El viceintendente de Córdoba, Daniel Passerini, dice que la discusión por el reparto de subsidios al transporte ha tomado volumen político en los últimos meses. Y que, con el impulso que le darán los legisladores nacionales de Schiaretti, la disputa será más intensa.

Mientras eso ocurre, afirma que hoy no piensa en ser candidato en 2023. Y que los nombres de las listas los definirá la calidad de la gestión de Martín Llaryora.

–Hoy, en este contexto de disputa entre el Gobierno nacional y Caba por los subsidios, ¿creen que el reclamo de Córdoba podría tener eco? ¿Podría ser beneficioso?

–Más que beneficioso, esta es una cuestión de derechos. A Córdoba y a las ciudades del interior se les viene desconociendo un derecho que venimos planteando hace mucho tiempo. Y no solo con el transporte público. La asimetría entre la “República del Obelisco” y el interior es muy grande. Y no es una diferencia que tenga que ver con la administración, sino que hay un subsidio que, de manera injusta, se viene aplicando. Lo mismo pasa con el agua y la energía.

–¿Pero son optimistas?

–Somos realistas. Estamos convencidos que la discusión ha tomado volumen político, con un fuerte involucramiento de las provincias. El último aumento de boleto se dio en conjunto con los municipios de Rosario y de Santa Fe. Además, hay una postura muy fuerte de nuestro gobernador (Schiaretti), que planteará esta discusión, con nuestros representantes en el Congreso, cuando haya sesiones. Entiendo que ahí la postura de las otras provincias quizá empiece a ser más intensa que en anteriores situaciones, cuando estábamos muy solos.

–Más allá de los subsidios, la semana que viene comienzan las clases. El servicio de transporte está en emergencia. ¿En estas condiciones se va a satisfacer la demanda?

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–Frente a esa emergencia no nos quedamos con el reclamo sino que incorporamos más de 150 coches nuevos en la Tamse, y estamos planteándole a las otras empresas que empiecen a adecuarse a esa posibilidad, luego de haber tenido un servicio restringido durante la pandemia. Que empiecen a incrementar las frecuencias y los coches. Es complejo porque, si tuviéramos los mismo subsidios que tiene el Amba, no solo garantizaríamos mayores frecuencias sino que nos comprometeríamos a que el boleto no fuera más caro.

–El gobierno tiene una buena relación con el Suoem, aun cuando hubo decisiones difíciles en el tema salarial. ¿Cómo lograron esa convivencia?

–Tanto con el Suoem, como el Surrbac y UTA, nuestra relación ha sido de respeto, pero dejando en claro que para respetar hay que ser respetado. Desde el primer día dijimos que no admitiríamos un “co-gobierno” en la Municipalidad. Durante muchos años, hubo la percepción de que muchas decisiones de los gremios condicionaban el funcionamiento del municipio. Para nosotros eso no debe ocurrir.

–Pasaron dos años de gestión que estuvieron marcados por la pandemia y por un recorte salarial fuerte. El Suoem ahora tiene aspiraciones de recuperar el nivel previo a eso. ¿Cómo se preparan para esa discusión?

–Dos años de pandemia a los que se sumó la situación complicada del municipio, y la posterior recesión. Nosotros nos hemos manejado con mucha responsabilidad. La Municipalidad ha logrado ordenar sus finanzas, hemos afrontado deudas en dólares y reestructuramos deuda. Somos conscientes que en un contexto inflacionario, tenemos que tener capacidad de respuesta a los reclamos. Por eso, cuando se retome la negociación, con los parámetros que nos va a dar la inflación que no está controlada, seguramente trabajaremos con esa misma responsabilidad. Responsabilidad que tiene que ser de todos.

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-En el Surrbac, aparece una disputa interna con un candidato (Juan Delgado) que quiere disputarle el poder a Saillen. ¿Cómo ven la situación? Puede tener impacto en el servicio?

–No vamos a interferir en las decisiones que tomen sus afiliados. Es su potestad. Somos respetuosos. Obviamente, en la balanza de los derechos y obligaciones también somos responsables a la hora de exigir cumplimiento.

–¿No vislumbran un conflicto ahí?

-No… Pero aparte no nos interesa esa cuestión como tema de agenda.

El año político

–¿Le interesa ser candidato a intendente? Está entre los nombres más mencionados para ser el sucesor de Llaryora.

–Este año se trata de gobernar. Claro que en el año previo a una elección decisiva, donde se renovarán los tres niveles de gobierno, hay muchas expectativas y quienes somos dirigentes, y tenemos responsabilidad de gobierno, generamos expectativa. En mi caso, y en el equipo de Llaryora, tenemos un mandato de la gente que nos dio una oportunidad para ser muy responsables. Ya vimos lamentablemente como le fue a la ciudad con dirigentes que dedicaron gran parte de su tiempo de gobierno a ser candidato a gobernador. No queremos repetir esos errores. Porque la gente después condena esos errores con su voto. Por eso, las consecuencias de nuestro trabajo determinarán quiénes representaremos a Hacemos por Córdoba el año que viene.

–¿Cómo se definirá?

–El primer mandato que tenemos que cumplir es gobernar bien. Si lo hacemos, las sucesiones van a ser mucho más armónicas y menos discutidas. Pero, si no logramos ese objetivo, todo se pondrá en discusión. Nuestra estrategia es tener una excelente gestión.

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–En ese “gobernar bien”, ¿qué cosas le vienen saliendo y en cuáles no han tenido los resultados esperados?

–Cuando tomamos el municipio, no solo nosotros sino también la gente teníamos la percepción que la ciudad estaba abandonada. En dos años, logramos ponerla de pie, ordenarla en lo financiero, y generar y proyectar obras que la ciudad necesita. Y cumplir un mandato que nos dio la gente, aunque la oposición se enoje: trabajar codo a codo con el gobierno de la Provincia. A la ciudad le fue muy mal cuando el intendente que se ponía en candidato se peleaba con el gobernador. Y en muchos servicios, como en el transporte o las cloacas, tenemos reclamos: y una demanda, que no creamos pero asumimos, que es que más de 100 mil personas no tenían agua potable. Aspiramos a fin de año haber mejorado esos déficit.

–Y dentro del gobierno, ¿qué creen que la gente piensa de la gestión?

-Somos muy autocríticos, exigentes, siempre analizamos las situaciones y pensamos que se pueden hacer mejor. Pero, las encuestas nos están marcando que la percepción que tiene la ciudadanía está siendo buena. La gente está viendo bien lo que estamos haciendo. Lo que nos obliga más, porque estamos poniendo la vara un poco más alta que la que teníamos cuando asumimos. Estamos en el buen camino, pero está lleno de dificultades.

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