Los residuos no son basura
Impulsada por la producción industrial, la cifra de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE) crece cada año, a nivel global, en 2,5 millones de toneladas. La ONU informó que pueden significar hasta el 70% de los residuos peligrosos que acaban en basurales. Más allá de la obsolescencia programada, que puede combatirse con la refuncionalización de los aparatos electrónicos, los artefactos poseen componentes que pueden reutilizarse.
“Por semana recuperamos 500 kilos de cobre, 2.500 kilos de aluminio y 2.000 kilos de chatarra y chapa; y también juntamos plata, unos 150 kilos por mes”, detalla Pérez. La virtud del reciclaje trasciende su valor comercial y el impacto nocivo que tiene su acumulación en los basurales a cielo abierto, en tanto los procesos de extracción de estos minerales también implican un deterioro de las condiciones ambientales.
En 2022, TecnoRAEE fue reconocida por el Ministerio de Ambiente de la Provincia de Buenos Aires como la primera planta bonaerense de gestión de residuos y refuncionalización de aparatos eléctricos y electrónicos. Nucleados en la órbita del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE), su aporte no se circunscribe a los planes de concientización medioambiental en el distrito: “Vamos donando a todas las personas que tienen necesidad y nunca tuvieron una computadora. Así le podemos sacar una sonrisa a un nene de la villa que sabemos que el padre y la madre no se la van a poder comprar», sostiene Pérez.
Las premisas de economía circular, que piensan la reincorporación de materiales al circuito productivo, son acompañadas por las perspectivas de la economía popular, cuyos actores piensan la incorporación de los excluidos del mercado laboral y en Argentina tienen un rol activo en el diseño de programas para el desarrollo productivo con perspectiva ambiental.
Próximos pasos: el Estado y el mercado son protagonistas
«Somos de la economía popular y uno se encuentra compitiendo con privados que vienen en el rubro hace 30 años y tienen fábricas: son dinosaurios para nosotros», interpreta Pérez y precisa: “Queremos consolidar una constancia de trabajo para el año que viene. Somos veinte personas, no todos liberados. Pero todo lo que te imagines, todos los discriminados por la sociedad, están acá«.
En noviembre del 2022, legisladores del Frente de Todos presentaron un proyecto que apunta a la inclusión de personas que transitaron una condena penal como forma de reducir la reincidencia delictiva. La propuesta tiene tres ejes: la formación en oficios dentro del contexto de encierro, creación de polos cooperativos de liberados en cada distrito e inversión estatal para la estructura productiva y la contratación de servicios. “Obtener herramientas del Estado, para conseguir un valor agregado que permita hacer crecer la cooperativa”, resume el titular de TecnoRAEE.
En el caso de emprendimientos de reciclaje y refuncionalización, los objetivos se extienden a la implementación de un plan integral de separación de residuos, para contar con mayor caudal de insumos a partir de los desechos de toda la comunidad, y una política de responsabilidad social empresaria, que posibilite un circulación fluida de los artefactos a refuncionalizar y una reducción significativa en el impacto en el medio ambiente.
“Al salir de la cárcel, y como nadie te da trabajo, te tenés que arreglar vos con lo que te formaste y sabés hacer. Entonces armás una cooperativa para salir adelante y generar más puestos de trabajo, para que las personas que estuvieron en tu mismo lugar hagan lo mismo que vos hiciste», concluye Gonzalo Pérez.
Las segundas oportunidades a los artefactos y a las personas ya demuestran que pueden ser efectivas: la predisposición empresarial y la decisión estatal determinarán si queda en manos de la buena voluntad o si se convierte en una política nacional.