Una turbulencia política vive Italia con la renuncia de su primer ministro, Mario Draghi, quien presentó su dimisión al cargo de forma indeclinable luego de perder el apoyo de tres de las fuerzas que integraban la coalición de Gobierno.
Draghi había anunciado su renuncia hace una semana tras el rechazo del Movimiento Cinco Estrellas de acompañar un paquete de medidas sociales y económicas. Esa decisión preliminar no había sido aceptada por el presidente Sergio Mattarella, pero este jueves su determinación fue indeclinable al perder aún mayor respaldo político.
El primer ministro obtuvo en la jornada del miércoles el apoyo de sólo 95 de los 321 senadores del país por la reticencia de las derechistas Liga y Fuerza Italia y la centrista Cinco Estrellas a dar el voto de confianza para la continuidad del Ejecutivo.
«El presidente de la República, Sergio Mattarella, recibió en el Palacio del Quirinale al presidente del Consejo de Ministros, profesor Mario Draghi, quien, luego de haber informado sobre la discusión y votación de ayer en el Senado, reiteró su renuncia y de la Gobierno que preside», informó el secretario general de la presidencia italiana, Ugo Zampetti.
En consecuencia, Mattarella recibirá durante este jueves a los presidentes del Senado y de Diputados para avanzar en una eventual disolución de las Cámaras, el primer paso hacia el adelantamiento de las elecciones, previstas originalmente para marzo de 2023.
En caso de que Mattarella confirme un adelantamiento electoral, los comicios podrían darse entre el 2 y el 9 de octubre, para respetar el plazo constitucional de al menos 60 días pasados desde la disolución de las Cámaras.
El Gobierno de Draghi, que se mantiene en funciones hasta que haya un nuevo Ejecutivo, se encamina así a durar 17 meses, apenas sobre la media en un país que tuvo 67 Gobiernos en 75 años y en el que desde 2008 el primer ministro no es elegido por el voto directo de los ciudadanos sino por acuerdos parlamentarios.
