«Un juicio a puertas cerradas lo pone en duda»

Las audiencias serán del 21 al 25 de febrero. No habrá público y la entrada de periodistas se autorizó solo para los alegatos y lectura del veredicto. La Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico exige que se garantice publicidad.

El juicio al obispo emérito Gustavo Oscar Zanchetta comenzará hoy en la ciudad de Orán, lugar donde cumplió funciones de obispo, y está previsto que concluya el viernes.

Zanchetta está imputado por el delito de abuso sexual simple continuado agravado por ser cometido por un ministro de culto religioso en perjuicio de los ex seminaristas G.G.F.L. y C.M.

Según se adelantó, las audiencias de testimoniales serán sin acceso de público ni de la prensa. Conocida esta novedad, la Red Nacional de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico exigió que se garantice la publicidad y que el debate sea retransmitido, porque «impedir la cobertura periodística es otra maniobra de ocultamiento de la información».

«Recordemos que el accionar de Zanchetta es sumamente paradigmático por los abusos sexuales cometidos y por todos los intentos de la jerarquía eclesiástica de protegerlo, y por el encubrimiento del que dicha jerarquía es responsable. Recordamos que lo trasladaron al propio Vaticano, lo cual compromete a la máxima autoridad de la Iglesia Católica, el mismísimo Papa (Jorge) Bergoglio», expresó en un comunicado la Red de Sobrevivientes.

También el referente de la Red de Sobrevivientes de Abuso Eclesiástico de Salta,  Juan Carlos García, manifestó su disconformidad con lo que interpretó como falta de garantías al no ser públicas las audiencias. «No deben prohibir la verdad de lo que pase en el juicio. Por más que (Zanchetta) tenga investidura, la sociedad lo quiere ver. Tenemos derecho a saber qué es lo que pasa. ¿Cómo se va a hacer un juicio a puertas cerradas? Un juicio a puertas cerradas lo pone en duda. Exigimos que sea abierto y transmitido. Exigimos a la Justicia que pueda entrar la prensa para mirar el proceso de juicio, ahí capaz va a ser creíble», demandó.

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Añadió que las personas sobrevivientes esperan «que se demuestre todo lo que hizo (Zanchetta) y si tiene que pagar en la cárcel, que lo haga como cualquier persona común porque cometió un delito».

García es sobreviviente de abuso sexual del cura Emilio Lamas, al que la Iglesia Católica le retiró el sacerdocio pero la Justicia ordinaria salteña lo sobreseyó al prescribir la causa. «La lucha sigue, es obvio que no se va a borrar el dolor que pusieron en nuestras vidas» manifestó, aunque aclaró que duda de la Justicia de Salta y recordó que en Orán le permitieron a Zanchetta que se fuera del país.

Por la falta de condenas a algunos curas abusadores, García dijo que los sobrevivientes «tienen miedo de iniciar esa lucha porque no pasa nada. Nos queda ser constantes, seguir elevando nuestra voz de auxilio, porque cada vez que esto se presenta es volver a gritar que necesitamos ayuda, que nos escuchen, que nos crean, que estén presentes al lado de nosotros porque esta duda desalienta, hiere y golpea mucho», sostuvo.

La Red Nacional de Sobrevivientes planteó la «separación de la Iglesia y el Estado», la «apertura de los archivos del Vaticano y (la) creación de Comisiones Investigadoras Independientes».

Zanchetta nació en Rosario, en la provincia de Santa Fe, en 1964. Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1991 en la diócesis de Quilmes y designado obispo de Orán el 23 de julio de 2013. Renunció en 2017 y se fue a Corrientes antes de que le fuera aceptada la dimisión. Luego de tres meses el papa Francisco lo designó como asesor de la Administración del Patrimonio de la Santa Sede (APSA), el organismo encargado de gerenciar los bienes del Vaticano. Esto último pese a que había sido denunciado por desmanejos económicos en el ámbito eclesial.

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Dos denuncias 

Dos ex seminaristas denunciaron formalmente por abuso sexual al obispo emérito. La primera fue presentada en la justicia ordinaria el 6 de febrero de 2019, por un joven seminarista que contó que sufrió abuso sexual en 2017. Según relató, estos hechos fueron cometidos en el edificio del Seminario Juan XXIII de la ciudad de Orán y en un domicilio particular del pueblito de Los Toldos.

El 13 de febrero de 2019 otro seminarista denunció a Zanchetta por episodios de significación sexual y conductas inapropiadas “frente al público y en el ámbito privado” en la casa parroquial San Antonio, en el edificio del Seminario Juan XXIII y en la casa del obispo. Según señaló, estos hechos se cometieron desde 2016.

La fiscala Soledad Filtrín Cuezo, que trabajó en la causa con el fiscal penal Federico Obeid, aseguró en la requisitoria de juicio que estos hechos fueron corroborados.

La fiscala acusa a Zancheta de haber actuado «con ánimo doloso de involucrar sexualmente a las víctimas dando inicio al despliegue de actos y maniobras de seducción, manipulación y preeminencia por la función de superior jerárquico en el ámbito eclesiástico, logrando confianza, temor reverencial en las víctimas a través de tocamientos inverecundos cernidos en su cuerpo con clara significación sexual, quebrantando la voluntad de los mismos temerosos de perder su condición de seminaristas y poner fin con su vocación al servicio religioso».

La fiscalía también le recrimina haber sostenido ese accionar abusivo «en el tiempo», y agravó la acusación por tratarse de un «ministro de culto religioso reconocido», funciones que demandan «el deber de actuar con rectitud y apego a las normas morales y religiosas con mayor celo que la de un ciudadano común”.

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El pedido de elevación a juicio incluye los resultados de las pericias psiquiátricas y psicológicas, realizadas por profesionales del Cuerpo de Investigaciones Fiscales con contralor de una profesional aportada por la defensa.

El Ministerio Público Fiscal indicó que el informe psiquiátrico indica que Zanchetta “presenta personalidad con rasgos psicopáticos, indicadores de manipulación, emociones superficiales y escasa capacidad empática». Además «se vincula a través de interrelaciones dispares, ejerciendo poder sobre el otro».

El tribunal a cargo del juicio estará integrado por la jueza María Laura Toledo Zamora y los jueces Raúl Fernando López y Héctor Fabián Fayos. Actuará también la misma fiscala Soledad Filtrin Cuezzo. Por ahora lo que se sabe es que Zanchetta será asistido por el defensor oficial Enzo Giannotti, aunque en otras instancias del proceso estuvo acompañado también por el abogado canónico Javier Belda Iniesta.

Está previsto que en la primera jornada de debate se lea el requerimiento de elevación a juicio de la fiscalía y luego comenzarían las declaraciones testimoniales.

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