El final de la alianza opositora llegó con la espectacularidad de una demolición con dinamita. Patricia Bullrich había prometido no ser una tibia y no lo fue: se cargó a la conducción del partido que preside y, respaldada por Mauricio Macri, salió a apoyar a Javier Milei para el ballotage. Su decisión trajo una réplica instantánea de la UCR. «Fue una gran irresponsabilidad. No sé qué acuerdo hizo con Milei, pero me dio vergüenza ajena», le descerrajó el titular de la UCR, Gerardo Morales, al cierre de un encuentro del Comité Nacional donde dijeron que no irían con ninguno de los dos candidatos. A su lado, Martín Lousteau fue más incisivo: «Bullrich y Macri decidieron abandonar Juntos por el Cambio». Dentro del PRO, las disidencias fueron también inmediatas: María Eugenia Vidal se mantuvo neutral y Horacio Rodríguez Larreta dio su propia conferencia de prensa donde cuestionó la reunión secreta que tuvieron con Milei. Vidal y Larreta habían estado hasta minutos antes de que salieran a hablar intentando convencer a Bullrich de que no destruyera el partido. Nadie sabe cómo continuará el PRO ni si seguirá habiendo Juntos por el Cambio, o alguna versión reconfigurada. Algo está claro: ya nada será igual.

Por la noche, Bullrich y Milei se encontraron en los estudios de televisión de TN y se dieron un incómodo abrazo.

-Ha-hace un buen gobierno -le susurró ella.

-¡Qué revolución armamos! -le contestó él, canchero.

-Seh. Qué despelote -dijo ella, con una media sonrisa.

Una noche mágica

Según admitió Bullrich, el martes por la noche hubo un encuentro con Milei, del que también participó Macri. Lo que acordaron en esa cena es motivo de mucha especulación y hermetismo. Se sabe que él le había ofrecido públicamente un lugar en su gobierno, al igual que a Macri. Ella contó que se «perdonaron mutuamente». En el caso de ella, le había hecho dos denuncias penales por llamarla «montonera asesina» y decir que puso «bombas en jardines de infantes». Ahora Bullrich retirará las denuncias.

Milei dijo sobre el encuentro que «no fue para negociar. Nos juntamos a hablar con la señora Bullrich para limar diferencias. Tuvimos una charla de dos personas adultas. Nos pedimos perdón mutuamente. En la campaña se dijeron cosas que excedieron los límites».

Luego de la comida con Milei, la velada de Bullrich siguió con Macri hasta las 2 de la mañana. Allí planificaron cómo iban a anunciar el respaldo a Milei. Lo primero fue suspender por segunda vez el encuentro de la cúpula del PRO, que iba a reunir a los principales dirigentes a consensuar una postura. Macri sabía que no tenía la mayoría para ganar esa discusión, así que decidió no darla y forzar un apoyo a Milei, aun a costa de una posible ruptura del PRO.

En lugar del encuentro para debatir en el partido, se vino, entonces, el anuncio de una conferencia de prensa. Alertados de lo que iba a ocurrir, Larreta y Vidal se trasladaron a la casa de Bullrich e intentaron convencerla de que no lo hiciera y de las consecuencias que podía tener su actitud para todo Juntos por el Cambio. Según dicen del lado de Bullrich, fue una charla «relativamente buena, dadas las circunstancias». Larreta y Vidal salieron diciéndose que nada podían hacer si Bullrich quería apoyar a Milei a título personal.

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Sola

Bullrich dio la conferencia con cara de pocos amigos y solo acompañada por su ex candidato a vice Luis Petri. Macri, que la había acompañado hasta tomar la decisión, no fue de la partida. Bullrich leyó (mal) un texto que habían redactado de madrugada en el que intentó justificar su apoyo a Milei bajo la idea de que «la Patria está en peligro» con Sergio Massa. «La Patria está en peligro con Milei», le retrucaría, horas más tarde, Morales.

Junto con Petri, Bullrich dijo: “Esta fórmula fue elegida de manera democrática en las PASO. Venimos en representación, no de nuestros partidos, sino por haber tenido el apoyo de 6.200.000 argentinos. Para que la Argentina salga adelante necesita un cambio de raíz, que asegure un capitalismo, y que se termine con la emisión monetaria para terminar con la inflación», aseguró. Por las dudas, aclaró que no había aceptado ningún cargo de Milei.

Sí tuvo que explicar cuando le preguntaron por qué apoyaba a alguien que la acusó de matar niños en atentados terroristas: “Anoche tuve una charla y nos perdonamos mutuamente. Está en juego algo más importante”, aseguró Bullrich.

Su decisión, tomada sola con Macri, dejó al PRO en un estado del que nadie sabe cómo saldrá. Ante una pregunta de este diario a un alto dirigente del partido sobre si sigue existiendo el PRO después de esto, la respuesta fue: “Qué sé yo”.

Otros hacían cuentas: de la bancada de 93 que quedará de Juntos por el Cambio, Macri podría llegar a controlar 23 a 25 diputados. Eso es lo que podría ofrendarle a Milei en una eventual presidencia.

El lado oscuro

Poco antes de que Bullrich saliera a apoyar a Milei, Elisa Carrió entró en escena y acusó a Macri de destruir Juntos por el Cambio. «No vamos a dar el salto al vacío para la venta de órganos porque viola los derechos humanos, no estamos de acuerdo con la venta de niños y la legalización del narcotráfico, todo esto va a conducir a delitos de lesa humanidad”, describió el futuro con Milei. Y le advirtió al ex presidente: “Su lado oscuro le ganóen consecuencia el que rompe es él y la pobre Patricia comete un error histórico».

Carrió también dio detalles de las discusiones internas: dijo que ella había planteado el año anterior que el candidato a gobernador debía ser Diego Santilli y no fue escuchada. Y fue muy clara al plantear que Macri es el padre de la derrota.

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También dijo que ella vio venir «el lado oscuro» de Macri mucho tiempo antes de que esto pasara: «Yo se lo dije a Maxi Ferraro: lo que va a hacer Macri es desgastar a Horacio, entregarla a Patricia e irse con Milei”, insistió. “Patricia me dejó de hablar y yo no voy a forzarla, ella está muy condicionada. Está perdida la partida de bridge para Macri, jugó con nosotros, pero perdió”, advirtió sobre el hecho de que Macri no pudo convencer ni al PRO de que apoye a Milei. Menos a todo Juntos por el Cambio. Por eso jugó su única carta: la ruptura y el pronunciamiento de Bullrich.

Que se rompa

Mucho antes de que salieran a hablar del Comité Nacional de la UCR, Ernesto Sanz hizo una advertencia: “Si las partes empiezan a decidir cosas diferentes, es obvio que se rompe Juntos por el Cambio. Las coaliciones viven lo que sus miembros quieren, no viven eternamente”, remarcó el dirigente radical. A continuación, ocurrió lo que decía.

Pero su frase fue una caricia al lado de los vasos de vidrio (metafóricos, esta vez) que volaron tras el encuentro de los radicales. Primero, vino un comunicado que cuestionó a Massa pero fue mucho más duro con Milei: «El extremismo demagógico de Javier Milei se encuentra en las antípodas de nuestro pensamiento. Su plataforma política y la violencia que se desprende de sus palabras y sus gestos, atentando siempre contra la convivencia, no tiene nada que ver con nuestro partido. Jamás podríamos tener nada que ver con su espacio«, rechazaron.

En la conferencia de prensa posterior, Morales dijo que Bullrich y Petri habían sido «dos irresponsables». Reveló que habían pactado con el PRO un encuentro para el jueves por la mañana. «Ni siquiera me llamó Bullrich. Ella no es quien para hablar por los seis millones de votantes. Fue una falta de respeto al radicalismo que no perdonamos. Se ve que acordaron muchas cosas con Milei. Se llenan la boca hablando de corrupción y se van con Barrionuevo», lanzó Morales. Más tarde, en una entrevista, siguió sacándose el veneno de encima: «Con Macri no hablo hace dos años. Ambos se fueron de Juntos por el Cambio. Macri debe estar feliz: logro lo que quería«.

Lousteau, con un tono más calmado, no fue menos duro: «La falta de respeto fue a toda la coalición. El PRO ni se reunió. Tomaron una decisión unilateral. Bullrich y Macri decidieron abandonar Juntos por el Cambio».

Larreta objeta

El jefe de Gobierno saliente resolvió hacer su propia conferencia de prensa, donde se diferenció de Bullrich, si bien no la atacó tanto como los radicales.

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Vidal siguió la misma línea: «Esta mañana decidimos, en una reunión del PRO, que cada dirigente se exprese libremente», aseguró, pese a que lo de Bullrich no fue para nada consensuado. Y dijo que no va a apoyar a ninguno de los dos candidatos: «Ninguno me representa».

«No creo que lo que diga ningún político, incluyéndome, defina el voto de los argentinos. No hay libertad de acción para los ciudadanos porque ya somos libres. Cada uno decide y es responsable de su voto», planteó Vidal, en algo que también dijo Larreta.

En la conferencia de prensa, Larreta aseguró que «las dos opciones que tenemos para el balotaje son muy malas para los argentinos”. Negó que vaya a formar parte de un gobierno de Sergio Massa. “Ahora, del otro lado, Milei es un nuevo populismo, un salto al vacío. Tengo una posición diferente a la que ella expresó», afirmó.

Sí fue muy crítico del pacto con Milei. «La reunión con Milei fue a medianoche, en secreto. No sé que acordaron ni qué hablaron. Para mi fue una sorpresa esa reunión de anoche. Y expresé mi malestar ante reuniones secretas. No ayuda en nada a Juntos por el Cambio», remarcó. También aclaró que»Macri durante la campaña le dio aval a Milei» y recordó que «Bullrich se quejó de esto en medio de la campaña».

Y negó ser funcional a Massa: «Lo que es funcional es lo que está pasando hoy: pelearnos entre nosotros». E insistió con que hay que lograr «la mayor unidad posible», lo que deja en claro que imagina que habrá alguna ruptura y un sector mayoritario que seguirá como una alianza.

Sus aliados siguieron un camino similar. Confianza Pública, el partido de Graciela Ocaña se pronunció por la neutralidad, y también el GEN, de Margarita Stolbizer. «Reprochamos la irresponsable decisión de Macri, Bullrich y Petri porque lesiona la unidad de Juntos por el Cambio para sumarse a otra coalición política», remarcaron en un comunicado.

Los gobernas

Larreta elogió la posición de los nueve gobernadores de Juntos por el Cambio, que plantearon que hay que mantener la neutralidad. «Nuestro deber no es determinar al próximo presidente», dice el documento que difundieron.

El que no asistió a ese encuentro fue el jefe de Gobierno electo Jorge Macri, quien sostuvo que «Juntos por el Cambio no se terminó». Sobre a quién va a apoyar contó que le va a mandar preguntas a ambos candidato a presidente y luego tomará una decisión. «Podría decir o no decir a quién voto, pero no lo voy a hacer hoy. No quiero agregarle más nafta al fuego», afirmó.

No fue lo que opinó Jaime Durán Barba: «Este es el fin del PRO», aseguró en una entrevista el ex consultor estrella del espacio. Y le vaticinó a Macri que va a terminar «liderando un pequeño partido de Barrio Norte».

 

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