La presión devaluatoria desató su furia sobre los mercados alternativos del dólar desde primera hora de la mañana de este martes. Jornada vivida con extrema tensión que se reflejó no sólo en nerviosos cruces telefónicos entre funcionarios desde temprano, sino incluso en palabras públicas del presidente de la Nación. En conferencia de prensa, junto al jefe de gobierno de Rumania, de visita en el país, poco después del mediodía Alberto Fernández se refirió a «una práctica permanente de quienes primero instalan rumores, luego operan durante todo el día y, cuando termina la tarde, retiran su rentabilidad del mercado cambiario». A esa hora, el recorrido del dólar blue, que había arrancado en 470 pesos el día, ya llegaba a 490, mientras que el «contado con liqui» superaba los 480 pesos y el dólar MEP amagaba posarse en los 470.

A esa hora, nadie arriesgaba adonde se iba a detener el raid alcista. En la siguiente media hora el gobierno reaccionó. Tras la palabra de Alberto Fernández, le sucedió una serie de cuatro tuits del ministro de Economía, Sergio Massa, señalando entre otras cosas que «notificamos al FMI de las restricciones que pesaban sobre la Argentina y vamos a cambiar en la rediscusión del Programa». Era un anticipo de que, en las próximas horas, volverían las intervenciones oficiales en el mercado para tratar de apaciguar la corrida.

Los mecanismos de intervención no fueron explícitos, pero quedó claro que desde primera hora de la tarde cambió la dinámica de las operaciones con los dos títulos de deuda más utilizados para dolarizar los activos en pesos: el AL30 y el GD30. Ambos bonos de deuda soberana cotizan en Argentina (en pesos) y en el exterior (en dólares), pero el primero se rige bajo legislación local y el segundo bajo legislación extranjera (en caso de litigio, por ejemplo por su no pago o «default»).

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Ambos son utilizados en las operaciones de compra en pesos y su posterior venta en dólares, conocidas como «contado con liqui» (CCL) y dólar cable o dólar MEP (por su mecanismo electrónico de pago).

De algún modo, las intervenciones oficiales permitieron detener la escalada alcista del blue y revertirla en el caso de los dólares financieros o bursátiles (CCL y MEP). El blue ya había trepado a 497 e iba derechito a quebrar el techo de 500 pesos, pero detuvo su vuelo y terminó la jornada posado en los 495 pesos. En definitiva, 28 pesos por encima del cierre del lunes.

El CCL, que al llegar a los 480 pesos ya marcaba un alza en la jornada de más del 4 por ciento, revirtió el aumento y registró un valor de cierre casi en los 466 pesos, coinciden diversos medios. Esto es, con un aumento respecto del día anterior del 0,8 al uno por ciento, aproximadamente.

El dólar MEP, en tanto, fue en el que más rindió la intervención oficial, ya que después de haberse acercado al mediodía a los 470 pesos, cerró la jornada en torno a los 447,50, un valor inferior (en poco más de un peso) al cierre que registró el lunes.

Si para esta intervención se utilizaron bonos en poder de las autoridades o dólares de las reservas, es una pregunta aún sin respuesta. Se puede coincidir en que la intervención fue útil para calmar el fuego en el momento más álgido del incendio. Pero eso no significa que las llamas del ataque especulativo estén definitivamente apagadas.

A estos valores, el precio del dólar blue (el más «político» de los tres, porque es infinitamente menos representativo en volumen de operaciones y el más manipulado por intereses político-financieros muy concentrados) habría quedado totalmente descolocado, casi 50 pesos arriba del dólar MEP. Y es previsible que transiten hacia una mayor convergencia. Pero tampoco es seguro que la conducción económica pueda mantener en forma persistente estos mecanismos de intervención. «Cada vez que vea especulación, Massa va a intervenir», aseguran sin embargo desde muy cerca del ministro.

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El Banco Central, en tanto, pudo exhibir resultados que parecieran mantenerlo ajeno a las convulsiones. Este martes volvió a tener saldo comprador en el mercado libre de cambios (MULC), absorbiendo 41 millones de dólares. Por liquidaciones de agroexportadores ingresaron 61 millones de dólares, una cifra que sigue siendo muy inferior a la esperada. La otra novedad es que el dólar mayorista se ajustó a un ritmo diario superior al de semanas y meses anteriores, 0,66% con respecto al lunes, llevando el tipo de cambio oficial a $220,87.

En tanto, se informó que durante la tarde se practicó un allanamiento a la sociedad agente de bolsa TPCG, entidad financiera con oficinas en el microcentro porteño, dedicada a la administración de cuentas corporativas, fondos de cobertura y de inversión y demás servicios financieros integrados.

Aunque se desconocen los motivos del allanamiento, su realización se relacionó con lo expresado por Massa en uno de sus tuits pocas horas antes, cuando afirmara que «vamos a usar a la Justicia Penal económica como vehículo de investigación y esclarecimiento de algunos comportamientos, y a la UIF y a la CNV para el análisis de operaciones vinculadas al lavado de dinero».

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