en los tejidos de los riñones, el cerebro y el hígado», cierra el informe de Mayo Clinic.
De acuerdo a los datos suministrados por el Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina se administraron al día de la fecha 96.208.851 vacunas. De ese total, 15,3 millones son de Pfizer y habrá 18,4 millones de dosis para el año 2022, mayormente para pacientes pediátricos. Así, el total de dosis asciende a 38,6 millones.
Según los datos de la cartera que comanda Carla Vizzotti, entre los eventos adversos supuestamente atribuibles a la vacunación e inmunización (ESAVI), que no llegan al 3% del total de inmunizaciones, no se contabilizan casos de síndrome de fuga capilar por el momento.
