El uso y usufructo de una propiedad en Berisso es motivo de controversia y derivó en una denuncia penal por parte de un fisiatra que asegura haber alquilado por 20 años un galpón para el funcionamiento de un gimnasio, pero el lugar fue vaciado y le dejaron las máquinas en la vereda.

Daniel Etchenique dijo estar «indignado» luego de que desconocidos ingresaron por la fuerza a su lugar de trabajo: «Es indiginanate soy un hombre de trabajo, hace 30 años que estoy en el tema, el contrato de locación fue hecho ante un juez de Paz, es un contrato de 20 años», señaló el profesional en contacto con 0221.com.ar.

Todo comenzó luego de que integrantes de la familia Sado desalojaron la propiedad ubicada en 164 entre 20 y 21, cuyo propietario murió hace dos semanas. «Yo el contrato lo celebré en 2014, fui con el dueño que falleció hace 10 días, tenía una relación excelente, la heredera es la hija, estos que entraron son okupas que rompieron tres candados y tomaron el lugar», señaló Etchenique con bronca e impotencia.

Aunque sostiene que tiene todos los requisitos en regla y «está habilitado por la Municipalidad de Berisso», el fisiatra fue echado del lugar. Tras el desalojo compulsivo el profesional radicó la denuncia en sede policial y la ratificó en sede judicial. «Estoy esperando que actúe la Justicia, esta gente está exenta de las garantías que pueden tener como herederos del lugar, la única heredera es la hija», recalcó. Y añadió: «Se metieron de golpe y llevaron menores de edad, pronto se aclarará todo».

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Por su parte las personas que desalojaron el lugar aseguran que el inquilino debe 3 años del pago de alquiler. Por tal motivo, Joaquín Sado, junto a sus hermanas Micaela Romina Sado y Mariela Soledad Sado tomaron la decisión de sacar todas las pertenencias de Etchenique a la calle.

Según informó el sitio Berisso Ciudad en el galpón en cuestión Etchenique montó un gimnasio que estuvo en funcionamiento durante 8 años, pero en los últimos tres habría dejado de pagar.

El trámite de sucesión del lugar está llevando mucho tiempo, ya que afirman que la Justicia «es lenta» y por ellos resolvieron llevar adelante esta maniobra. La familia del dueño anterior sostiene que en los últimos años el fisiatra tuvo baja amenazas al ahora fallecido Héctor Sado y a su esposa, ante el reclamo por el pago de la renta. Y desde el fallecimiento los hermanos debieron hacerse cargo y tomaron la drástica determinación. Además de sacar a la vereda las pertenencias de Echenique, optaron por permanecer en el lugar. «Si nos vamos, va a querer entrar de nuevo», comentó Joaquín a aquel medio y cerró: «Nos amenaza de muerte delante de la Policía. Nosotros ya hicimos la denuncia».

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