Así como una gran mayoría de los trabajadores, un joven se quedó en su casa durante el último feriado y pidió comida por delivery para evitar salir de su hogar, pero fue víctima de una insólita secuencia que quedó grabada en una cámara de seguridad.
El repartidor tocó timbre, la víctima tomó el pedido y subió de nuevo a su departamento, solo para descubrir luego que una parte de lo solicitado había desaparecido. Sorprendido, recurrió a las cámaras de seguridad del edificio para comprobar qué había pasado y entonces descubrió que el cadete que había llevado la comida hasta su casa se había quedado con una parte de ella.
«Miren cómo los repartidores de Rappi Argentina se roban los pedidos de los clientes en La Plata», escribió el joven indignado en las redes sociales, donde compartió las imágenes. Y agregó: «Lo peor de todo es que no tengo una sola respuesta del soporte y el pibe ya vino dos veces a amenazarme para que no lo denuncie en la empresa! Medio pedido se robó».
Las imágenes no tardaron en viralizarse y mientras la compañía le pidió disculpas por lo sucedido y se puso en contacto con él para evitar que esto pudiera volver a suceder, el propio cadete salió a excusarse por lo sucedido.
«El cliente no atendía, no dejó su número de departamento, le escribí y no contestaba», comenzó explicando en diálogo con el diario El Día y añadió: «(Yo) lo daba por cancelado y encima cuando pasa eso lo tengo que pagar. El flaco aparece más tarde, cancela el pedido y se lleva igual los bizcochos y facturas. No es justo que me escrache, cuando él también tuvo su parte ya que igual se quedó con la comida».
