El canciller austriaco, Sebastian Kurz, anunció ayer el fin de su gobierno de coalición con la extrema derecha y llamó a elecciones anticipadas. La decisión fue consecuencia de la renuncia de su número dos, Heinz-Christian Strache, a causa de que el viernes se difundiera una grabación que lo involucra con casos de corrupción. “He sugerido al presidente de la República que se convoquen elecciones lo antes posible” dijo Kurz en una alocución televisiva. “Ya es suficiente” agregó.
Los medios alemanes Süddeutsche Zeitung y Der Spiegel publicaron un video grabado en el marco de una cámara oculta en el que se ve al jefe del FPO discutir con una mujer que dice ser la sobrina de un diplomático ruso sobre la posibilidad de un apoyo financiero a cambio del acceso a contratos públicos austriacos. Strache le explica a la mujer cómo donar dinero de forma ilegal a su formación y le sugiere que se haga con el control del Kronen Zeitung, el diario más influyente del país. “Cometí un error” reconoció Strache, que también dimitió como líder del FPÖ.
El canciller del Partido Popular Austriaco intentó despegarse de la alianza hizo con el FPÖ de Strache en las elecciones de 2017 al decir que se sintió avergonzado por el actuar de la formación ultra y por sus ideas antisemitas y xenófobas. “Aunque no siempre lo haya dicho públicamente, se han dado situaciones que me han resultado muy difícil de tragar. Pero por la continuación del trabajo no he acabado con la coalición a la primera”, insistió. “Lo grave de lo que se ve en el video son las ideas de abuso de poder”, agregó.
A una semana de las elecciones europeas, este escándalo supone un sismo político para el partido, una de las formaciones nacionalistas más influyentes de la Unión Europea, aliada de los movimientos de extrema derecha de Matteo Salvini en Italia y de Marine Le Pen en Francia.
