Durante todo el primer día de cuarentena, las fuerzas de seguridad de la Provincia de Buenos Aires brillaron por su ausencia en las calles de la ciudad y no se observó ningún operativo para controlar que los platenses cumplan con el aislamiento obligatorio que dispuso el presidente Alberto Fernández. Salvo algunos rondines a pie por el centro, hasta el momento no hubo un despliegue de los uniformados que prometió el mandatario para evitar que los vecinos incumplan con la cuarentena, algo fundamental para aplanar la tan mencionada curva de contagios de coronavirus.
No fue casualidad que una gran cantidad de platenses, que si tomaron dimensión de la gravedad de la situación y se quedaron en sus casas, manifestaran su enojo contra las autoridades provinciales por no extremar los controles. Muchos vecinos registraron personas salieron a hacer ejercicio al aire libre, jugar al fútbol o haciendo filas en los supermercados, sin respetar el metro y medio de distancia necesario para prevenir contagios.
A diferencia de lo que sucedió con las fuerzas que están bajo el mando del ministro Sergio Berni, la Municipalidad tomó nota del acatamiento dispar que tuvo la cuarentena en la ciudad y reforzó los controles con agentes de la Guardia Urbana de Prevención, tránsito y personal del SAME. Los mismos se apostaron sobre 13 y 40, una de las arterías más utilizadas por los vecinos, y detuvieron a una gran cantidad de vehículos para constatar el motivo por el cual estaban circulando en la vía pública.
Este viernes el ministro bonaerense reunió a una gran cantidad de agentes en La Plata y los «arengó» a cuidar a los vecinos en medio del aislamiento y en medio de una conferencia de prensa sostuvo que más de 600 personas fueron notificadas por la Justicia por el incumplimiento de la cuarentena.
«Es responsabilidad de cada uno saber en qué medida puede quedarse en su casa o salir a la calle. Hasta el momento se notificaron vía judicial a más de 600 ciudadanos, por incumplir el artículo 205 del Código Penal», sostuvo el funcionario aunque los agentes bonaerenses no se vieron en las calles de la ciudad. La número llamó la atención de muchos que, según contaron, relataron una gran cantidad de situaciones que están prohibidas por el decreto que lleva la firma del Presidente y pidieron más efectivos para controlar a aquellos que no están dispuestos a seguir con las recomendaciones de las autoridades sanitarias.
A todo esto se sumo una gran cantidad de hechos de inseguridad que se registraron desde que Fernández le comunicó a la población que hasta el 31 de marzo regirá un aislamiento social, preventivo y obligatorio en todo el país. Estos delitos, sin dudas, alertaron aún más a los vecinos en los distintos barrios de la ciudad, tal y como sucedió en pleno centro platense con una banda de roba ruedas que atacó a minutos de iniciarse la cuarentena.
Solo resta esperar que en el transcurso de los días las drásticas medidas tomadas por las autoridades nacionales surtan el efecto buscado y se logre achatar la curva de contagios de COVID-19 en el país, donde los casos ya ascienden a un total de 158.
Todavía con nueve días de aislamiento por delante, además, las autoridades provinciales tendrán que redoblar esfuerzos para hacer cumplir la cuarentena y garantizar que el enorme esfuerzo nacional no caiga en saco roto por el deficiente control policial.
